VIII

309 32 24
                                    


A ver, ¿Cómo te haces amigo de alguien?
¿Le hablas y ya?
O… ¿O acaso es por probabilidad?

Soy un asco en ésto.

Agoti seguía en esa misma posición, sólo que ahora tenía los ojos cerrados como si estuviera durmiendo. Aunque realmente estaba descansando; algo así como dormir totalmente consciente de todo lo que ocurre a tu alrededor.

Un par de horas habían pasado desde que Tabi se había dormido y ahora mismo el Venom tuneado no tenía mucha idea de qué hacer.

Usualmente se ponía a jugar sus videojuegos de niño rico o algo, pero, simplemente no le interesaba.

¿Tal vez chatear con alguien en redes sociales? Tampoco.

Quería que Tabi despertara.

Quería socializar con él e invitarlo a una partida en sus videojuegos.

Quería forjar una amistad con él.

Quería que fueran inseparables.

Puede que no necesariamente en ese orden…

Sumido en su cabezota de juvenil no se dió cuenta que Tabi comenzaba a despertar hasta que abrió sus ojos viendo que el antes mencionado estaba bostezando. Tanto la calavera como la quijada tenían colmillos enormes, y Agoti aún no se sentía del todo cómodo teniendo a un animal capaz de arrancarle un brazo a alguien fácilmente de su lado.

Seguro está exagerando, ¿Qué tan malo puede ser?

Bueno… esquivó la puñalada de un sujeto. Mínimo es alguien peligroso.

Tabi sacudió su cabeza y vió a Agoti sentado enfrente suya con aquél peluche de gato sobre sus piernas.

Le parecía una escena bastante graciosa, pero no rió para nada.

Al final sí que era amargado.

– Ey, hola. Lamento haberme quedado dormido… – Tabi bostezó de nuevo. – ¿Hay algo que quieras hacer? –
– Hmm… ¿Te gustan los videojuegos? – idiota, ¡A todos los adolescentes les gustan los juegos! ¿Cómo vas a preguntarle eso-
– No, la verdad no me gustan. –

¿Qué?

Pero…

¿Cómo es que a un adolescente no le van a juntar los videojuegos?

¿Acaso jamás jugó alguno? ¿Acaso en Rusia son ilegales? ¿Acaso sus padres le odiaban?

La última pregunta sobraba…

– ¿Qué? ¿Por qué? –
– Eh… no lo sé. Para mí son una pérdida de tiempo. –
– ¿¡PERDIDA DE TIEMPO!? PFF. – Agoti estuvo a nada de estallar en risas, pero la mirada honesta e inocente de Tabi le detuvo. – Espera, ¿Lo dices en serio? –
– ¿Tengo cara de mentir? –
– Literalmente no tienes cara. –
– Ah, claro. Maldita calavera. –
– Aún así voy a suponer que la calavera cuenta como tu cara. Ahora, respondiendo a tu pregunta… un poco. –
– Bruh. –
– Vamos, no puedes hablar en serio. ¿Entonces qué hacías de pequeño? –
– Bueno… mi madre sufría de cáncer así que tuve que cuidarla. Mi padre nos abandonó así que tenía que estudiar y trabajar al mismo tiempo. – Tabi suspiró. – Luego pasaron varios eventos y ella… bueno… no ganó la batalla… –

FNF - Betrayal [Tabi & Agoti] CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora