Capítulo 3

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Erick

Se que ese idiota se dió cuenta de que mentí, no es que me interese su opinión particular pero tampoco quiero que mi madre se entere de mis excesos mientras estaba en New York. Mamá siempre ha sido amorosa y pendiente, se cuanto le dolió que me fuera a estudiar fuera de su alcance pero ambos sabíamos que después de la desgracia que ocurrió con mi progenitor, necesitábamos encontrarnos a nosotros mismos y así fue como ella vino a Miami con su proyecto y yo me fui a New York para la Universidad. El tema es que siempre he sido un buen hijo, jamás le he dado dolores de cabeza y tengo un cerebro privilegiado que me permite ser sobresaliente en mis estudios pero mi último año de vida, no ha sido precisamente digno de alabar y si ella supiera todo lo que he hecho y lo que me ha pasado, estaría además de triste, decepcionada. Así que tengo que jugar bien mis cartas si no quiero que el estúpido con atractivo follable pero personalidad asquerosa, intervenga y me haga pasar algún momento incómodo.

Cuando lo ví, realmente quedé más que encantando con su apariencia, no me miento a mí mismo negando que es perfecto, sin dudas es el tipo más bien hecho que mis ojos han tenido el placer de ver y obviamente lo recibiría con gusto en mi cama pero al parecer no le gustan los culos masculinos y sobre todo, me cae mal. Jamás estaría con un tipo que me resulta desagradable como persona y él logró pasar de ser una fantasía sexual candente, a una piedra en mi zapato en cuestión de minutos. Se que la convivencia no va a ser fácil, mucho menos ahora que estamos en vacaciones y voy a tener que verlo muy seguido pero trataré de no toparme con él más de lo necesario.

La escenita del desayuno fue tan solo un desliz, un error por el momento, no me arrepiento de lanzar ese beso para burlarme porque al final se que salí victorioso pero no debí dejar que viera mis intenciones tan pronto, ahora, aunque no tiene nada en sus manos para exponerme, se que va a estar pendiente de algún tropiezo para saltar directo al cuello como un lobo hambriento. Va a estar vigilando lo que hago para tener fundamentos y demostrar que escondo algo, realmente no me interesa si él cree que soy inferior o le parezco repulsivo porque soy gay pero no voy a permitir que rompa la imagen que mamá tiene de mí, eso no lo voy a permitir jamás. No soy mal chico, solo he vivido un año de sexo y momentos incómodos que me han marcado definitivamente pero eso no tiene por que ser una etiqueta, no me reduzco solo a ser un culo follado y una piel golpeada.

-Bueno. -Respondo el celular que está sonando con una llamada de mi mejor amigo, otro que ha tenido un tiempo difícil.

-Hola chiquito. ¿Puedes hablar o estás ocupado siendo millonario en tu mansión? -Sonrío involuntariamente, Chris es un chico de clase media baja, hijo de unos padres obreros y de economía reducida pero tiene un corazón enorme en el pecho y lo amo.

-Estoy siendo millonario pero tengo tiempo para mi frentón favorito.

-¡Oye! Soy el único frentón en tu vida, traidor. -Río ante sus palabras, realmente es lo mejor que me ha pasado en la vida y se que voy a extrañarlo.

-Tienes que visitarme acá, ahora no porque recién llego y hay unos...inconvenientes pero cuando me acomode, voy a invitarte a que estés unos días.

-¿Inconvenientes?

-Nada de que preocuparse. -Hago un gesto con la mano, restándole importancia a pesar de que no puede verme pero me conoce y además es intenso.

-Cuéntame.

-No es nada, Chris, solo es...el...es el idiota hijo de Rob.

-¿Qué pasó? ¿Te hizo sentir mal? -Se que está realmente preocupado y yo ni siquiera se por que estoy hablando de esto pero es mi mejor amigo y nadie va a entenderme mejor, así que me subo a la cama, suave y cómoda, para contarle.

Walls ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora