𝟓

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No le quedó más remedio que seguir al sujeto de cabello plateado, dejando a Sebek y a Lilia atrás.

El castillo tenía un aura lúgubre y helada, hasta juraría que hacía más frío dentro que fuera del mismo. Era tan silencioso que podía oír sus pasos resonar contra el piso y hacer eco.

Su corta caminata por los pasillos del fue bastante... Tranquila, por decirlo de algún modo. Silver no parecía ser tan conversador como Lilia, ni tan escandaloso como Sebek, únicamente lo miraba de reojo de vez en cuando para asegurarse de que no se hubiese quedado atrás.

A Yuu no le molestó. Ciertamente, no estaba de mucho ánimo para mantener una conversación, su mente aun estaba procesando todo lo que había ocurrido, y hubo otras cosas que le llamaron muchísimo más la atención.

Como por ejemplo, el hecho de que los pasillos estaban completamente oscuros, pero a medida que iba caminando, velas se iban encendiendo por sí mismas, iluminando su camino. También escuchaba lo que creía era una máquina rugir y hacer girar sus engranajes, y no pudo evitar pensar en qué podría ser.

No te quedes atrás —Escuchó a Silver decirle, arrancándolo de sus pensamientos—. Podrías perderte fácilmente.

S-Sí —Contestó abofeteandose mentalmente y acelerando el paso.

Cuando lo alcanzó, detalló a Silver por algunos segundos. Notó que cargaba una espada, y no pudo evitar tragar grueso.

Pero, intentó ignorar el arma que fácilmente podría cortarlo en dos y ahondar un poco más en por qué le pareció tan familiar. Al principio no tenía idea de por qué, pero después notó sus orejas.

Eran redondeadas, justo como las suyas.

Y no pudo evitar que la curiosidad le ganara.

Disculpa... —Le llamó tímidamente.

¿Qué ocurre? —Respondió deteniéndose y dirigiéndole la mirada—. ¿Te sientes mal?

No, no es eso... —Contestó—. Yo... Quería preguntar si eres humano.

Sí, lo soy —Respondió con simpleza, retomando el paso—. Me pidieron que te escoltara, el joven amo pensó que te sentirías más cómodo si otro humano te acompañaba.

Oh, ya veo...

Pero, ¿qué demonios hacía un humano en un lugar así?

Aquí es —Dijo deteniéndose frente a una de las tantas puertas del castillo. Tomó la perilla, la abrió, y el cuarto que permanecía a oscuras de repente se iluminó por arte de magia. 

Yuu asomó su cabeza tímidamente para explorar la habitación, y sus ojos se ensancharon con sorpresa al verlo.

¿E-Estás seguro de que este cuarto me corresponde? —Preguntó pasmado, sin podérselo creer.

¿No es de tu agrado?

¡N-No es eso! ¡En lo absoluto! ¡Es completamente espectacular! ¡Es solo que...!

Un cuarto considerablemente espacioso, con una cómoda cama, una enorme ventana, un escritorio, varias lámparas y las paredes impecablemente pintadas.
Incluso había algunas pinturas colgadas, y la estatua de un dragón en una de las esquinas.

Sin goteras, y sin cucarachas ni ratas corriendo de un lado a otro.

Nunca había estado en un cuarto tan limpio, ni tan bien mantenido. Diablos, ni siquiera recordaba haber dormido en una cama que se viese tan cómoda.

𝘽𝙡𝙤𝙤𝙙𝙮 𝙏𝙚𝙖𝙧𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora