A pesar de haber tenido un día de perros como ella lo llama, había encontrado una moneda en la calle, justo una cuadra antes de llegar a su trabajo, bueno, algo bueno tenía que qué pasar, claro que con esa moneda sólo le alcanzaba para un chicle, "peor es nada" pensó.
Zafiro llegó dieciséis minutos antes de la hora programada que le habían asignado, le provocaba emoción el conocer el tan famoso recinto del tan misterioso artista del que todos hablaban, conocía muy poco de él pero claro que había visto anteriormente algunas pinturas, vaya que las conocía, a decir verdad era una gran fan de él, sin embargo, nunca lo había visto en persona, en realidad nadie había tenido la dicha de conocerlo, estaba en el absoluto anonimato, todo en él era tan misterioso que eso hacía que sus obras se vendieran con mucho fervor, cuando Zafiro recibió la llamada proveniente de la oficina del gran Tom Hiddleston pensaba que era una broma pero cuando le pidieron asistir para trabajar como su asistente personal, enloqueció, pues es la primera vez en casi veinte años que Tom había tenido una asistente personal, él como todo lo que le rodea, lo mantenía en absoluto misterio, sin embargo, ella publicó en sus redes sociales que había trabajado con él, esto hizo que el artista no volviera a contratar asistentes.
Era muy afortunada.
Cuando llegó al recinto como ella lo llamaba, quedó sorprendida con lo grande que era; parecía una iglesia, claro que sin todo lo que con lleva, la arquitectura era exquisita, alto muros con detalles de piedra en el exterior, marcos de mármol blanco en relieve, era impresionante.Zaf entró un poco cohibida al lugar, por dentro era aún más grande, justo en el centro del salón había un candelabro enorme, costoso por supuesto y antiguo, a decir verdad todo el lugar olía a rústico, probablemente por la madera del piso o tal vez el recinto era algo anticuado, no sabía pero le encantaba todo el ambiente, en la recepción se encontraba un chico, alto y un poco encorvado con rizos castaños claro en su cabeza, mirada simpática, se dirigió a él.
—Hola, soy Zafiro, eh... vengo por el trabajo.-sonriendo un poco tímida se presentó con el simpático chico.
El chico enarcó la ceja en forma de duda.
—Lo siento.-sonrió amablemente-. no estamos solicitando vacantes de trabajo, ha decir verdad ya tiene mucho tiempo que no lo hacemos.
Zaf sacó su celular y buscó el correo electrónico que un día antes le habían enviado con la información acerca del trabajo y se lo mostró, el chico leyó pacientemente y rió levemente.
—¡Ah, claro!, eres la nueva asistente del señor Hiddlestlon, ¿cómo pude olvidarlo?-le extendió la mano a modo de saludo y ella la tomó-. Soy Louis, soy el encargado de Recursos Humanos del estudio, lamento la situación, felicidades por cierto, es casi imposible obtener un puesto de trabajo aquí, y aún más como asistente, algo bueno debió haber visto en ti.
—Pues... muchas gracias, me entusiasma mucho la idea, aquí tengo los documentos que me pediste.-de su bolso sacó un folder amarillo y se lo entregó-. ¿Iniciaré hoy mismo?
—Claro, permíteme un momento y ya estoy contigo.
Ella sonrió y empezó a observar el lugar con detenimiento, se dió cuenta que estaba rodeada de estantes llenos de libros que llegaban hasta el techo, parecía más una librería que una recepción, pensó. Un par de sillones sencillos y plantas estaban adornando la habitación, Louis terminaba de teclear su computadora para dirigirse a ella.
—Pasa por este lado.
Se dirigieron hacia dentro del lugar, y tal cómo se lo imaginaba parecía un museo, había varias puertas por el pasillo donde caminaban y en el centro del patio se encontraba una pequeña fuente que arrojaba una ligera brisca de agua al pasar, subió la vista había el techo, un gran ventanal daba hacia el cielo que permitía el paso de los rayos del sol que empapaban el recinto. Y un segundo piso se encontraba dentro.
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Óleo | Tom Hiddleston
Romance"Pinto con alegría, con la misma alegría que usted hace el amor con una mujer" - Pierre-Auguste Renoir (1841-1919) Un pintor misterioso y una chica pelirroja descubren lo que es el amor mediante el arte y el misterio, pero... ¿Qué tan dispuestos est...