*** *** *** Mansión Malfoy: *** *** ***
Narcissa se encontraba contemplando los rosales ya florecidos, que había plantado con anterioridad en el lado norte del jardín y que estaban protegidos de las afectaciones climáticas con un encantamiento para que pudiesen florecer en cualquier época del año.
Ese era uno de sus lugares favoritos en la Mansión, solía pasar horas en aquel lugar solo contemplando las rosas. La tranquilidad que siempre había en aquel jardín siempre la ayudaba a calmarse, sin embargo, en estos momentos ni siquiera eso era capaz de tranquilizar su preocupado corazón.
Sus dos tesoros más preciados se encontraban lejos de su lado.
A pesar de que Draco le había escrito varias veces contándole que ambos se encontraban bien y que todo estaba bajo control y de saber que Severus se encontraba cuidando de ellos, no pudo evitar preocuparse.
Desde que sus dos hijos habían entrado aquel día al despacho para pedir que permitieran que Adhara entrase este año a Hogwarts no había dejado de tener aquella molesta inquietud alojada en su pecho. Temía por lo que pudiese pasar.
Debido a lo delicado de la situación su existencia siempre había sido un secreto para el resto del mundo, solo la familia y aquellos más cercanos sabían sobre ella e incluso ellos no conocían del todo las circunstancias. Para evitar ponerla en peligro la habían mantenido en la mansión a excepción de cuando salían del país para estar juntos como familia y aún así su pequeña estaba restringida a las áreas de la residencia que ocuparan.
Como podían pedirle que no se preocupase cuando estuvo tantas veces cerca de perderla.
¿Y si tenía otra recaída?
¿Y si alguien le atacaba?
¿Qué iba a hacer?
¿Cómo iba a protegerlos estando tan lejos?
Narcissa dejo escapar un suspiro mientras con elegancia llevaba la taza de té que tenía en sus manos hacia sus labios.
—¡Merlín cuida de mis pequeños! —imploró en su mente.
La tranquilidad del lugar se vio interrumpida con el ulular de un búho que se acerco a sonde ella se encontraba llevando consigo una carta.
Dejando la tasa en la mesa a su derecha extendió la mano y tomo la carta.
Le sorprendió ver la letra de su hija en vez de la de su hermano. Era Draco quien siempre les escribía, exceptuando de la carta que recibió luego de que finalizase el primer día de clases que la había escrito Adhara.
Se sintió tan contenta que fue incapaz de contener la sonrisa que adorno su rostro.
Rápidamente la abrió y dentro venían otras dos cartas una dirigida hacia ella y la otra para su esposo, eso le resulto extraño pero conociendo a su pequeña sus motivos abría de tener. Tomo la suya y comenzó a leerla, ya después le entregaría la otra.
Querida mamá.
Sé que debes estar preocupada, pero en serio, no tienes nada que temer. Todos me tratan muy bien, mi hermano siempre me está cuidando, el tío Sev suele pasar a verme casi todos los días, Vincet y Greg siempre me dan dulces y Blas se la pasa haciendo bromas para mantenerme contenta. Aunque debo confesar que os extraño mucho.
Te escribo porque tengo muchas cosas que contarte, cosas de las que tanto Draco como el tío Sev tenían prohibido platicarles, eso es algo que me correspondía hacerlo a mí, pero no es nada malo así que puedes estar tranquila.
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Los Hermanos Malfoy.
FanfictionLa celebración del Torneo de los Tres Magos no es la única sorpresa que llegará este nuevo curso a Hogwarts, se le sumará también la revelación de uno de los secretos mejor guardados de toda la comunidad mágica. La ceremonia de selección de casas es...