18.Huyamos

400 28 2
                                    


Después de mirar una infinidad de veces el mensaje se lo enseño a Daniel, sigo sin entender este mensaje de Anaju. Es imposible que se haya enterado que estoy aquí en Cádiz para pensar, para saber que hacer con mi futuro, está claro que no voy a volver con ella, pero eso aún no lo sabe.

-Hugo ¿a quién le enviaste en mensaje que iba para mi?- Esta pregunta me desconcierta ¿a quién se lo voy a enviar si no es a él?

-Pues a ti, a quien será sino.

-No, Hugo, no. A mi no me llegó ese mensaje por eso tenía cara de desconcierto cuando te he visto y por eso no entendía nada de lo que me decías, por eso para mí era todo nuevo.

Entro en WhatsApp para ver a quien se lo mandé, en la respuesta me dijo "hijo" así que me espero lo peor y así es. El mensaje se lo envié a mi padre biológico, me equivoqué de Daniel y no me di ni cuenta. Ahora entiendo como Anaju lo sabe, mi padre ha ido corriendo a decírselo, la ha avisado que no volvería con ella y seguro que no le ha faltado la afirmación de que ahora mismo no le saco de la cabeza a Eva.

-¡Mierda, mierda! Se lo envié a mi padre de verdad, me equivoqué y no me di cuenta y ahora a saber que hace.

-No hará nada, Hugo. Tranquilo. Confía por una vez en tu padre de verdad, confía en que querrá que seas feliz.- Togo suena muy irónico a medida que lo va diciendo. Mi padre nunca ha querido mi felicidad, nunca ha mirado por mi. Jamás lo ha hecho y tampoco lo hará ahora, él querrá que vuelva con Anaju porque en cierto modo le interesa, le interesan los padres de Anaju.

-Ojalá fuera así, pero por el momento Anaju ya lo sabe todo y él luchará para que vuelva con ella. No porque piense que con ella puedo ser más feliz, no, si no porque ella le interesa más que Eva, ella le sigue los juegos y sus padres más a un. Todos ellos solo buscan dinero y sabe que Eva no caerá en ese juego porque sabe que desde el primer momento la chica de ojos azules que ahora mismo me vuelve loco está al corriente de que clase de persona es.

-No tienes que volver con Anaju si tu no quieres, por mucho que tu supuesto padre quiera. Tienes que ser fiel a ti mismo y pensar en tu felicidad, piensa en ti, Hugo. Lucha por Eva.

-Lo haría, pero cada vez que no hago lo que mi padre quiere, cuando le llevo la contraria lo paga con mi madre y me niego a eso. Quiero a Eva, pero tengo miedo y ahora los miedos aumentan.

-Mi miedo principal era no saber querla, no saber gestionar de nuevo lo que es estar en pareja, haber olvidado todo eso y no ser capaz de sentirme así, de sentirme querido. Tengo miedo a confiar y que luego me vuelvan a abandonar cual perro igual que hizo Anaju conmigo y miedo a confundir nuestra ficción con realidad, tengo miedo a sentir. Y ahora mi nuevo miedo es mi padre, miedo de lo que pueda hacer e inventar.

-Lo que sentís no puede ser ficción, vuestros ojos y vuestras miradas no se pueden confundir, son tan reales, son tan de verdad que nadie lo puede negar. Nunca he visto a nadie mirarse como lo hacéis vosotros y tampoco lo veía con Anaju, si ella no me hubiera dicho que de verdad no estabais juntos, que los meses no cuadraban yo hubiera pensado que erais una pareja de verdad.
No tienes que tener miedo a querer, no puedes tener miedo a querer de la manera tan pura que lo haces tú. Si ahora yo fuese tu solo tendría miedo a perder a Eva. Lucha y deja de lado los miedos, os necesitás y juntos, siendo un vosotros, seréis un huracán imparable, nada os podrá frenar. Seréis vosotros, juntos contra el mundo.

-Intentaré luchar por ella, haré lo posible por estar con ella, pero el tifón se acerca.

Y sí, cuando pensaba que todo iba bien, cuando pensaba que mi mundo se estaba reconstruyendo, en el momento que estaba dispuesto a dejarme querer de nuevo el tifón a llegado sin avisar, sin previo aviso, pillandome desprevenido, sin un plan para actuar, sin estar a salvo. No caeré rendido otra vez delante de mi padre, ahora ya no me dejaré pisar por él, no voy a destruir otra vez mi futuro por su culpa. Si ahora quiero a Eva no la dejaré escapar, no voy a negarme a su amor por mucho que Daniel, el Daniel que hace ver que me quiere, lo pida a gritos, aunque me amenace. Esta vez seré fuere y lucharé contra el monstruo que se acerca de nuevo, ese monstruo que me quiere crear miedo y que iluso de él cree que podrá conmigo. Pudo una vez, me arrebató la música, pero ahora no me arrebatará a Eva.

