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Aquí viene la decisión de la noche.

¿Juntos o separados?

La idea de dormir a lado de Tom por supuesto que le gustaba pero no creyó que fuera lo mejor, quiere ser alguien decente, no alguien que caiga tan rápido en sus encantos.

Tom y Zafiro miraban la puerta de su habitación tomados de la mano, indecisos y nerviosos, ambos querían pero algo los frenaba.

—Tom.-lo llama viendo fijamente la puerta.

—Mmjm.

—Ehh...¿y si cada quien duerme en una habitación separada?

Tom voltea a verla sorprendido, y a la vez desanimado.

—¿Estás segura?

Una parte de él quería que le dijera que no, pero otra sabe que estaría mucho más cómodo al no tener tentaciones cerca de él.

La pelirroja asiente efusivamente.

—Ok, entonces haremos lo que tú quieras, déjame preparar tu habitación.

Cinco minutos después, Tom sale de la habitación continua a la suya.

—Listo, te dejé un par de frazadas y sacudí la cama perfectamente, no hay ningún insecto por ahí.

La chica le da un beso en la mejilla y le sonríe al pasar, Tom se sorprende un poco por el acto de ternura de ella y le sonríe de vuelta.

—Es perfecta, gracias.

Una pequeña habitación cálida la encuentra con una cama individual y un ropero de madera un poco grande, un mini sofá y dos mesitas a lado de la cama la adornan, una lámpara está posada sobre la cómoda.

—Si necesitas algo, toca mi puerta.

Zafiro asiente con una sonrisa y el señor H se dispone a salir de la habitación cuando la chica lo llama.

—Tom.-él voltea a verla-. Gracias por hoy...fue maravilloso.

Él le da una sonrisa grande.

—Gracias a ti por aceptar venir conmigo.-responde y se aleja del cuarto.

Zafiro suspira visiblemente enamorada.
¿Enamorada?, Dios, Zafiro, sólo te gusta.
Trata de deshacerse de ese pensamiento y se recuesta sobre el cómodo colchón, su cuerpo se hunde y estira su cuerpo, la playera subiéndole a los muslos felizmente.

Está tan felíz que cierra los ojos tranquilamente mientras un inmerso silencio se apodera del lugar.

Unos estrepitosos truenos suenan en el exterior de la cabaña, sobresaltada Zafiro se levantada agitada y su frente llena de sudor.

—Sólo fue una pesadilla.-susurra mientras ve por la ventana como la lluvia sigue sin parar y el viento se hace presente en su habitación.

Revisa su celular mirando la hora. 02:18 de la madrugada.

Otro trueno suena salvajemente afuera haciéndola parar rápidamente de su cama. Toma la frazada y se envuelve en ella.

Tiene miedo.

No sólo por los truenos de a fuera sino que también por los sueños horribles que tenía hace un momento.

No quiere estar sola.

La oscuridad es lo único que se alcanza a apreciar a fuera, todo el bosque está agitado por las ráfagas de viento y la lluvia.

Zafiro se dirige rápidamente hacia la habitación de Tom.

Duda en tocar a su puerta, y voltea hacia el pasillo, mera oscuridad es lo único que ve.

Toca levemente la puerta con su nudillo.
Nada.
Seguramente está dormido, piensa mordiéndose el labio.

Abre lentamente y con cuidado la puerta, un chirrido suena al momento de abrirla y no ve más que oscuridad dentro de la habitación.

—¿Tom?-susurra en tono bajo mientras trata de forzar la vista para ver algo.
Busca a tientas la cama y siente un bulto entre las frazadas.

Toca un poco más y se da cuenta que es un pie.

Uff, Santo Cristo, Zafiro sucia.
Tom se remueve en la cama.

—¿Tom?

Esta vez si la escucha y se despierta, se frota los ojos y prende su lámpara.

—¿Zafiro? ¿Estás bien?-pregunta preocupado viendo a la pálida chica que tiene enfrente.

Ella asiente y luego niega con la cabeza, los ojos cristalizados.

—No...no puedo dormir.

Tom se endereza sentándose en la cama y piensa en una posible solución, sin embargo, ella responde antes de hablar.

—¿Puedo dormir contigo?-dice con la voz entrecortada.

—Claro, claro, ven aquí.

Tom trata de acomodarse más a la izquierda mientras ella rodea la cama y se acuesta del otro lado tímidamente.

—Lo siento...

Tom niega mientras le da una sonrisa reconfortante y le acomoda un mechón de pelo detrás de la oreja con calidez.

—No te preocupes, voy a dejar encendida la luz, ¿está bien?

Ella asiente mientras se tapa con la frazada de él, el olor de su perfume impregna dentro de sus fosas nasales, huele delicioso.

Tom se acomoda de perfil de tal forma que recarga su cabeza en su brazo mientras con la otra le acaricia el brazo de la chica con suavidad.

—¿Le temes a los truenos?

—No, es sólo...tenía pesadillas y la oscuridad y la lluvia no ayudan mucho que digamos.-susurra.

—No te preocupes, aquí estoy.

Zafiro trata de relajarse con el toque del hombre, y cierra los ojos disfrutando sus caricias.
Ella no quería dormir con él en su primer cita, pero henos aquí.

El ojiazul miraba con suma delicadeza a la chica que tenía a su lado, se miraba tan indefensa y frágil, su piel blanca resaltaba dentro de la pequeña iluminación que había en la habitación. Era un momento tranquilo, pese a que en el exterior la lluvia se extendía visiblemente.

—¿Zafiro?

—Mmjm.

—Eres hermosa.

La chica adormilada abre los ojos lentamente, esa mirada caoba tan especial y brillante le resultaba preciosa.

—Tú eres hermoso.-dice adormilada.

Tom ríe suavemente, mientras trata de acercarla hacia él, de modo que ella queda recostada sobre su brazo extendido, juntando sus cuerpos y dándose calor.

—Me gustas mucho, Zafiro.

Pero la pelirroja ya no escuchó esto último, pues quedó profundamente dormida ante los brazos y el calor del señor H.



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Nuevo capítuloooo.✨

Les mando saluditos

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Les mando saluditos.
_misspearl_🤍

Óleo | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora