me iré

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Mucho tiempo había estado Chuuya siendo la compañía de Dazai, tanto que parecían ser uno solo... No todo fue tan bello ni amor a primera vista, aquel sentimiento se había formado por el tiempo, escondido en una amistad extraña, en un enamoramiento que pareciera ser unilateral y a la vez tan obvio de ser correspondido... Pasando por ese tironeo de expresarlo y ocultarlo, hasta que finalmente llegó ese momento tan anhelado y lindo, dónde expresar ese amor era del diario y parecía no tener fin... Dónde las discusiones ni las diferencias de opinión importan, ni herían tanto...

Dónde las banderas rojas, son color rosa, son pequeñas diferencias que el amor puede cambiar... No hay nada de te diga que ese amor no es para ti. Que por más que a veces veas las señales no las sigues porque ese bello momento, esa gran satisfacción y cariño... Podría acabarse.

Todo es tan hermoso y perfecto en ese momento, amando con locura, deboto y de forma obsesiva...

Hasta que poco a poco el amor se va... La cotidianidad se expande por toda la habitación...en el trabajo... En la plática...en la cena... Y de pronto... Ya no hay un buenos días amorosos, ya no hay una comida juntos, el trabajo ahora es trabajo solamente... Las buenas noches solo son noches tibias que pronto y poco a poco a Chuuya lo hacen notar la realidad...

Sin embargo Chuuya ama con todo su ser, no sé quiere dar por vencido, está convencido de que ese amor está ahí solo que ha perdido su fuerza... Y empieza a buscar maneras de llamar la atención de Dazai, de que lo note, de que lo vea, de que recuerde por qué se enamoró... Que lo vea lindo, que lo vea especial... Que lo vea como alguien que puede entender todo de él, como al único que necesita, como quién lo ama infinitamente.

Haciendo de todo, haciendo lo que ordena, dandole su espacio con sus amigos  y a su vez haciendo la soledad y vacío de Dazai como suyas, caminando hacia la oscuridad de su alma para perderse en ella. Y lo sabe, sabe que es hondo, profundo, depresivo, doloroso y desolador; pero no importa, nada de eso importa si es Dazai, si el estaría con él por la eternidad, de alguna manera Dazai haría más interesante el infierno y lo sabe, porque sabe que fue a ciegas por su cuenta.

Y después de tantos intentos... Es deprimente...es cansado... Es doloroso  el no ser notado es cansado y humillante... Que el esfuerzo sea en vano, ser ignorado, e insultando y Dazai se alejaba más, utilizando el trabajo como una excusa para marcar distancia, para no lidiar con su relación aburrida y estresante, olvidando que Chuuya estaba dispuesto a hacerle frente a todo aquello que Dazai traía consigo.

Dazai se olvidó de todo eso, regresaría a dónde sabe y quiere estar, en la oscuridad... Cansado de todo, rendido ante cualquier esperanza, donde morir era la mejor opción.

Dazai sentía tan abrumadora la demanda de amor de Chuuya, su extensa preocupación por él, que no lo soportaba, necesitaba su espacio, no quería nada de Chuuya más que alejarlo... Alejarlo a su manera.

Y así fue, Dazai terminó con Chuuya, en una horrible pelea donde las lágrimas y la sangre se vieron reflejadas, "ya no te amo" "sin ti estoy bien", "estuve bien sin ti" palabras que destrozan a cualquiera que ama tanto a una persona.

Y Chuuya se fue después de ello, lloró lo que necesitaba y partió, tal vez no muy lejos como para no volver a ver a Dazai pero si tomar distancia, con el corazón destrozado enfrentó lo demás de su vida... Todo parecía ir bien, todos creerían su farsa de estar bien, cuando el grito de desesperación, de dolor y terror estaban dentro de él.

Chuuya nunca sería dependiente de nadie más, al menos eso pensó... Se reconocía como alguien inteligente y fuerte en ese sentido... Pero Dazai era la excepción y todo eso no era más que una mentira, todo aquello con Dazai era dependencia, obsesión y posesión enfermiza; todo envuelto en un amor que se negaba a soltar. Dazai era toda aquélla oscuridad que Chuuya no permitía ver a los demás, Dazai le permita sentir confianza de sentirse sucio y enfermo; Ser aquel loco obsesivo y posesivo que solo necesitaba de Dazai para vivir.

Y todo se fue... Dazai iba y regresaba en la vida de Chuuya como se le venía en gana, total... Siempre sería bienvenido por el amor enfermizo de este. Dazai podría decir cualquier cosa sobre su nueva vida y a Chuuya le tocaba tragarse el dolor de verlo... porque era mejor ese sentimiento que el de saber que no volvería a ver a Dazai.

Dazai no quería dejar ir a Chuuya, pero
ya no lo amaba... Solo lo quería... Quería el amor de Chuuya el mismo de todos los bello días, pero no quería a Chuuya para todo ni para amarlo...solo para quererlo, para poseerlo, para el mismo, como algo que le pertenece y sabe que nunca lo dejara aún si todo el mundo estuviera en su contra.

Es obvio que las cosas eran enfermas, el nivel de dependencia era enorme, y cada vez parecía más un chiste para Dazai pensar que un día Chuya se fuera, porque las peleas eran constantes, las discusiones por malos entendidos era tan amenudo y el poco interés eran el pan de cada día y aún así, Chuuya lo quería, aún así para Chuuya, Dazai era quien más lo entendía, con quién más podría dejar ser su oscuridad, y a la vez se sentía tan encerrado dentro de si como para decir todo lo que había en su interior.

Todo aquello que le molestaba de la nueva vida de Dazai, las cosas que le incomodaba incluso le hacía sentir la cosa más horrible e insignificante, tenía tantas ganas de reclamarle a Dazai... De gritarle su frustración al ver qué Dazai prefería estar con otras personas y ver cómo otras tantas estaban siendo atraídas por él y eso lo volvía loco...

Chuuya sabía que tenía que huir, lo sabía, lo sabía más que nadie, lo sabía desde aquella primera bofetada por las discusiones, desde el primer "te odio" sin querer, desde la primera vez que sintió la ausencia de Dazai en la relación.

Pero el amor-odio enfermizo que tenían era tan grande, la dependencia lo hacía pensar más en los buenos tiempos que aquellos que en verdad dolieron y así minimizando y casi borrando todo el sufrimiento que alguna vez sintió.

Había días en que Chuuya pensaba que lo mejor sería dejar todo como estaba, que si eso dejaba estar cerca de Dazai, estaba bien tener esas migajas de amor, tal vez en algún momento Dazai se daría cuenta de todo y todo volvería a la normalidad.

Pero muy dentro de si, sabía que eso no pasaría y solo estaba prolongando algo inminente que después sería mucho peor para poder afrontar.

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