-Hugo ¿Cuándo la tormenta llega te quedas a esperarla o te vas a refugio? ¿Cuando viene un vendaval te quedas a que se te lleve o te resguardas?

-¿Qué quieres decirme con esto, Daniel? No entiendo tus metáforas.

-Ahora mismo tienes dos opciones. Puedes ir a Madrid, luchar contra el ciclón, el huracán o la tormenta y probar suerte y no caer rendido o huir. Huir a un sitio lejano, a un sitio donde estés a salvo, donde la probabilidad de caer abatido por lo malo sea mínima, en un sitio donde la felicidad nada ni nadie te la pueda arrebatar.

¿Me puedo ir? ¿Puedo huir? Claro que puedo, puedo coger a Eva e irnos lejos, a ese viaje que nos habíamos prometidos, podemos alejarnos del ojo del huracán, ese ojo que seguro que va a arrebatarnos a nosotros, que tiene las de ganar.
¿Huimos y nos escapamos? Podemos fugarnos como si de dos adolescentes se tratara, como aquellos romances de las  películas. ¿Nos fugamos?

Mi móvil suena, veo un mensaje de Samantha. Quizás, de su mensaje dependa mi decisión.

-Papá está en la puerta de casa. Pregunta por ti, por Anaju y por Eva. Busca a Eva, quiere hablar con ella ¿Qué hago? ¿Lo mando a paseo o lo dejo entrar?

No dudo en llamarla, necesito saber que está pasando a kilómetros de mí. Samantha es muy frágil delante de nuestro padre, puede parecer fuerte y valiente, pero delante de él se achica, se hace diminuta y se deja llevar por los impulsos de mi padre. Al primer todo Sam me coge el teléfono y su tono de voz es desperado.

-¡Hugo, dime qué hago! Le he cerrado la puerta en las narices pero sigue ahí, de pie, esperando a que llegue Eva. Me ha dejado leer tu mensaje, eres gilipollas por equivocarte, pero el mayor problema es que el niega esa relación, no la quiere. Él ha dejado muy claro que quiere a Anaju.

-¿Te ha dicho algo de mamá? ¿La ha mencionado?

-No. No ha pronunciado ni su nombre.

-Déjalo en la puerta, no le dejes entrar Samantha, no si estás sola. Ahora aviso a Eva para que no se acerque a casa, mañana por la mañana estaré ahí y si no se ha ido lo echo yo. Ha venido a arrebatarme la felicidad cuando ha visto que la estaba recuperando y no se lo voy a permitir.  Se fuerte hermanita, no le escuchas, no te rindas ante él.

-Está bien. Te quiero, hermano.

Cuelgo la llamada. Ha llegado el momento, el momento de huir de aquí, del epicentro. Si aquí mi vida no está teniendo suerte me iré lejos, bien lejos. Los miedos repescto a Eva se desvanecen si todo empieza lejos de aquí, si lo nuestro, lo que podemos crear está lejos de  donde creo que nunca puedo ser feliz. Lo empezaré todo si puedo hacerlo lejos, donde pueda sentirme fuerte para hacer feliz a Eva, allí donde pueda cumplir la promesa, juntos ser más fuertes.

-Me iré, Daniel. Nos iremos, cogeré a Eva y volaremos bien lejos, a un sitio donde sólo podamos ser nosotros, donde podamos ser libres y valientes. Lejos de aquí, lejos de la gente que sólo me busca el mal.

-Avisala, díselo.

Le hago caso, tengo que avisarla de nuestra locura, de nuestra primera locura.

-Eva, nos vamoshuyamos de aquí. Vámonos lejos, vamos a empezar nuestro cuento y nuestro nosotros lejos de aquí. Antes de que todo empeoré, antes de que todo explote. No te acerques a casa, quédate con Bruno, por favor.

Ahora nos toca a nosotros, ahora nos toca ser felices de verdad. La suerte últimamente no ha estado de nuestra parte pero nosotros mismos la buscaremos. Si no nos dejan empezar nuestra realidad aquí, nuestra nueva y primera realidad la empezaremos lejos
Nosotros solos.
Nosotros lejos.
Nosotros enredados otra vez pero a salvo.
Nosotros queriéndonos de forma limpia y verdadera.

¿Y si empieza con un juego?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora