Óleo | Tom Hiddleston

12

Zafiro trata de reír como si nada estuviera pasando debajo de sus piernas. Y lo aparta con sus manos suavemente.

—Qué egocéntrico eres, Thomas.

Y escapa de sus brazos casi sudando y más roja que un tomate.

—Serviré un poco de te, ¿gustas una taza?-pregunta escabulléndose a la cocina.

Escucha a lo lejos un suspiro del hombre que la tenía acorralada hace unos segundos.

—Si, porfavor.

Mientras prepara el té, se sumerge en su cabeza.

¿Qué acaba de pasar?
¿Porqué me tomó de esa forma?
¡No traigo bra!
¿Y si sintió algo que no debía? Malditas hormonas, parezco una puberta calenturienta.
Debes controlarte Zafiro, a este paso terminarás en su cama, se regaña mentalmente.

Si bien cree que no es mala idea hacer el amor con su jefe, con un hombre mayor y sobre todo con una de las personas que más admira, le parece incorrecto hacerlo tan pronto, no quiere ser de ese tipo de chicas.

La pelirroja trata de olvidarse de esos pensamientos mientras se dirige al sofá donde se encuentra Tom pensativo con las manos cruzadas sobre su regazo. Cuando la ve, le ofrece una sonrisa, ama esa sonrisa.

Es una sonrisa sincera y llena de calidez, es grande y sus ojos brillan cuando lo hace.

Por alguna razón siente la necesidad de darle un beso, así que lo hace antes de entregarle su taza.

—¿Y eso?

Ella se encoge de hombros mientras le entrega su té y se sienta a su lado cruzando sus pies en posición de yoga, y dándole un sorbo a su taza.

—Me dieron ganas.

Tom la mira con una ceja levantada.

—¿Sólo te dan ganas de eso?

La chica le da un golpe a su brazo y se queja riendo.

—Es muy tranquilo aquí, podría acostumbrarme.

—Si gustas podemos venir más seguido.

Podemos, ¿o sea que estamos en algo serio? ¿me ve a futuro con él?

—Eso sería lindo.-toma un breve pausa antes de hacerle una pregunta que le ha rondado por su mente desde hace rato-. ¿Tom?

—Dime.-dice acomodando sus gafas sobre el puente de su nariz y mirándola con atención.

—¿Qué somos? Es decir, tuvimos una cita y ahora estamos apunto de dormir juntos, creo que nos saltamos muchos pasos.

Tom le sonríe gentilmente.—Pues eso depende.

—¿De qué?

—De ti. Dime una cosa, Zafiro.-se toca los labios lentamente-. ¿Te gusto?

La chica ríe mientras se esconde dentro de su taza de te tomándole.

—Bueno, de no ser así, creo que no estaría aquí.

—Cierto, pero a lo qué me refiero es...¿te atraigo ehh...de alguna forma?

La chica siente un punzón en el pecho y una voz en su cabecita que le dice que le confiese.

—Sí.

Él le sonríe, o sea que van en la misma dirección, piensa.

—¿Y tú? ¿Qué sientes por mí?

—Siento...deseo, sí.-la pelirroja casi se atraganta con su bebida mientras intenta procesar lo que acaba de escuchar.

—¿Co...cómo?

El señor H le sonríe mientras deja su taza de té sobre la mesa de centro.

—Cómo escuchaste, te deseo, Zafiro. Me gustas y me atraes de todas las formas posibles. Pero tengo que respetar tu decisión acerca de esto. No puedo obligarte a nada y mucho menos quiero hacerte sentí incómoda.

—No estoy incómoda, estoy...sorprendida. Eres muy directo.

Él se encoge de hombros.

—Bueno, mi profesión me ha hecho así.

—Eres muy bueno, realmente te apasiona lo qué haces.

—Sí, así como tú me apasionas a mí.

Y otra vez, mejillas enrojecidas, check.

—No trates de evadir el tema, disfruto que halagues mi trabajo, pero halágame a mí.

Tenía tantos halagos por decirle, todos esos pensamientos que han rondado en su cabeza durante días, cada momento en su imaginación.

Pero prefirió callar.

—Tom, quiero ir lento. No quiero parecer del tipo de chica que es fácil, no quiero ceder ante ti tan pronto.

Él asiente comprendiendo cada palabra de la chica.

—Está bien, hagamos lo que tú quieras.

Tom mira su reloj y hace una expresión de asombro. 02:16 de la madrugada. Qué rápido pasó el tiempo.

Le extiende una mano y le mira con esa mirada celeste.

—Vamos a dormir.

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Holiii, perdón por tardar tanto en actualizar estuve un poco enferma y no tenía tiempo, pero ya regresé.✨

Nos leemos.
_misspearl_🤍