Ambos llegaron nuevamente a la cima del edificio, buscando el helicóptero que les daría el pasó a su libertad.
Si el problema era el lugar al irse todo quedaría en el pasado, Dazai volvería a ser el mismo posiblemente sería mucho más feliz y humano viviendo viviendo entre personas normales, teniendo una vida aparentemente normal... empezar de nuevo.
Apesar de sentir un golpeteo constante en su pecho y un hormigueo por todo su ser; lo ignoró, está vez en definitiva todo volvería a estar mejor y quién sabe tal vez Dazai se quedaría a su lado como siempre.
Los sentimientos revoloteaban en Chuuya con nervios inmensos que invadían su ser y Dazai podía sentirlo en sus manos entrelazadas.
—Todo será mejor ¿Verdad Chuuya? —sonrió con ojos apacibles reforzando el agarre y tomando su mejilla para que lo mirara.
—¡Claro compañero! Seremos tu y yo nuevamente —expresó con gran entusiasmo dándole una breve sonrisa deslizando su mano junto con la de él.
—Chuuya siempre me ha entendido... es por eso que necesito que esté conmigo para siempre—lo tomó del brazo apegándose a él sintiendo su calidez y presencia.
Se sentía tan reconfortante aquella sensación, Dazai nuevamente parecía ser él. Su corazón no tardó en inundarlo de fulgor y esperanza de ser solamente ellos dos juntos.
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Y el helicóptero apareció nuevamente, Chuuya comenzó a hacerles señas para que lo vieran
Por su parte Rimbaud le pareció extraño, hace unos instantes estaban a punto de pelear... Y ahora estaban tomados de la mano. ¿Qué había ocurrido exactamente?
—¿Bajamos? —preguntó Rimbaud a Verlaine, algo dudoso de estar al frente al gran Demonio que había descrito el pelirojo y los expedientes previos.
—¡ojala no sea una maldita broma o estaremos en problemas!, estamos en territorio enemigo — Verlaine bajó acercándose a los jóvenes que lo esperaban.
—¡Chuuya-kun! ¿Todo bien? —gritó Rimbaud en la puerta del helicóptero.
—¡iremos los dos! —gritó Chuuya apretando la mano de Dazai
—¡Eh! ¿Qué? —Rimbaud estaba más que consternado, ¿que era lo que acababa de escuchar?
—Si es un mejor trato, iremos los dos... Podemos ser útiles, los dos juntos, ¡Somos imparables! —gritó con firmeza, reforzando su agarre con el castaño que observaba todo de manera silenciosa viendo al pelinegro
—Este no es el plan Chuuya -kun... —Rimbaud no sabía que hacer, era la situación que menos se esperaba.
En ese momento el helicóptero que los llevaría, fue atravesado haciendo caer hacia el edificio a Rimbaud junto con los dos jóvenes. Verlaine se desplomó sin tiempo de escapar.
—¡¡Verlaineeee!! —Gritó desesperado al ver estallar el helicóptero contra el suelo en una gran explosión que produjo una reacción en cadena a lo largo del edificio haciendo que esté empezara a caerse a pedazos...
Akutagawa se aproximaba con velocidad al pelinegro quien se veía paralizado al no ver a su amado entre las ruinas. El pelirojo reaccionó de inmediato bloqueando el ataque del joven con una burbuja gravitacional.
—¡¡Ni se te ocurra tocarlo!!, ¡¡Akutagawaaaa!! —gritó con toda su furia, haciendo rodar al más joven entre los escombros del edificio alejándolo del mayor.
—¡Chuuya! —gritó está vez Dazai pasmado por la acción.
—Dazai-san... —Akutagawa se limpió la sangre, desempolvandose se levantó —¡Yo me encargo!
En un giro brusco y a toda velocidad Akutagawa se disparó en dirección a su superior Nakahara que no alcanzaría a reaccionar, cubriéndose por inercia; Sin embargo, el golpe nunca llegó. Dazai se había interpuesto bloqueandolo con su habilidad.
—¡Respeta a tu superior Akutagawa! —de una patada lo mandó al otro lado, aún más adolorido como confundido. ¿que es lo que estaba pasando?
—Iryuminashion... —Pronunció Rimbaud envolviendolo en su habilidad, un pequeño confinamiento hiperespacial y a su vez a los dos jóvenes en un especie de campo cerrado para ellos dos.
Dazai torció el labio —¡Tks! Maldito hijo de puta... —susurró activando su habilidad "Indigno de ser humano"
Sin embargo no pasaba nada, lo que le parecía aún más extraño... Tenía que acercarse a Rimbaud.
Sus ojos eran desorbitados, parecía que la lógica y la consciencia habían abandonado su cuerpo, una mirada fría se dirigió al joven castaño —¡Maldito Demonio hoy conocerás... El "Arahabaki"... —gritó Rimbaud que se encontraba afuera de ese hiperespacio creado por él —Tú que toleras la contaminación sombría, no me despiertes más...
Y de repente Dazai giró en dirección de tan fuerte grito, era Chuuya quien irreconocible gritaba asustado por las marcas rojas que se deslizaban por todo su cuerpo, sus ojos se encendían y contraían no parecía haber rastro de sentido ni de aquel "Compañero" que le había extendido la mano, Lanzaba gravitones en su dirección como si sus heridas hubieran desaparecido se movía rápidamente a su dirección con intensión de acabar con él.
—Chuuya...—Dazai no podía creer los que veía... Era una pelea uno contra uno.
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Continuará...
Nota: Disculpen la tardanza, no sabía cómo continuarlo.
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Me iré
Short Storyme iré... Te juro que me iré... Y espero que con eso, te des cuenta de lo mucho que te amaba...