El frío abrazaba a Chuuya que poco a poco recuperaba la consciencia, el dolor se hizo presente de golpe... No podía levantarse si quiera. Su cuerpo era un completo desastre, marcas y heridas estaban por todo su cuerpo, sus muñecas tenían marcas muy visibles
....el collar se hacía a su lado. Sentía dolor, impotencia, rabia de solo verlo. Nunca se había sentido más humillado.Las sábanas estaban manchadas de sangre y fluidos, se arrastró para girarse hacia la puerta... El lugar había cambiado, solo estaba él, el colchón, unas mantas y una lámpara. Instantes más tarde el cansancio venció a Chuuya y cayó nuevamente dormido...
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-Chuuya, brindemos en esta noche tan espléndida -exclamó Dazai, levantando su copa con una gran sonrisa
-¿Y por qué brindariamos? -el pelirrojo se sentó a su lado sonriendo con dulzura.
Ambos estaban en la azotea del edificio más alto de la mafia, deleitándose de la espectacular vista de la ciudad y de las estrellas.
-Por nosotros, ¡claro! -chocó su copa con la de su compañero.
Bebieron, sonrieron y entre besos húmedos y torpes terminaron por hacer el amor por primera vez a los 15 años.
Dazai se levantó-¡Chuuya Nakahara, te amoooo! -gritando a los cuatro vientos con una enorme sonrisa que le fue correspondida
-¡Eres un tonto! -Chuuya le dió un golpe en el brazo rojo de la vergüenza, lo había tomado desprevenido. Con puchero lo abrazo sin mostrarle su sonrojado rostro-Tambien te amo...
En ese momento Chuuya había terminado por caer completamente enamorado de Dazai.
-Chuuya, tendras todo de mi, tendrás mi vida, mi corazón, mi humanidad y espero que pueda compartir un doble suicidio contigo algún día- recitó Dazai mirando el amanecer, al fin había encontrado aquella chispa de vida que necesitaba y esa era Chuuya.
Y eso le bastó al pelinaranja para darle todo de él y ser tan leal como un perro.
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Abrió los ojos, hayandose en el mismo lugar, se cubrió con las sábanas recordando lo que había pasado y el contraste con su sueño. Haciendo que las lágrimas comenzarán a fluir nuevamente.
-dijiste que nunca me harías daño -susurró -dijiste que me harías feliz...¿Dónde está tu palabra de suicida?
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Entre el silencio y el llanto volvió a quedarse dormido, no tenía ni siquiera fuerzas para escapar. Solo rogaba que Dazai no hiciera lo mismo.
El sonido del metal lo despertaron, la luz se adentraba y una sobra se asomó por la puerta.
-Chuuya -Escuchó como eco -Aqui está un doctor, él te revisará...
Tras de él había un hombre vestido de blanco, no era Mori-san por supuesto, este se inclinó ante él en cuanto llegó a la orilla de la cama.
Con ayuda de Dazai levantaron a Chuuya haciendo un chequeo completo y por último revisar sus partes íntimas.
Nuevamente quedó acostado. El enigmático doctor le inyectó un par de antibióticos y analgésicos, lo que lo hicieron sentir muy cansado sin posibilidad de escuchar, ambos salieron del contenedor.
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-Tienes que llevarlo a un hospital para hacerle estudios de sangre y revisar su zona íntima con más detalle, es la parte más dañada... Debemos revisar que no tenga ningún desgarre interno. -dictó aquel hombre antes de marcharse, no sin antes tomar el maletín lleno de dinero.
Dazai regresó con el pelirrojo acariciando su cabello, esté tembló ante el acción pero estaba demasiado débil como para hacer algo más, mostrando una mueca de disgusto.
-lo siento Chuuya... -susurró Dazai de manera muy tenúe dándole un beso en su cabello -mañana por la mañana te llevaré a un hospital secreto- el pelirrojo solo podía dejar fluir sus lágrimas. -Estaré contigo, no te abandonaré -tomó su mano sintiendo el frío cuerpo de Chuuya, que lo hizo estremecerse y sentir miedo a que le pasará algo.
-Te quiero Chuuya, te quiero mucho... -Dazai se sentía culpable por lo que había hecho -pero... No te amo, no puedo. Lo siento.
Chuuya ladeó la cabeza no quería verlo le repugnaba su presencia, separó su mano y Dazai sintió el rechazo.
-Lo intenté pero ya no puedo sentir amor por nadie, pero te quiero y puedes estar seguro que te quiero más que a nadie. Eres especial para mí Chuuya, no me abandones... Tu no puedes abandonarme -Dazai dejó salir lágrimas de su único ojo visible, parecía estar arrepentido y ser sincero.
La situación era un desastre, las cosas habían pasado los límites de la cordura y la racionalidad, todo estaba roto y no había nada más que hacer. Chuuya quería escapar de ahí y para Dazai, la muerte era la única respuesta, si es que Chuuya aún pretendía abandonarlo.
El miedo más grande de Dazai era vivir sin Chuuya...
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Publicado 29 Julio 2023
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Me iré
Short Storyme iré... Te juro que me iré... Y espero que con eso, te des cuenta de lo mucho que te amaba...