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- ¿Por qué no lo mencionaste antes? – la molestia en su voz era clara-

-No creí que fuera necesario decirlo –abrió la puerta del baño mientras una toalla yacía alrededor de su cintura mientras la otra se agitaba sobre su cabello – realmente no le tome importancia.

Atravesó la habitación para situarse a su lado. Su amigo llegó rápidamente después de la ronda nocturna de los centinelas, de aquella forma podría ir y venir sin complicaciones desde su habitación.

- Eren esto va más allá – su voz mente comenzó a inquietarse - si el comandante desconfía de esa manera para prohibirte tal cosa es por una buena razón.

-Lo sé – suspiro rendido- soy tan estúpido – agarro la toalla que sostenía en sus manos y la lanzo al suelo molesto – ¿cómo deje que sucediera? – dejo caerse sobre la cama -

Cerró sus ojos tratando de buscar algo de tranquilidad al asunto que había ignorado por completo durante el último año, tampoco se dedicó a pensar más allá de las palabras de Erwin simplemente lo había tomado como otra de las reglas hacia los reclutas, pero esta era exclusivamente para él, ¿por qué han de temer tanto?

Sus pensamientos lo mantenían tan distraído que ni el sonido de las palabras de Armin podía penetrar su mente, sabía que lo estaba ignorando, pero estaba tratando de unir las piezas.

-Eren ¿estas escuchando? – respingo al ver que el castaño ni se inmutaba en sus palabras-

Hizo caso omiso mientras se erguía rápidamente para asomarse por la puerta de su habitación corroborando que nadie pudiese estar cerca, no sabía si causaría revuelo si alguien se enterara por causalidad, pero no deseaba arriesgarse a una golpiza del capitán.

-Hay algo más que debes saber Armin, pero no se lo contarás a nadie aún – regreso a sentarse a su lado- ayer el capitán fue a buscarme ¿lo recuerdas?

-Sí, también recuerdo que te había golpea...

-Escucha – lo freno – fui a su oficina para que me mostrara el último experimento que Hange quería practicar con mi titán, a los minutos llego Petra diciendo que había llegado la policía interior y querían hablar con él.

Una brisa golpeo su espalda desnuda obligándolo ir tras su ropa que había acomodado cuidadosamente en el respaldo de la única silla en su habitación.

-El capitán salió unos minutos dejándome solo en su oficina y mientras lo esperaba no pude evitar ver un archivo con el sello de Darius Zackly – hizo una pausa cuando acomodo sus pantalones para dormir – lo tomé, pero algunas hojas estaban sueltas haciendo que cayeran en el suelo...cuando las iba recogiendo, había dibujos de rostros e información de cada uno de ellos y por último una carta de Darius dirigida al comandante que mencionaba en sus párrafos " gente fuera de los muros", pero no puede leer más allá por el nerviosismo.

Armin abrió sus ojos sorprendido, Eren sabía perfectamente lo que estaba sucediendo adentro de su cabeza, pero decidió continuar.

-Cuando llego el capitán pensé lo peor que podría hacerme por meter mis narices donde no debía, pero él -hizo una pausa mientras se sentaba frente a su amigo- me conto que hace quince años atrás llegaron algunas personas que venían fuera de las murallas, en ese entonces no se cuestionaban como ahora y simplemente los dejaron entrar sin investigar más a fondo quienes eran. El comandante pidió el manuscrito a Darius y este se lo entrego al no tener significado alguno.

-Eren si eso es verdad hay una posibilidad de que no seamos los únicos – no pudo evitar sonreír- ¡esto es increíble! deben comunicárselo a todos.

-No espera- suspiro- lo mismo pensé, pero Levi me obligo a guardar silencio – instintivamente llevo sus dedos a la comisura de su labio- enloquecí con la idea de comentarlo con ustedes, de darle esperanzas para luchar contra los titanes para ser libres, pero según el comandante tiene la teoría que de donde esas personas hayan venido no son prácticamente buenos y necesita averiguar para asegurarse a lo que nos enfrentamos una vez que salgamos de las murallas, pero es solamente su teoría por eso no quería que lo comentara en caso de no ser cierto.

-Creo que comienzo a entender -frunció su ceño-el comandante teme que si existe humanidad fuera de estos muros estos quieran destruirnos, pero eso sería más fácil si se destruyese desde adentro.

- ¿Qué quieres decir?

- Hace años me contaste que nunca supiste nada de tu familia paterna y que tu papá nunca te respondió cuando le preguntaste en donde nació.

- ¿Qué estás diciendo Armin? mi padre no sería capaz...

- ¿de ocultarlo? – termino la frase por él- y si realmente viniese afuera de los muros de algún mejor lugar por que ocultarlo ¿no? – alzo una ceja inquisitivamente- además es la única lógica que logro entender para prohibirte tener una cercanía con mikasa, es decir, ambos son más poderosos que la legión junta.

-De ser cierto temen que nos revelemos contra Paradis...

Apoyo su frente en la palma de su mano al darse cuenta de la posibilidad que aquello fuese cierto, sintió una decepción enorme en su corazón de pensar en su padre y lo que oculto durante años.

-Aún así es solo una teoría – lo miro gentilmente – no hablaremos de este tema de nuevo hasta que llegue la ocasión – cubrió parte de su rostro con la bufanda azul que había dejado sobre la cama – es mejor que me vaya.

Atravesó la habitación para girar el pomo de la puerta.

-Armin– le miro conmovido- gracias por venir.

-Está bien Eren, es mejor que hables lo más pronto posible con Christa para que no divulgue lo vio y llegue a oídos del comandante.

-Lo haré.

Armin asintió mientras cerraba la puerta tras sí lentamente para no generar algún ruido chillante, pero se detuvo.

-Una última cosa – menciono sin girarse- Mikasa también es muy preciada para mí, no me gustaría que algo le sucediese...sabes que ella daría todo por ti ¿no? -musitó- si aquello ha de ser cierto o no...no la arrastres contigo, por favor.

Aquellas palabras hicieron fuerza sobre el corazón de Eren, quiso refutar, pero su amigo ya se había ido. La soledad de la habitación lo inundo nuevamente haciendo más intenso los sentimientos que comenzaron a florecer en su interior. Armin tenía razón, no podía arrastrar a Mikasa a problemas que no le incumben solo por un capricho de él, sin embargo ¿realmente era un capricho lo que estaba sintiendo? ¿su beso había sido un capricho del momento o algo más?

Ayer sentía como si un arcoíris lleno de color e intensidad crecía al estar junto a ella debería sentirse tranquilo al mantenerla alejada para no lastimarla, pero era lo contrario, sentía una suma tristeza de solo pensar en alejarse lo más posible a como estaban antes para no levantar sospechas que puedan involucrarla.

- ¿Qué debo hacer? – susurro con su voz quebrándose lentamente –

El rostro de Mikasa cruzo por su mente detallando todas aquellas oportunidades que le regalo una sonrisa y estuvo a su lado. Por primera vez estaba siendo consiente de sus sentimientos, la necesidad de amarla y protegerla comenzó a impulsarlo a seguir luchando, pero sabía que ambas cosas no podrían ser posibles como le gustaría.

Muchos caminos se crearon en su cabeza, pero cada uno se sentía igual de egoísta que el anterior, sin duda no quedaba otra opción y sin darse cuenta había sido absorbido por la oscuridad de su mente mientras una lagrima rodaba su mejilla.

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