XIII

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...
Las cosas van bien, por suerte.
Tabi está en perfecto estado... pero...
Siento que algo lo reprime...

...
¿Qué le pasa?

...

Algunas cosas han pasado en el poco tiempo que Tabi lleva internado. Su brazo ha mostrado mejoría, y mentalmente está un poco más tranquilo que antes.
Si, un poco por no decir casi nada.

Aunque Agoti, Solazar y Aldryx venían a visitarlo muy a menudo el trabajo llegó a trabarlos demasiado, tanto que pasaron una semana entera sin visitarlo.

Aunque ya podía irse, por seguridad el hospital le hizo quedarse al menos un par de meses más.

Ya llevaba allí casi 3 meses.

Su relación con Agoti era ya oficialmente de grandes amigos, veía a Solazar como la figura paterna que nunca tuvo y Aldryx era un buen amigo.
Por suerte todo iba bien.

Ahora mismo Tabi estaba en su cama leyendo un libro de literatura en ruso. Aunque sabía hablar perfectamente español e inglés el ruso siempre fué su lenguaje característico, además que confundía mucho el inglés con el español escritos.
Su lectura era muy tranquila, y la taza de té que lo acompañaba le daba ese toque tan calmado que necesitaba.

No era muy fan de entretenerse con la tele o ver cosas en su móvil, más bien era alguien que disfrutaba de un buen libro.

Todo un nerd vaya.

Las 3pm dieron casi de inmediato, por lo que el almuerzo de Tabi venía en las manos de una enfermera.

La misma tocó la puerta de la habitación dándose a entender que quería entrar. Un suave "pase" le dió el boleto para entrar y dejar la comida a un lado de la cama de Tabi.

- Aquí tienes tu almuerzo chico. - dijo la enfermera. - Te hicimos tu favorito a petición del gran Agoti. Hoy vendrán a visitarte. -
- Oh, ¿En serio? -
- Síp. Espero que te comportes muy bien. Sé que eres obediente y educado pero no sobra decirlo. -
- Vale, vale. Gracias. -

La enfermera dió una pequeña reverencia y se fué del cuarto dejando al ruso únicamente con su libro y el almuerzo.

¿Y qué tenía de especial ese almuerzo?
Bueno...

Carne asada con arroz, papas fritas y una manzana, además de una lata de soda.

Si, era muy simple, pero a Tabi le gustaba lo simple. Además, era lo poco que sabía cocinar Agoti, y comer ello le recordaba a esas tardes donde el pelinegro casi incendiaba su casa por enésima vez.
Le daba risa, y a la vez lo ponía muy alegre.

Era como estar allí de nuevo.

Sin problemas, sin quejas, ni reclamos o dolor.
Simplemente... era feliz.
Dos chicos pasándosela bien, contándose anécdotas y comportándose como unos completos idiotas.
Algo que Tabi lastimosamente nunca sintió.

Su infancia dura le obligó a madurar, sin tener aunque fuera algo de diversión para decir que fue una "buena infancia". Trabajo, labores y responsabilidades.
Si no cumplía alguna su "felicidad" se iba.

Pero... ahora con Agoti las cosas eran diferentes.

Podía ser feliz sin la necesidad de estar trabajando 24/7. No tenía tantas responsabilidades y lo poco que debía hacer era bastante fácil.
Además, podía charlar con alguien finalmente, y ser el jóven que siempre quiso pero nunca pudo ser.

FNF - Betrayal [Tabi & Agoti] CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora