Capítulo 7:

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Esa primera semana estaba a punto de llegar a su final y para alegría de Draco todo parecía indicar que lo ocurrido la noche del miércoles y la tarde del jueves en clase de DCAO habían sido solo una falsa alarma. Lo primero muy probablemente fuera debido a los nervios y al estrés de estar en un lugar desconocido, pero el rubio sabía muy bien que no podía confiarse demasiado. Sin embargo aún no estaba muy seguro que lo del jueves se debiese solo al estudio de las maldiciones imperdonables, también estaba lea platica que tuvieron después cuando estaban a solas en el jardín.

Aunque este no encontrase extraño el hecho de que recibiese miradas de odio por parte de Ojoloco, su hermana no parecía coincidir con él y estaba convencida de que tenía que mantenerse lo más alejado posible.

*** *** ***Flashback: *** *** ***

Como todos los años anteriores a las serpientes de Slytherin les toco compartir clase de Defensa con los leoncitos de Gryffindor.

Este jueves era su primera clase de Defensa con aquel ex-auror Alastor Moody, mejor conocido como Ojoloco, y que en la opinión de el mayor de los hermanos Malfoy, aunque no la expresase en voz alta, estaba totalmente loco, el hecho de que este propusiese estudiar las maldiciones imperdonables lo reafirmaba.

Sabiendo lo mucho que su amada hermanita odiaba ser el centro de atención, cosa técnicamente imposible porque era la chica más bella de todo el mundo y pobre del que se atreviese a sugerir lo contrario, la llevo hasta el final del aula para sentarse en la última mesa donde no tendría que tolerar la mirada de ese grupo de insectos.

Todo parecía marchar bien hasta que ese tipo pregunto sobre las maldiciones.

—¿Estás bien? —le preguntó con un débil susurro.

—Mmm.

Tenía planeado continuar indagando pero con silo ver sus ojos supo que no obtendría más respuesta que esa, por lo que de momento desistió, además de que no deseaba llamar la atención de aquel prospecto de profesor.

A medida que la clase iba avanzando discretamente le dedicaba una que otra mirada para comprobar se estado y todo parecía marchar bien hasta que el profesor utilizo las maldiciones imperdonables a modo de demostración. La vio temblar por unos segundos mientras su piel iba poniéndose pálida, lucía un poco mareada y era evidente que no se encontraba para nada bien, no importa que tanto pudiese afectarle el tema en su interior tenía el presentimiento de que había algo más.

Espero pacientemente a que concluyese la clase para sacarla de ahí lo más rápido posible. Tomándola de la mano la llevo casi a rastras por los pasillos hasta que dio con una de las tantas aulas en desuso que poseía el colegio. Coloco un hechizo de silencio alrededor de la habitación una vez que ambos se encontraron dentro.

—Muy bien me vas a decir que es lo que te pasa y no me salgas conque no es nada porque por ti puedo ser muchas cosas pero hacerme la vista a un lado cuando es obvio que no te encuentras bien, no es una de ellas. —dijo tratando de sonar lo más serio posible o de lo contrario ella encontraría una forma de evitar el tema y muy seguramente el caería en la trampa.

—Es una tontería. —respondió evitando su mirada.

—Adhara. —le llamó mientras cruzaba los brazos. — Mírame a los ojos. —dijo con un tono firme. — Te escucho.

—Él no me gusta. —le dijo resignada. — Hay algo en ese tipo que me da escalofríos. No le preste mucha atención durante todo este tiempo porque no había tenido la oportunidad de tenerlo tan cerca pero... su magia... —dudo si debía continuar. — Drac. La forma en la que te estaba mirando disimuladamente durante todo este tiempo... —dijo abrazándole. —¡Tienes que tener cuidado! —exclamo. — Por favor, prométeme que te mantendrás alejado. —le suplico con los ojos llorosos. — Prométemelo.

—No llores, me duele verte así. —respondió mientras le pasaba la mano por la espalda consolándola. —Te lo prometo, así que ya no llores.

*** *** ***Fin del flashback: *** *** ***

Estaba tan sumido en aquel recuerdo que ni siquiera noto cuando entraron a su habitación.

—Hey Draco. —le llamo Blaise sacándolo de sus pensamientos. — ¿Qué te tiene tan pensativo? ¿Y Adhara?

—En la biblioteca. Me dijo que tenía que encontrarse con una amiga. —dijo celoso.

Blaise le dedico una mirada cómplice a Crabbe y Goyle. Todo parecía indicar que el rubio había sido desplazado más rápido de lo que habían imaginado, pero ni bajo pena de muerte se lo dirían, no sea que decida desquitarse su mal humor con ellos.

—¿Sabes quién es? —le pregunto Goyle.

—Cassandra Klayton. Gryffindor. Esta en nuestro año. Pelo y ojos negros. Padres muggles. Clase media. Solitaria. Raton de biblioteca. Y tiene un gato que se llama James. —dijo puntualizando cada detalle.

—¡La investigaste! —exclamo Goyle sorprendido.

—Tengo que saber con quién se junta.

—Ni siquiera llevan un día de conocerse.

—No veo diferencia.

—¿Qué acaso no es ella a la que le dicen "Monstruo de ojos negros"? —pregunto Blaise.

—La misma.

—Estas bien con que ande con esa sangre sucia.

—¡Tengo alguna opción! —dijo resignado.

—Vamos Crabbe, es obvio quien lleva los pantalones en esa relación. —dijo Blaise divertido.

—Les advierto que no estoy de humor para bromitas, así que no me provoquen. —comento molesto.

—Aburrido. —le llamaron.

Los Hermanos Malfoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora