Te juro que me iré

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Kōyo tenía un desprecio tan desmesurado hacia Dazai por todo lo que había hecho pasar a Chuuya

-No crees que, no solo es culpa de Dazai? - añadió Morí, observando el suave desliz de la katana de kōyo nuevamente a su funda, está volteó con una cara de incomprensión

-Dazai es una persona que aparenta ser la perfección y un encanto de primera impresión... - prosiguió el jefe -Pero para quién lo conoce sabe que esa perfección y divino encanto no es que la fachada del lugar más oscuro al cuál puedas entrar y Dazai pintó muy bonito ese lugar para Chuuya. Y es obvio que no todo iba a ir bien, Chuuya ya encontró toda esa parte oscura, enferma y muerta de Dazai y aún así él quiere estar ahí, le gusta estar ahí... Desde que ambos aceptaron su relación... desde ese momento ambos comparten la responsabilidad, que después de tantas cosas y el rompimiento... Chuuya permitiera todo eso... Eso no es culpa de Dazai... puedo asegurar con toda confianza que Chuuya sabe que todo está mal y permite que la situación siga así.

Oneesan no le quedó más que chistar la lengua, su superior tenía razón, para que todo esto terminara Chuuya tenía que salir de ahí, por cuenta propia.

Y lo mismo pasaba con todos sus allegados dentro de la mafia, Chuuya había cambiado y ya no había nada de él... Dazai había acabado con aquel entusiasta, alegre y enérgico chico.

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¡Eres el bastardo más horrible que he conocido! ¿Cómo puedes hacer todo esto? ¿Acaso no piensas ningún maldito segundo en mi?

Gritó Chuuya lanzando una botella contra la pared, después de regresar de ver a Dazai coqueteando con algunas chicas de un bar, pidiendo tener algo de cercanía por las noches...al menos... Un par de noches.

-¿Que no soy lo suficientemente para ti, bastardo? -algo se quebró en Chuuya y no sabía que era... ¿Su corazón? ¿Sus esperanzas? Y se tumbó en el sofá cubriendose la cara con su antebrazo, avergonzado dejó caer ligeras lágrimas, sintiendo un hueco en su corazón. ¿Cómo podría decirle algo a Dazai, si ya no eran nada y el único que se aferraba a eso, era Chuuya?

Pareciera que Dazai había superado toda esa etapa de gusto por Chuuya...

...y ¿Porque yo no?...

¡Maldita sea! Solo quiero largarme
de aquí

Refiriéndose a su situación...

...solo quiero olvidarlo todo y no saber de ti...

...solo quiero tenerte de vuelta... Te extraño, idiota... ¡Extraño el soukoku, somos el doble negro!

Y después de un tiempo en la oscuridad de la sala, entre pensamientos encontrados y bebidas alcohólicas se quedó dormido...

¡Te juro que me iré!

...Dijo entre sueños.

Me iré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora