FNF - Betrayal [Tabi & Agoti] CANCELADA

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️¡ATENCIÓN!

Éste capítulo no es necesario que lo leas, pues no contribuye nada a la historia principal.
El capítulo se centrará en el maltrato y el sufrimiento físico-psicológico de nuestro protagonista ruso.

Si eres alguien sensible o que no le gusta leer cosas muy pesadas, por favor, no leas este capítulo.

Gracias por tu atención.

PUEDES SEGUIR TU LECTURA TRANQUILAMENTE AHORA.

Suerte.

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Un joven peliblanco de ojos azules corría por las calles con desesperación. Las lágrimas brotaban de sus ojos a la par que sus zapatillas golpeaban la húmeda acera levantando gotas de agua por doquier. El sol, oculto entre un enorme manto de nubes grises daba un mal augurio que ni el más valiente sería capaz de cuestionar.

Algo ocurriría.

La gentil lluvia mojaba su cuerpo entero, haciendo que su apariencia se viera aún más demacrada y destrozada. Tal como se sentía en ese momento.
Sus pasos, aunque fueran rápidos se sentían pesados y dolorosos, como un preso cargando con la condena de asesinato.
Sus pobres chillidos y sollozos los callaba con un mordisco a su labio inferior intentando consolarse a sí mismo, algo que no funcionaba y, en cambio hacía sangrar su pobre labio rosa pálido.

¿Qué estaba pasando?
Jo, más bien qué NO estaba pasando.

A pesar de que fueran las 12:31 AM sentía como si todo su día se hubiera ido a la basura.

Primero, a las 9am su universidad le había dado los resultados de su semestre, informándole de que debería repetir el mismo para poder graduarse debido a sus bajas notas académicas.
Ésto fué un golpe duro; el ruso no tenía el dinero suficiente para pagar otro semestre de estudios, y estaba a literalmente la vuelta de la esquina para graduarse y ser por fin un compositor certificado con título.

Bastante desanimado tomó aquellos papeles y se dirigió a la casa de su amada novia; la hija menor de la familia de demonios "The Dearest".
Ya tenían tres años de relación y todo iba perfecto; nada de peleas, nada de problemas, nada.

A paso desilusionado cerró la entrada a su hogar y bajó por las escaleras del edificio donde residía. Salió con pesadez del edificio y emprendió una caminata a la casa de su amada.
Cargaba consigo un par de jeans azul oscuro, zapatillas negras, camiseta blanca y una gorra negra con estampado de oso que dejaba escapar varios rizos y mechones de su esponjoso cabello blanco.

En todo el camino no dijo o hizo nada, sólo se limitó a caminar.
El saber que tendría que reiniciar sus estudios era un trago muy amargo, pero lo era aún más el saber que no tenía el dinero suficiente para pagar esos gastos, así que su graduación como compositor profesional iba a tener que esperar.
¿Cuánto? No tenía ni idea; quería pensar que sería poco, pero algo dentro suya le decía que iba a ser un largo tiempo.