15. Seremos uno.

413 33 3
                                    


Me despierto cuando los primeros rayos del día entran por la ventana, otro desperfecto que no corregimos ayer, dejamos la persiana subida del todo. La luz sigue encendida y eso quiere decir que tanto Eva como yo hemos dormido del tirón toda la noche, no nos hemos movido y al abrir los ojos me doy cuenta que seguimos abrazados, seguimos intactos en la misma posición que quedamos en manos de Morfeo. Su respiración sigue chocando contra la mía cada vez que expira.
Intento no moverme, no quiero, estoy bien así pero al darme cuenta que es viernes todos mis sentidos se despiertan, hoy tengo que ir a trabajar y sigo aquí, en la cama sin saber qué hora es. Ayer por la noche no pusimos ninguna alarma, no pensamos en eso, no era nuestra mayor preocupación en ese momento. Ayer sólo pensaba en ella, en la chica que tengo ahora mismo dormida a mi lado.

Me levanto de la cama intentando hacer el menor ruido posible, me acerco a la ventana y bajo la persiana, dejaré que Eva siga durmiendo, su faena de hoy la haré yo. Hoy prefiero que ella descanse. Cojo mi ropa que por fin vuelve a estar en la habitación, cojo lo primero que encuentro dándome igual si hoy voy convinado o no, quiero salir rápido de ahí para no despertar a Eva, es demasiado bonita cuando duerme. Voy al comedor donde recuerdo haber dejado el móvil ayer antes de quedar atrapado por los brazos de Eva. Lo encuentro ahí, encima de la mesita de centro del comedor.
Lo enciendo, las 9:32 de la mañana, tendría que hacer una hora que tendría que estar en la oficina y aquí sigo, en casa con la tentación de volver a la cama y seguir abrazado junto a Eva y con ganas de besar sus labios otra vez como en la playa.
Mi tardanza debe ser notoria al ver que tengo cuatro llamadas perdidas de Bruno, pero yo me limito a enviarle un mensaje para que se quede tranquilo.

-Me he quedado dormido, lo siento. En media hora estoy aquí.

Cierro su chat y veo que Samantha me ha dejado un mensaje.

-Por lo que veo hoy alguien llegará tarde a trabajar ¿Hubo mucha pasión ayer o os acabasteis matando? porque ninguno volvió a salir.

-Estamos bien, estamos mejor que nunca. Simplemente caímos enredados en nuestros brazos, en el calor de nuestros abrazos. Luego te cuento, te quiero hermanita.

Es la primera vez en mucho tiempo que le digo te quiero a mi hermana, dejé de hacerlo cuando mis te quieros no eran correspondidos por quien yo quería, cuando a mí me los decían en falso, cuando no eran con sentimiento. Pero hoy me ha vuelto a salir, hoy de mi ha vuelto a nacer un te quiero. Algo está cambiando en mi y lo sé, poco a poco vuelvo a ser ese Hugo que se perdió y que echaba de menos, me echaba de menos a mi mismo y no me daba cuenta.

En media hora justa, tal y como le he dicho a Bruno estoy en la oficina. He salido de casa sin peinar y sin desayunar, pero no he quería llegar más tarde de lo que ya he llegado.

-Hombre Hugo, ya estás aquí-Oigo la voz de Bruno al momento que mi cuerpo nota el característico aire acondicionado de la oficina.

-Lo siento, no me acordé de poner el despertador-Me disculpo. Sé que no me dirá nada, pero ante todo es mi jefe.

-No te preocupes ¿Y Eva? ¿No ha venido contigo?

-Está durmiendo, estos días en Cádiz ha dormido mal y he preferido que descansara. Hoy haré yo su trabajo-Miento, esa no es la verdad, pero no quiero dar explicaciones.

¿Y si empieza con un juego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora