"Pinto con alegría, con la misma alegría que usted hace el amor con una mujer"
- Pierre-Auguste Renoir (1841-1919)
Un pintor misterioso y una chica pelirroja descubren lo que es el amor mediante el arte y el misterio, pero...
¿Qué tan dispuestos est...
La luz entra y resplandece todo la habitación, el sonido de las aves provenientes de a fuera se escuchan a lo lejos y el zumbido del aire entre los bosques se perciben con serenidad en el lugar.
Tom se frota los ojos con su mano izquierda y bosteza suavemente, mira hacia su costado encontrándose entre sus brazos a una chica pelirroja, tiene los ojos cerrados y unas preciosas pestañas reposan sobre sus párpados. La boca entre abierta, y los labios rosados le llaman la atención. Se ve tan bonita dormida.
Tiene una mano sobre el pecho de Tom, donde se pueden sentir los latidos de su corazón. Le sonríe mientas acomoda unos mechones de su cabello que caen en la frente.
Busca en la cómoda sus gafas y revisa la pantalla de su celular.
La hora marca 08:27 de la mañana.
Y entonces se le ocurre la idea de prepararle el desayuno.
Con sumo cuidado trata de levantarse de la cama sin despertar a la chica, mientras la cubre con la cobija. Tom se estira y se dirige a la cocina a prepararle algo delicioso.
Una sensación de calor le invade en el cuerpo y la hace despertar, el sol está cubriendo toda la cama. Zafiro se despierta buscando a tientas otro cuerpo a lado suyo pero no encuentra nada. Se endereza enfocando la vista en el lugar donde está.
La habitación de Tom.
Se lleva una mano a la boca sorprendida.
—Oh por Dios, dormí con Tom Hiddleston.
Recuerdos de la noche anterior le llegan a la mente mientras se queja internamente por lo miedosa que fue.
Un pensamiento le llega a la mente. ¿Y si ya se fue, y si me dejó aquí? Rápidamente se levanta, buscándolo por la cabaña, tocando la puerta del baño y entrando a su habitación, nada. Se dirige a la sala y nada.
Escucha el sonido de una sartén proveniente de la cocina.
Tom está cocinando.
Trae puesto una camisa blanca y un mandil. Concentrado en la estufa y revolviendo lo que parecen ser huevos, mientras el sonido de la licuadora se enciende.
Zafiro se sienta en unos de los taburetes de la barra mientras lo ve en silencio y con una gran sonrisa moverse entre la pequeña cocina. Tom está tan inmerso preparando el desayuno que no nota la presencia dd la pelirroja detrás suyo.
Una vez que el contenido de la licuadora está listo, lo sirve en un par de vasos y es ahí que se percata de la pequeña chica sentada en la barra.
—Oh.
—Se ve delicioso.
Tom sonríe grande medio apenado medio orgulloso de su comida.
—Es un batido de manzana y mango.
—Si, también se ve delicioso.-dice la chica mirándolo coquetamente.
Las mejillas de Tom se enrojecen levemente al darse cuenta de lo que quiso decir.
—¿Amanecimos de buen humor?
—Dormí muy bien.-dice sonriéndole.
Tom continúa preparando el desayuno mientras la chica prueba su batido.
—Mmm, está súper rico.
—Espero que tengas hambre, no sabía que te gustaba así que hice un poco de todo. Me gustas tú, pensó sonriendo.
—¿Si pudiste dormir? Estabas muy nerviosa en la madrugada.
Zafiro se frota los brazos mientras le contesta.
—Si, lo siento...tenía horribles pesadillas y estaba muy oscuro todo. Me sentía sola. Tom la mira de reojo mientras acomoda los platos en la barra. La chica se ve un poco afligida y su sonrisa se le borró del rostro mientras un silencio breve recae en la habitación.
—Sabía que terminarías durmiendo conmigo, te dije que era irresistible.-bromea para aligerar el momento. Zafiro le sonríe tímidamente.
—Listo, vamos a desayunar.
Un par de platillos coloca sobre la barra, uno con tocino y huevo, otro con tostadas de pan y mermelada, omelette, y un par de bollos con fruta asoman en el resto de platillos.
Todo se ve delicioso.
—No tenía idea de que fueras tan bueno en la cocina.-dice probando un poco del omelette y dándole un trago a su batido.
—Tengo un par de trucos bajo la manga.-dice dándole un guiño.
Después de probar un poco de todos los platillos, Tom se animó a preguntarle qué es lo que la tenía tan mal el día anterior.
—¿Zafiro, puedo preguntarte algo?
—Lo acabas de hacer.-dice riendo.
—Ok, una más.–dice levantando su dedo índice.
Ella asiente permitiéndole la palabra.
—¿Cuál fue la razón de tu temor ayer?
—Oh...
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¡Hola! Primero que nada, me tuve que ausentar varios meses por cuestiones de trabajo y universidad, el tiempo ya no me daba :( Sin embargo, trataré de seguir activa por aquí, empezaré a subir capítulos nuevos poco a poco, ténganme paciencia🥺
Segundo, estoy muy feliz con el apoyo que me han estado brindando durante este tiempo con la novela, hago mi mejor esfuerzo para traerles esta historia, lxs tqm.🤍
Les dejo un gif de este bombón cocinando, ¡gracias por su paciencia!
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