VI

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¿Cómo podría vengarme?
Digo, no tengo ninguna manera o medio para ello…
Aunque… ¿De verdad es necesario?

Lo haré después, primero tengo que asegurarme que ambos estén bien.

4:13 am, el frío azotaba cada rincón de las calles levantando una gran ola de sufrimiento a aquellos que por X o Y motivo se encontraban en la calle a esas horas.
Fuera por trabajo o lo que sea, es una tortura que no se le desearía a nadie.
Algunos por suerte cargaban con prendas abrigadas para contrarrestar el frío, mas sin embargo otros estaban condenados a sufrir de tan horrible momento.

Por suerte este no era el caso de padre e hijo.

Solazar estaba profundamente dormido en su cama. Tenía suerte de ser una llama viviente pues mantenía una alta temperatura que casi de inmediato calentó toda su cama como si hubiera estado ahí hace horas.
Vamos, una antorcha viviente.

Agoti tenía la misma suerte pues 2 de sus 3 mantas son peludas por dentro así que su calor corporal se retenía perfectamente. Además, su cama estaba bastante alejada de la ventana y la puerta por lo que la brisa fría no tenía nada que hacer ahí.

… lastimosamente no todos tienen la misma suerte.

Tabi, quien había estado desde la madrugada sin dormir comenzaba a tambalearse por la falta de sueño, pero el arrasador frío que llegaba de repente le hacía temblar e interrumpía su sueño.

Era consciente que, en algún momento caería dormido, pero rogaba que fuera rápido porque no aguantaba ya tanto sueño.

El frío no era mucho problema pues estaba acostumbrado a las nevadas en su país natal, pero era demasiado molesto que de repente una ráfaga de viento lo sacudiera todo.

En serio, era muy molesto.

Su brazo seguía en la misma posición. Al final no fué capaz de retirarlo y simplemente se conformó con que al menos su mano estaría caliente.

– Dios… no entiendo cómo duerme si mi mano es literalmente hueso… ¿Acaso no le lastima la textura rugosa? – se cuestionó.

Aún así no quiso darle demasiadas vueltas, o más bien no pudo pues lentamente su vista comenzaba a nublarse.

El sueño estaba ganando.

Se sintió muy pesado, tanto que no pudo aguantar más mantenerse en esa posición por lo que dejó caer gentilmente su cabeza contra el colchón de la cama de Agoti. Aunque estaba en una posición levemente incómoda debido a que tenía que flexionar algo más su brazo derecho no le molestaba en absoluto.
Aunque bueno, ¿Qué te va a molestar cuando estás a punto de desmayarte por el propio sueño?

Finalmente su vista ya se hacía totalmente negra. Ya no veía nada, sólo una aburrida pantalla negra.

– Quizá… pueda… dormir un poco… – es lo único que pudo decir.

Finalmente Tabi se rindió ante el sueño apagando el brillo de sus ojos y dejándose llevar por el pesado pero necesario sueño.

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Ngh… maldita luz… – dijo.

10:37 am, el pelinegro abrió muy lentamente sus ojos tanto por el horrible brillo de la mañana como por el tacto de una suave piel contra su mejilla derecha.
Sentía una presión ahí, muy leve pero la sentía además que no sentía sus brazos moverse.

FNF - Betrayal [Tabi & Agoti] CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora