Capítulo 20:

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Hola.

Tengo algo que informarles.

Este será el último capítulo que publicaré de esta historia... pero no se asusten... no pienso abandonarla.

¡Volveré a actualizar cuando ya tenga escrito hasta el capítulo del Baile de Navidad!

Además de que pienso centrarme en Tergum durante una temporada, la verdad es que tengo esa historia un poco abandonada.

Bueno eso sería todo.

Disfruten del capítulo.

Bye.

Capítulo 20:

Las clases ya habían terminado por ese día para alegría de los estudiantes y alivio de los profesores por lo que todos podían disfrutar de un tranquilo fin de semana antes de que se desarrollara la primera prueba del Torneo, un suceso que no alegraba en lo más mínimo al jefe de la casa de Slytherin, Severus Snape.

Desde siempre el profesor Snape había sido un amante del orden, la tranquilidad y el silencio, cosas que en Hogwarts eran casi que imposibles de encontrar, por lo menos, fuera de la comodidad de su aposento.

Lo malo de ser un profesor serio y extremadamente responsable con un grave "toc*" por el orden es que incluso sabiendo que tiene el tiempo suficiente para revisar con tranquilidad los trabajos entregados por sus alumnos y poder planificar sus próximas clases y algún que otro examen sorpresa que aplicarle a cualquier estudiante, incluso de la casa que dirige, a menos que sea alguno de sus dos ahijados, aún así prefiere terminar de hacer todo eso en un solo día incluso si es consciente de que muy probablemente terminará a altas horas de la noche.

Es precisamente debido a su "toc" que en estos momentos, a un par de minutos de comenzar la hora de la cena, el profesor Snape se encontraba aún sentado frente a su escritorio terminando de revisar unos trabajos cuando una inesperada visita llegó a través de su red flú.

—¡Buenas noches Lucius! — saludó sin siquiera alzar la vista de los papeles para ver quién era.

—Severus. — correspondió este tomando asiento en la silla que estaba en frente del escritorio.

—¿Y bien? ¿Qué te trae por aquí a estas horas?

—Hace un tiempo recibí una carta de Adhara... — comenzó a decir.

—¿Y?

—Porque no me dijiste que mi princesa se estaba juntando con una Gryffindor. — le reclamó cruzándose de brazos con una expresión enojada.

—Lucius, te recuerdo que la única razón por la que dejo la red flú de mi oficina abierta a tu mansión es para su uso en caso de emergencias, no para que vengas a hacerme un berrinche solo por una bobería.

—¡Una bobería! ¡Una bobería! — exclamó indignado el rubio. — ¡Es una Gryffindor!

—¿¡Hubieras preferido que se juntará con Potter!? — comentó el pocionista con seriedad sabiendo que eso terminaría la conversación aún más rápido.

—¡Muérdete esa lengua de culebra venenosa! — dijo aterrado. — Eso JAMÁS debe pasar. ¡Prefiero ver a mi pequeña princesa con un muggle antes que con ESE! — dijo seriamente aunque se podía notar claramente el asco, la repulsión y el desagrado que sentía cuando pronunció "ese".

—¡Tus niveles de odio han aumentado nuevamente! — expresó divertido el pelinegro.

—¡Lo mismo que tu amor por los perros! — le contestó devolviéndole el golpe.

Los Hermanos Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora