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Eren quedo perplejo por varios segundos, a pesar de haberlo escuchado fuerte y claro, no podía creerlo. Los ojos cristalinos de Armin le sostenían la mirada con aspereza dejando sobre la mesa cuanta verdad iba cargada en aquellas palabras. Dos palabras que lograron desconcertarlo por completo.

A pesar de saberlo, decidió preguntar para reafirmarlo y que no fuera un sucio truco de su mente.

-¿A que te refieres? -pregunto, para sorpresa de Sasha lo dijo calmadamente, pero sus ojos lo asechaban con un brillo amenazante- solo estas diciendo tonterias, Armin.

Aquello iba cargado de una profunda amenaza, por lo cual el castaño le estaba otorgando una segunda oportunidad para retractarse de esas palabras. Después de tanto tiempo, tantos años, las cosas por las que tuvieron que pasar no serian en vano, lo había decidido y no perdería nuevamente a Mikasa.

-Lo que escuchaste -articulo cada palabra con firmeza- La amo...

-No -negó el castaño, sin creerlo- estas jodiendome.

-La amo, Eren -repitió - la amo con todo mi ser, ella llena mi corazón, me hace sentir vivo. Mikasa es la razón por la cual sigo manteniendo mi esperanza de un futuro brillante junto a ella...y ya no tengo miedo.

Los ojos esmeraldas se encendieron en una danza de fuego donde una mezcla de emociones bailaban alrededor de ellos. El antiguo Eren se hubiera sumergido en una indiferencia al sentir competencia, porque en ese entonces el estaba en la cima y nadie -por mas que quisieran- podría igualarlo. Sin embargo el tiempo había transcurrido y no era el mismo desde ese entonces, ni Mikasa y al parecer tampoco Armin.

En este preciso momento, sentía miedo, miedo de perderla.

El suave rostro de la azabache apareció en sus memorias, sonriéndole y abrazándolo con su risa; debía ser sincero acerca de que desde la muerte de su madre había un pequeño hueco en su corazón que lo atormentaba día tras día y que probablemente nunca lograría llenarlo ni menos cerrarlo. Pero aquellas palabras que Armin ha mencionado "un futuro" era lo que lo mantenía en pie luchando, no por él sino por ella.

Y había averiguado hace bastante tiempo cuando se encontraba bebiendo en el cabaret de Madam Marjorie que la amaba demasiado, y ni siquiera todo el alcohol del lugar podría quitarle a la chica del corazón.

-Espera ¿no me digas que...?- Armin sonrió negando con la cabeza- le has hecho demasiado daño, la dejaste absolutamente sola sin siquiera explicarle nada y te fuiste con Chris...Historia o como sea su nombre. No me vengas ahora con que la amas.

Sasha quien se mantenía entre ellos, los miraba intercaladamente atenta a cualquier movimiento, mientras Connie se mantenía detrás de ella respaldándola con la boca abierta por todas las confesiones.

-¿Quieres que te diga lo que es no ser suficientemente hombre? -dijo, sonriéndole maliciosamente- no es tener a varias chicas en tu cama, es que ni siquiera logras hacer feliz a una sola. Porque no eres lo suficientemente bueno, nunca lo has sido..

-¡Armin Basta! - Sasha alzo la voz, al ver su rostro empapado de una malicia absoluta. Sabía que su propósito era herir al castaño lo más que pudiera- este no es lugar ni momento para pelear entre ustedes.

-Eres débil, siempre has tenido débil pero te escudas en peleas que sabes que no puedes ganar. Debes admitir que sin tu poder titán, ya estarías muerto de no ser por todas las veces que Mikasa y yo te salvamos el pu*to trasero-lo apunto con el dedo en cada momento- y ¿sabes? hubiera sido mejor así, ambos hubiéramos estado mejor sin ti..

-Estas llegando muy lejos viejo -Connie se acerco al rubio por el costado- ya es suficiente.

-Quieres saber por qué - rio - porque de esa forma tu madre estaría viva y ella sería mía..

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