20. Invencibles.

368 26 2
                                    

He conseguido enfrentarme a mi padre. Por primera vez en mi vida he conseguido ser valiente y me he enfrentado al monstruo que me persigue. Pensaba que nunca iba a ser posible, pensaba que siempre le tendría miedo y acabaría cayendo a sus pies, haciendo caso a sus órdenes y a todos sus deseos, pero no ha sido así. Eva ha sido capaz de hacerme fuerte, gracias a ella y a su mano que en todo momento ha estado cogida a la mía, he podido vencer al miedo.

Desde que mi padre se ha ido y yo le he hecho la pregunta a Eva de irnos no he recibido respuesta. Ella se ha quedado atónita después de todo lo que acababa de pasar delante suyo, podía ver miedo en sus ojos, miedo en cada palabra que pronunciaba mi pare. Ella puede tener miedo a arriesgarnos y que después todo se rompa, a que nos lo rompan. Samantha se la ha llevado a la habitación, no sé si a criticarme por todas las palabras que le he echado encima a mi padre, no sé si le estará quitando todos los miedos que le acaban de inundar o, simplemente, le está quitando de la cabeza la idea de irnos. Yo, sin embargo, sigo confiando, confío en que dentro de unos minutos cogeremos las maletas y nos iremos lejos, bien lejos. Hasta hace un momento el destino no lo tenía pensado, era desconocido, pero un pensamiento, un recuerdo me ha hecho escogerlo. Y allí voy, mejor dicho, allí iremos.

-Búscame, Hugo. Cuando estés preparado, cuando seas capaz de enfrentarte al mundo ven a mí. Me voy sin quererlo, me tengo que alejar de vosotros en contra de mi voluntad, así que por favor ven a buscarme. Ahora me voy porque tengo miedo, miedo a que os unáis a él y me hagáis la vida más difícil, pero si consigues destruir esto que tu padre ha creado ven conmigo. Te esperaré. 

-Lo haré, sin duda que lo haré. No quiero que te vayas, pero quiero que seas feliz. Vendré a buscarte sin dudarlo porque tu siempre serás la mujer de mis ojos. 

-Cuida a Samantha, por favor, no dejes que le pase nada. Confío en ti. Te quiero. 

-Cuidaré de ella, tranquila. Te echaré de menos.

Voy a cumplir mi promesa, haré lo que me pidió  cuando se fue desesperada, cuando en contra de su voluntad nos dejó aquí. Ahora será como matar dos pájaros de un tiro, me iré con Eva y me reuniré con la persona más importante en mi vida. Sé las consecuencias que puede conllevar mi decisión, sé que a alguien no le va a parecer bien mi destino pero no hay marcha atrás, lo tengo decidido y mejor que allí no estaré en ningún sitio, si ahora soy valiente lo seré también para esto y si en algún momento me vengo a bajo tendré a Eva para levantarme, si es que decide venir. 

-Vámonos, estoy decidida a irme- dice Eva saliendo de la habitación acompañada de mi hermana.  

-¿Estás segura?- aunque su voz suena convincente sus gestos no, la veo dudando y no quiero irme si ella no está cien por cien segura de su decisión. 

-Lo estoy pero antes de irnos necesito que ates todos los cabos sueltos que tienes aquí. Dile la verdad a Anaju antes de irnos, dile que no vas a volver, que lo oiga por ti mismo, no quiero irme pensando que aquí sigues teniendo algo pendiente. 

-No voy a quedar con ella ahora, Eva. No quiero verla.

-No hace falta que quedes, simplemente llámala.-  Acepto aunque no es lo que más me apetezca ahora mismo, pero si ella quiere que lo haga para irse sin remordimientos, sin estar segura, por ella lo haré. 

Cojo mi móvil y entre todos mis contactos busco su nombre y la llamo. Espero que al ver mi nombre en la pantalla no se ilusione, no quiero que piense que he cambiado de opinión y que he decidido volver con ella después de hablar con mi padre, ella sabe que después de las conversaciones con mi padre yo acabo perdiendo. Esta vez no ha sido así, por primera he salido ganando y en cierto modo lo veo un inicio para mi cuento, en las películas Disney el malo siempre acaba perdiendo y, de momento, así ha sido. Le he ganado al malo. 

Llevo varios segundos intentando que Anaju coja la llamada y no lo hace por lo tanto suena el contestador. Me estoy librando de hablar con ella. 

