Capítulo 17

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FAVOR DE LEER MENSAJE DEL FINAL.

Para el domingo ya sentía que estaba perdiendo la cabeza.

Su malestar había mejorado, pero estaba seguro de que estaba sugestionándose bastante y no podía tranquilizarse en absoluto.

Sus papás habían planeado una tarde romántica, al parecer, pues ambos compartían un íntimo momento en su patio sin haber invitado al menor, pero él no estaba en posición de ofenderse.

Resignado a pasar su tarde solo con su cabeza, se dispuso a ver una película en su habitación.

Se dirigía a la cocina para preparar algo para ello cuando alguien tocó la puerta.

- ¡Yo atiendo! – avisó a sus padres, dirigiéndose a abrir.

Se congeló en cuanto lo vio.

No sabía que era lo más llamativo de la situación. No pudo decidirlo.

Kun le sonreía brillante a la vez que le extendía un oso de peluche de al menos la mitad de su alto.

- Hola, bebé –

El menor miró sobre su hombro y lo empujó para salir y cerrar la puerta tras él

- ¿Qué estás haciendo aquí? –

- Te ves increíble – elogió, mirándolo completamente - ¿cuánto tiempo ha pasado? –

- Tres días – bramó - ¿qué estás haciendo aquí? –

- Vine a ver cómo estabas – se encogió de hombros – ya sabes, a saludar –

- Hola – dijo dándole la espalda.

- Espera, te traje algo –

- Kun – lo miró nuevamente - ¿qué es lo que quieres? –

- Ya te lo dije – insistió – vine a ver como estabas, a saludarlos – se inclinó un poco hacia él – a ti y a mi bebé –

Jisung negó alarmado y lo sostuvo por los hombros.

- No es lo que piensas, fue un mal entendido, yo no estoy... -

- Ya sé que puede ser un mal entendido – rodó los ojos – pero también puede no serlo –

- ¿Y solamente asumiste que no lo era? – lloriqueó – por favor no hagas esto más difícil de lo que ya es –

- Déjame ayudarte –

- No quiero tu ayuda –

- ¿Por qué no? –

- Porque estás tratándome como si fuera tu ex novio – lo apuntó – tú y yo ni siquiera tuvimos algo, y agradece que soy bien educado y no estoy tratándote como tú y yo sabemos que mereces –

- Lo siento –

- Debería llamar a mis papás y decirles que quiero que te vayas, porque aparentemente no entiendes que no quiero que estés aquí. Haces que me sienta enfermo –

- Tal vez es el bebé –

Jisung suspiró frustrado y negó.

- No hay tal cosa, y deja de decirlo porque ellos pueden escucharte –

- ¿No se los has dicho? –

- ¿Qué se supone que les diga? Ni siquiera lo sé y estoy seguro de que no es así –

- ¿Y no quieres averiguarlo? –

- Sí quiero, pero quiero hacerlo solo. No te necesito jodiendo mis nervios en lo que ha sido el momento más difícil de mi vida –

El mayor suspiró tranquilo y se acercó a él.

- Jisung, sé lo que hice ¿sí? – apretó los labios – no puedo pedirte que me perdones porque sé que crucé la línea –

- ¿Ajá? –

- Pero este es un asunto de ambos y, no importa lo que digas, los dos sabemos que sería mucho más sencillo para ti si yo te ayudo con esto –

- No te ofendas pero ¿cómo exactamente podrías ayudarme? –

- ¿Tienes el número de algún buen doctor? Porque yo sí – lo miró serio – y en caso de que sí estuviéramos en espera, también conozco obstetras, pediatras, puedo pagar un buen hospital y tengo un departamento lo suficientemente grande para los tres, sin contar que nunca más en tu vida tendrías que hacer otra cosa más que dedicarte a ello. Ni siquiera tienes que pensar en mí –

El menor lo miró enojado.

Lo odiaba. Odiaba haber sido usado así. Odiaba que Kun lo hiciera sentir tan vulnerable.

Odiaba que lo estaba haciendo sentir un poco más seguro.

Claudicando contra sí mismo, dejó caer la cabeza en el hombro del mayor y comenzó a llorar desconsolado.

- Tengo mucho miedo –

- Ya sé – susurró, arreglándoselas para corresponder sin dejar caer el oso – por eso mismo no tienes que hacerlo solo. Yo estaré contigo si me lo permites, y te prometo mantener mi distancia para no fastidiarte –

- No entiendo – se incorporó para mirarlo - ¿qué ganas tú con todo esto? –

El chino sonrió suavemente y sus ojos brillaron.

- Éste es uno de mis más grandes sueños en la vida – admitió – y sé que tal vez a ti no, pero me hace muy feliz saber que, de todas las personas con las que he estado, seas tú la posibilidad de que suceda –

- Eso es extrañamente lindo – sorbió su nariz – gracias –

- Gracias a ti – sostuvo su mano.

Lo estaba sosteniendo. Por fin, alguien además de él, se estaba haciendo cargo también.

El menor limpió sus mejillas y sonrió.

- Tal vez me arrepienta, pero quiero que sepas que lo hago porque mis papás empiezan a sospechar y yo no quiero perder la dignidad contándoselo a nadie así que... -

- Sí – asintió satisfecho – me gustaría pasar un rato –

El otro lo miró por un segundo antes de suspirar profundamente y abrir la puerta para ambos.

Al menos ya no estaba solo.

Kun no lo soltó en ningún momento.


Nada más para aclarar, Jisung NO confía en Kun. Pero imagínense estar en su lugar. OBVIAMENTE tiene miedo. El hecho de ya no tener que hacer eso solo le quita un gran peso de encima.

Otra cosa. Ellos llevan aproximadamente dos semanas sin hablar. Cuando Jisung dice que han pasado tres días se refiere a que han pasado tres días desde que lo vio con el otro muchacho y lo ignoró.

Love, love, loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora