Mayor Engaño.
Prólogo.
El cuchillo se clavó con facilidad en la pared de madera. Luego me detuve a pensar, y recordé que ahora tendría otro agujero más en la maldita choza en la que vivo y los gusanos ya no tendrían que entrar solo por la puerta. Refunfuñando, sequé el sudor de mi frente con la última toalla de papel del mes. Ahora no tendría ni para limpiarme el culo, pero agradecí eternamente que este día sea el último día.
Hoy me marcharía.
Hoy cumplía oficialmente dieciocho. Podía irme a tomar por culo de este lugar.
Casi nadie salía de aquí, y yo tenía el maldito privilegio.
Moví mi cabello castaño oscuro hacia atrás para arreglarme mientras miraba al roto cristal que reflejaba mi figura en él. Mis ojos cafés analizaron a puras penas mi cuerpo sucio, la ropa rota, mi cabello apagado... Mis manos se movieron hacia delante y tumbaron el cristal, haciéndose añicos al estrellarse contra las rocas a las que yo llamaba suelo. Volteé, con una sonrisa satisfecha y caminé hacia la puerta para ir al bar antes de irme. Al salir tomé mi cuchillo y lo guardé en la sucia bota que llevaba puesta. Caminé por mi aldea, esa que cada vez que pasaba me miraban de la forma más despreciable posible por los acontecimientos de un año atrás, por mi trabajo y por los celos que la mayoría me tenían por irme a vivir a Presente.
Mi mundo, en el que nací y me crié: Pasado. Un lugar que todos los días de todo el año hacía miles de grados y tenías suerte si no te derretías. Los trabajos escaseaban, no era fácil conseguir dinero. Muchas veces tenías que estar días y días trabajando para comprar un pedazo de pan o pagar el pasaje al río y traer un cubo con agua estancada. Eran familias numerosas y casi todo el tiempo la gente moría de hambre, muchas personas perdían familiares por ese tema. Hasta en un momento, según dicen las leyendas, hubo una época oscura donde los habitantes de la aldea eran caníbales. Genial.
El mundo al que me iba a mudar por mi trabajo tan duro: Presente. Ese lugar tenía un clima tan templado, el dinero era accesible. Podías estudiar para trabajar, había gente buena que te prestaba dinero, otras que te refugiaban hasta que lo consigas, o hasta había lugares donde te daban aquello gratis a cambio de una ayuda. Allí había reglas y un gobierno, colegios para todos, había formas de no tener hijos, todos se conocían y se ayudaban, había coches, y no tenías que trabajar todo el día para conseguir algo.
Un mundo al que era imposible adentrarse: Futuro. Todo era malditamente blanco. Nieve por todas partes, temperaturas muy pero muy bajas, reyes y reinas, extraños animales. Para vivir ahí, tendrías que tener el dinero que no tendrías ni ahorrando hasta el día de tu muerte. Allí solo habitaba la realeza, gente de Presente importante, los regentes de Presente y los elegidos por la naturaleza para vivir entre los copos de nieve.
ESTÁS LEYENDO
Mayor Engaño © [TERMINADA]
FantasyPrimer libro de una bilogía [Bilogía Contradicciones]. La reina de los dioses. Hera Zabat era una simple chica que vivía en un mundo dividido en tres (Pasado, Presente y Futuro), y para su mala suerte, ella vivía en la peor de esas partes. Vivir e...