-No me lo coge- Digo levantando los hombros

-Vuelve a intentarlo-Asiento con la cabeza y vuelvo a llamar, esta vez sí. Esta vez oigo su voz al otro lado de la línea. 

-¿Qué quieres, Hugo?- Su voz es cortante y distante, es diferente de la última vez que hablamos.

-Hablar, te debo una explicación- Eva me mira y asiente con la cabeza, estoy haciendo lo que ella me ha pedido. 

-Pensaba que nunca la tendría, se nota que tu padre ha hablado contigo. ¿Qué pasa? ¿Quieres volver?- Sabía que pensaría eso, que después de la charla con mi padre hiciera caso a sus órdenes. 

-No, Anaju. No voy a volver contigo, quiero a Eva, estoy enamorado de ella- Eva me mira atónita, no se esperaba esta confesión por mi parte, pero me ha salido de dentro- Ya lo tengo claro, quería que te enteraras por mi pero no ha podido ser posible. Mi padre se adelantó por mi culpa, le envié un mensaje equivocado. Lo siento si te hice ilusiones y lo siento si te he hecho sufrir, pero fuiste tu misma la que lo rompió todo cuando me dejaste así que te puedo decir lo siento aunque en el fondo no me sienta culpable de nada. 

-Veo que no le has hecho caso a tu padre, no vas a volver conmigo.

-Efectivamente, por primera vez voy a ser valiente-hago un suspiro que hace que Eva se acerque a mi y me coja de la mano, otra vez está a mi lado para que pueda pronunciar las palabras que me faltan decir- me voy a alejar de ti y de mi padre, los dos me habéis hecho daño y no os merecéis nada de mí. Sé que haréis lo imposible para quitarme la felicidad pero ya no lo conseguiréis porque Eva y  yo juntos somos más fuertes, somos invencibles. 

-Eso ya lo veremos cuando todo se te complique de nuevo. Sabes que tu padre no va a parar, siempre me preferirá a mi. 

-La cuestión es que te tendría que preferir yo y no es el caso. Prefiero a Eva antes que a ti, mi padre puede decir lo que quiera pero soy yo el que tiene que encontrar la felicidad, y si tu no me la das no te mereces estar a mi lado. 

-Te darás cuenta de muchas cosas, Hugo.

-Sí, me daré cuenta de que estoy haciendo lo mejor. Veré que he tomado la mejor decisión que podría haber tomado en mi vida, querer a Eva por encima de todo. 

-Intenta ser feliz, te va a costar, tenlo en cuenta. 

-Gracias por tu consejo, pero tengo a alguien que me hace feliz- Dicho esto cuelgo la llamada y doy por finalizada la conversación, ya no iba a ninguna parte y Anaju solo iba a tratar de defender a mi padre, es su sombra, es una marioneta de mi padre y entre los dos intentarán que no pueda estar nunca con ella y no lo voy a permitir. 

Eva y yo aún no somos nada, de momento aún es todo un juego. Hasta que no lo vea todo claro, el mar en calma y estemos lejos de aquí no haré anda oficial, ahora mismo simplemente somos dos personas enamoradas con miedo a empezar, con miedo y pánico por todo lo que tenemos detrás pero siendo conscientes de que juntos no habrá nada que nos separe. 

-Vámonos.

-¿Dónde?

-Rumbo a mi promesa. A una persona le prometí que la buscaría cuando hubiera dejado atrás mis miedos y cuando me atreviese a ser valiente, ahora es el momento. Ahora me toca ser feliz junto a las dos mujeres de mi vida.- Samantha me mira con los ojos abiertos, ha entendido donde nos iremos, ella ha soñado mil veces con ese destino, siempre ha querido ir pero nunca se ha atrevido, a ella el miedo le gana. 

-Cuídala, Hugo. Cuídalas. Sé que algún día yo también podré ir. 

-Confía, hermana, algún día lo harás, dejarás los miedos- Nos fundimos en un abrazo en el cual le doy fuerzas para que algún día se vea capaz de seguir mi camino- Vámonos, Eva.

Salimos de casa en busca de nuestra felicidad. Ahora nada nos podrá separar, ahora nosotros seremos ese huracán que hace unos días nos atacaba a nosotros. Hemos pasado de estar ahogados a ser libres, hemos luchado contra la tormenta juntos y hemos hecho que salga el sol. Ahora nada nos parará, dentro de poco seremos uno. Un uno invencible para todo el mundo. 

¿Y si empieza con un juego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora