Los Hermanos Malfoy.

Capítulo 4:

Lushy:

¿Cómo creen que reaccionara nuestro querido Trió Dorado cuando tengan frente a ellos a Adhara Malfoy?

Descubrámoslo.

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Para Harry ese había sido el banquete de inicio de curso más extraño de todos, y eso que no había estado antes en ningún otro más allá del suyo propio. Desde que había terminado de cenar no había dejado de sentir escalofríos y dada la fuerte atracción que tenían los problemas con él, Harry estaba convencido de que este curso no le avecinaba nada bueno y para colmo, ahora no tendría que convivir solo con un Malfoy, sino con dos. Definitivamente sus posibilidades de tener un año tranquilo habían alcanzado cifras negativas.

*** *** ***Sala Común de Gryffindor: *** *** ***

—¿Por qué nunca me dijiste que tenía una hermana? – le cuestiono molesto Harry mientras subía las escaleras hacia su habitación.

—Como se supone que iba a decírtelo si yo ni siquiera lo sabía. – le respondió Ron. – Siempre he pensado que era hijo único.

—Todos en el mundo mágico piensan eso. – comento Seamus que iba detrás de ellos.

—No todos. – dijo Dean entrando al cuarto. – Zabini, Crabbe y Goyle parecían conocerla, aunque Parkinson no parecía saber nada.

—Me sorprende, con lo coladita que esta por Malfoy. – dijo Seamus.

—Escuche que a finales de tercero se le declaró. – comento Neville uniéndose a la conversación.

—Enserio/De verdad. – dijeron Seamus y Ron a la vez.

—¿Entonces están juntos? – pregunto Harry un poco incomodo.

—No. – negó – La rechazo, como a todas las ante...

—Espera. – interrumpió Ron. – Malfoy ha recibido más de una declaración. –

—He oído sobre eso. – dijo Dean. – El año pasado recibió varias declaraciones de diferentes casas y años.

—Maldita sea la suerte que tiene ese rubio teñido con las mujeres. – dijo Ron con desprecio.

—También se le ha declararon chicos. – dijo Dean.

—¿¡Qué!? – cuestiono Harry en shock.

—¿Por qué seguimos hablando de ese? – dijo Ron malhumorado mientras se tiraba sobre su cama. – Mejor vámonos a dormir que mañana empezamos con pociones.

El primer día de clases había comenzado con un cálido y tranquilo desayuno en el Gran Comedor, desayuno al cual no habían asistido los hermanos Malfoy.

—¿Como creen que sea ella? – pregunto Harry mientras caminaba con sus amigos por los pasillos de las mazmorras rumbo al aula de posiones.

—Seguramente será igual que su hermano, una mocosa consentida hija de papi que cree que resto del mundo no merece respirar el mismo aire que ella...

—Es de mala educación hablar de las personas a sus espalas. – tan pronto como escucharon eso los leones se giraron hacia donde provenía la voz y se sorprendieron al ver que se trataba de la misma persona que estaban hablando. – Tenía entendido que los leones tenían fama de caballeros pero veo que es mentira. – continuo hablando mientras se acercaba a ellos. – Buenos días, por cierto. – dijo dedicándoles una sonrisa.

—Buenos días. – le respondió Hermione quien al parecer era la única que no estaba encandilada por la apariencia de la joven Slytherin.

—Oh, es bueno saber que por lo menos alguien que sabe de modales. ¡Permíteme presentarme! Adhara Malfoy. – le dijo mientras extendía su mano derecha.