Los Hermanos Malfoy.

Capítulo 15:

Hola.

¿Cómo están? Espero que bien.

Lamento haberles dejado un poco abandonados.

Planeaba actualizar antes pero estuve enferma.

Disfruten de su lectura.

Besos.

Bye.

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Capítulo 15:

**** **** **** Cuarto de Draco: **** **** ****

Draco llevaba más de media hora sentado sobre su cama mirando hacia la puerta de su habitación con el ceño fruncido mientras interiormente pensaba en mil y una razones por la cual recibir en su habitación a un Gryffindor y por sobre todo una chica con la cual no tenía una relación más allá de ser la mejor amiga de su preciada hermanita y que hace las mejores tartas de chocolate que Draco haya probado era una mala idea, pésima a decir verdad, teniendo en cuenta que de seguro pasarían varias horas dentro de aquellas cuatro paredes

—¿¡Cómo me pude dejar convencer para hacer esto!? — decía para sí mismo. — Debí haberme negado desde un principio.

—Pero entonces no tendríamos tarta de chocolate gratis. — le respondió su conciencia. — Además de que nunca has podido negarle nada a Adha.

—Cierto. — asintió.

Antes de que el rubio pudiese comentar algo más la puerta se abrió dejando ver a una muy sonriente Adhara quien venía tomada de brazo con Cassandra.

—¡Ya la traje hermano! —exclamó entrando.

—¡Con permiso! — saludo la leona mientras se adentraba al cuarto del chico cerrando la puerta tras de sí.

—Hermano voy a bañarme mientras tú entretienes a Cassy. ¡Cassy recuerda prestar mucha atención y no te pongas nerviosa! Al rato vuelvo con ustedes. — les dijo antes de cerrar la puerta del baño.

Cassy y Draco se quedaron quietos mirando hacia la puerta durante varios segundos antes de voltear a mirarse permitiendo que un silencio algo incomodo tomase el control de la situación. Ninguno de los dos sabía muy bien que decir, sus antiguos encuentros siempre habían sido en presencia de Adhara, que era la encargada de romper el hielo por así decirlo.

Luego de estar un rato mirándose fijamente por fin Cassy se animó a dar el primer paso, después de todo ella era la principal interesada.

—Buenas noches. — dijo calmadamente.

—Buenas noches.

Nuevamente ambos se quedaron cayados por unos segundos.

—Mmm.... ¡Te traje pastelillos! — le dijo mostrando una bolsita que traía en la mano.

—Gracias. — dijo extendiendo su mano derecha para tomar la bolsita. — ¡Puedes sentarte, no muerdo!

—Pfff. Es bueno saberlo. — dijo divertida. — ¿Qué tal tu día? — pregunto ahora más relajada.

—Bien, si no contamos la manera peculiar que tiene mi hermana para levantarme. ¿Y el tuyo?

—Igual, excepto la parte en la que fui llevada a rastras hacía la entrada de vuestra casa.

—Jaja. Es bueno saber que no soy el único que tiene que pasar por eso.

—Asegúrate de esconder los pastelillos antes de que vuelva o no te dejará nada.