"Pinto con alegría, con la misma alegría que usted hace el amor con una mujer"
- Pierre-Auguste Renoir (1841-1919)
Un pintor misterioso y una chica pelirroja descubren lo que es el amor mediante el arte y el misterio, pero...
¿Qué tan dispuestos est...
El asiento se sentía tan grande en comparación con su delgado cuerpo, el cuero frío rozaba por debajo de sus piernas, la falda de tubo que traía puesta se subió ligeramente al sentarse, y al darse cuenta, Zafiro se la acomodó discretamente.
Tom vió el acto por el rabillo del ojo, y trató de desviar la mirada, sus piernas eran gruesas, y tenía la piel erizada por el frío. Esas piernas...
—¿A dónde te llevo?
Zafiro le dijo la dirección donde ella vivía, no era muy lejos del estudio a lo mucho veinte minutos, encendió la calefacción y el estéreo en un volumen bajo.
Música clásica sonó en las altavoces.
—Es Bach.-susurra la pelirroja.
Tom voltea a verla sorprendido.
—¿Te gusta?
Ella asiente levemente.
—Tuve varias clases de teoría de la música y música clásica en la universidad, y le tomé el gusto.-sonríe ligeramente.
Tom enciende el auto después de ponerse el cinturón y se ponen en marcha para su casa.
Zafiro está un poco tensa, junta sus manos sobre sus piernas tratando de no chocar con las manos de él.
Tom la observa de reojo, ella es linda, tiene un perfil bonito y un cuello que resalta dentro de la coleta rizada llena de cabello rojo que cuelga de su cabeza.
Tiene ligeras pecas sobre sus mejillas y sus ojos son color avellana, el tinte del color es claro y profundo, sus ojos brillan con la luz de los autos o tal vez de la luna, se ve sumamente bella, ¡Dios, que pensamientos Hiddleston!
—Señor Hiddleston, ¿puedo preguntarle algo?
Tom asiente ligeramente concentrándose en el frente. La noche ya cayó sobre ellos, y si, en efecto la luna los alumbra.
—¿Por qué es tan estricto con las reglas en su estudio?
Ya está, se atrevió a preguntarle. Ay Dios que no me vaya a correr, piensa.
Tom suspira.
—Tuve algunos problemas en el pasado, problemas de privacidad.-dice pasándose la mano por el cabello-. Tuve que pasar al anonimato y mantener distancia de todos, sobre todo de las personas que trabajan conmigo, y a las que recién conozco. Es un tema delicado.
—Entiendo.-¿problemas de privacidad?- Perdón por la intromisión.
—No te preocupes, es justo que lo preguntes.
El auto queda inundado de la melodía que suena suavemente por el estéreo. Zafiro observa las manos de Tom, le encantan sus manos, son tan finas y grandes, ella imagina esas manos sobre su cuerpo, sosteniéndola con firmeza y calidez, embriagándola del olor de su perfume, estremeciendo su cuerpo con su toque...
—¿Zafiro?
La voz de Tom la sobresalta en su asiento. ¡Que pensamientos, Zafiro, es quince años mayor que tú!
—Lo siento, ¿me decías?
El señor Hiddleston ríe levemente.
—Eres distraída, Zafiro.
Zaf le sonríe apenada y con las mejillas incendiadas de rojo.
—A veces me pierdo en mis pensamientos, es todo...
La pelirroja estaba tan absorta en si misma que no había notado que su falda negra estaba un poco subida, Tom tragó saliva tratando de calmar sus pensamientos, es sólo una niña Hiddleston, podría ser tu hija.
Pero es que es muy bella, no había tenido a nadie desde...
—Por aquí es.
Tom estaciona el auto frente a un edificio un poco grande, sencillo, las calles alrededor se ven tranquilas y hay una pequeña banca en la entrada bajo un toldo pequeño.
—Bueno...-acomoda su abrigo y su falda quitándose el cinturón-. Muchas gracias por traerme, no era necesario...
—Ni lo menciones, ya es muy tarde y es algo riesgoso salir tú sola.
Zafiro hace el ademán de abrir la puerta.
—Oh, permíteme.
Tom sale del auto y lo rodea para abrirle la puerta, y encima es todo un caballero, ¿qué hice bien, Dios?, piensa la pelirroja.
Tom le ofrece su mano para poder bajarse, ya qué hay un gran charco de agua justo donde ella se baja.
—Gracias.-dice tomando su mano, el toque es muy cálido a pesar del frío que hace en el exterior.
Zaf tropieza un poco con su tacón al querer saltar el charco y evitar mojarse, así que el señor H trata de tomarla con fuerza pero la chica pierde el equilibrio y resbala, empapando su zapatilla y mojándose los tobillos.
—Ugh, no puede ser.
—Tranquila.-toma la zapatilla mojada del piso y Zafiro cojea hasta sentarse en la banca de la entrada.
—Traeré un pañuelo, espera aquí.
Tom saca lo que parece ser un pequeño pedazo de tela del auto y se sienta con ella.
Zaf siente un ligero punzón de dolor en el tobillo y se queja.
—¿Te lastimaste?, permíteme ver.
La chica solo siente como toma su tobillo con sus manos y hace un ligero masaje en el con sus dedos.
La sangre le sube al rostro tratando de desviar los pensamientos sucios que rondan por su mente.
—Auch.-dice al sentir la presión de los dedos sobre su tobillo-. Lo siento, señor, creo que me torcí el pie. No se preocupe no es nada grave.
Tom le seca con delicadeza la zona mojada y le da una mirada de permiso para poder limpiar las gotas de agua que corren por su pierna.
Ella asiente ligeramente, dándole permiso para tocarla.
El recorre la fina piel de Zaf, siente tensar a la chica cuando pasa el pañuelo por su pierna, lo pasa lentamente y con delicadeza, como si su piel fuera de porcelana.
Zafiro se inclina levemente sobre su asiento y le toma la mano, Tom voltea a mirarla y ve en ella una mirada intensa y brillante que refleja su propio deseo en sus ojos.
—No lo hagas.-le susurra la chica suplicándole mientras se acerca.-No...lo hagas.
Tom la mira con un deje de confusión y deseo.
—Lo siento...yo...-es callado cuando un par de cálidos labios se posan sobre los de él. Lo está besando.
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Vaya, vaya, nos salió atrevida la muchacha. 7u7
Holaaa, espero que les esté gustando la historia, me estoy esforzando en escribirla lo mejor que pueda, tengo poco tiempo libre así que trataré de actualizar lo más pronto posible.
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