3

1.4K 95 65
                                    

Fuera de la ciudad el paisaje sin duda era bellísimo por los extensos campos de césped y flores daban tranquilidad para aquellos ojos que lo observaran, el ruido era muy escaso y la brisa tan fresca que balanceaba sus cabellos. Una vez encontraron un buen lugar para descansar bajo un gran árbol que filtraba algunos rayos de luz, se apoyaron sobre la manta y comenzaron a sacar los panecillos y dulces de la canasta, mientras los muchachos hacían una competencia de quien podía atrapar al cordero que para su mala suerte rondaba cerca de ahí.

-Sasha ¿te puedo preguntar algo?

- ¿Sí?

- ¿Connie y tú, son novios? -murmuro-

La colorina la miro fijamente y comenzó a reír.

- ¡No! ¡Dios no! Solo somos muy buenos amigos casi como hermanos, aunque no entiendo porque siempre piensan que somos pareja o algo así.

-Entiendo-se recostó sobre el césped mirando las hojas- es solo que se llevan muy bien y siempre están juntos.

- ¿Acaso te gusta Connie? -inquirió la azabache-

- ¿Qué? ¡No! – se sonrojo-pero he comenzado a mirar algunos chicos algo diferentes ya sabes, algo más que simples compañerospero luego recuerdo nuestra misión de salvar a la humanidad y siento que mis sentimientos no importan demasiado . pero pensé en ustedes y creí tener una oportunidad también.

Mikasa quería decirle que sus sentimientos si importaban, que ella también estaba sintiendo lo mismo, quería darle esperanzas, pero también habían jurado servir y entregar sus corazones a la humanidad, y mientras sean soldados su vida no está asegurada. Además, muchas personas han muerto y seguirán muriendo hasta que no exterminen hasta el último de los titanes, no había tiempo para otras cosas.

- ¡Hey ¡-grito eren mientras subía la pequeña colina en la que estaban-

-Somos soldados -alzó sus ojos para después depositar su mirada en el joven quien a pesar de estar agitado por perseguir al cordero logro regalarle una sonrisa- pero tengo la esperanza que no sea para siempre.

Christa entendió lo que quería decir. Sus ojos volvieron a brillar al ver al castaño acercarse a ellas, quizás si tenía una esperanza después de todo y pensó en un futuro, junto al joven de ojos esmeraldas que había capturado su corazón.

-Gracias mikasa- ambas se sonrieron sin saber que compartían un mismo deseo-

***

La tarde fluyo rápidamente. Una vez listos se encaminaron de vuelta a la ciudad para poder finalizar aquel día con un espectáculo que se exhibiría en la plaza local. Ninguno sabía su temática porque no lo mencionaba, el volante había llegado a Armin mientras compraban en el mercado y lo guardó para poder mostrárselos una vez que iniciaran el picnic.

La brisa trajo consigo el aroma peculiar de aquella ciudad, el cambio de aire se sentía de manera abrupta entre aquella zona y el campo abierto. El bullicio de la gente fue incrementando a medida que se iban acercando a la zona de destino, al parecer iba a ser un gran espectáculo.

-Chicos aquí les va otro – apoyo sus brazos sobre los hombros de connie y sasha aguantando la risa-

-Alguien me puede decir ¿por qué esta aquí? – alzo sus cejas mostrando leve cansancio después de escuchar todo el camino de ida y vuelta los chistes de Jean-

Unas risas escandalosas además de poco usuales volvieron a surgir y esta vez fue imposible que las personas a su alrededor no se giraran para ver a los dueños de aquellos extraños sonidos.

-Déjalos eren - dijo armin observándoles reír -

Unos recuerdos de la noche anterior reaparecieron en la cabeza del castaño repentinamente y comenzó a sentirse ansioso. No sabía exactamente porque ahora había vuelto aquella conversación a su cabeza, creyó olvidarla sin embargo ¿realmente lo que le menciono el capitán es cierto? ...llevo sus dedos a la comisura del labio y no pudo evitar recordar el golpe que le propino Levi por haberse alterado mientras comenzó a golpear todas las cosas de la oficina. Necesitaba hablarlo con alguien, pero ¿quién? no quería que sus amigos se preocuparán.

| PARA TI | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora