De verdad me iré

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Y los meses se convirtieron en años... Años en los que Chuuya decía que se iría cuando había una discusión, cuando su corazón ya no podía aguantar más todo ese desprecio de su amor... Pero no lo hacia.

Solo pasaban días en los que era más frío con Dazai... Pero  este, no notaba alguna diferencia y en Chuuya se quedaban los gritos ahogados de frustración que esperaban una reacción por parte de Dazai, pero no había nada... nada que le dijera que se sentía intimidado por esas palabras...que había temor de perderlo

No había respuesta... Y ahí estaba Chuuya, recogiendo nuevamente esa esperanza destrozada que al final... Cualquier cosa en donde Dazai lo incluyera... Lo mencionara o le dijera palabras cariñosas, la reponía en cuestión de segundos. Y todo nuevamente regresaba a la normalidad, hasta que el recipiente no soportara más y se desbordara nuevamente.

Y después de mucho tiempo... Después de tanto llanto, desprecio, indiferencia y migajas de amor y juegos... Chuuya poco a poco comenzó a entender que estaba forzando todo... Pues al final al único que había amado es a ese castaño, de quién conocía el amor, era de él... De quien sentía compañía en su solitaria vida... Era de él. Y por eso ver la realidad le dolía mucho, se negaba a aceptar que Dazai ya no lo amaba, que Dazai no lo quería y que simplemente para él... Era ese lugar al que siempre podría llegar con el mínimo esfuerzo y lo tratarían con todo el amor del universo.

Pero se negaba a esa realidad y prefirió esforzarse en aceptar lo que Dazai podía ofrecer con tal de no enfrentar a la soledad

Y así es como... En verdad se fue Chuuya... Porque ya no era él, se perdió en Dazai... Sus pensamientos, latidos, respiración y acciones eran de Dazai. Chuuya en verdad se fue... Se veía al espejo después de una tormentosa noche de discusiones hasta la madrugada y frente a él no veía nada. Más que una sombra tan difusa de alguien que tenía a Dazai en un pedestal y se rehusaba a bajarlo de ahí.

Ya no tenía dignidad, ni personalidad, no había nada que le causara felicidad si no era Dazai llamándolo, ya no tenía pasatiempos, dejó de hacer aquello que amaba, por dedicarle tiempo y esperanzas a Dazai... Se alejó de todos porque a Dazai no le gustaba...

"Solo eres mío ¿de acuerdo?, Te quiero tanto, Chuuya" seguido de un abrazo que parecía un regalo del cielo

Y por el contrario se encerró, se alejó de todos aquellos que quería... Porque nada le producía lo que Dazai era capaz de hacer con un simple corazón en sus mensajes... Un "oye... Te quiero"

Pero entre la espera de cada migaja, de cada respuesta amorosa.. el alcohol, el descuido, el desquite con sus víctimas cuando estaba frustrado y masturbación pensando en aquel hombre apuesto de ojos profundos y rojos como el infierno... Habían hecho perder la poca cordura que quedaba en Chuuya.

...Yo solo quería ser amado por Dazai... ¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Decía entre llantos de frustración después de hacer aquellas cosas de las que se arrepentía.

Ya no quedaba nada de Chuuya...

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