Capítulo 15

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Erick

-Estoy bien.

-Er...

-Chris...ya, estoy bien.

-Tu cuello.

-Ya se, lo se pero no quiero...no...solo, olvidemos esto. ¿Si?

-¿Te obligó?

¿Cómo podía yo decirle a mi amigo? ¿Qué palabras serían las correctas para expresar lo que viví? El dolor que siento justo ahora, no tiene absolutamente nada que ver con que me haya obligado, no tiene nada que ver con que haya sido a la fuerza, no tiene nada que ver con que haya denigrado mi consentimiento para ejercer su dominio sobre mí, el dolor que siento ahora es por la impotencia de haber sido cómplice y aliado de su deseo, es por la razón más pura y dolorosa de todas, la verdadera razón de que me esté rompiendo a pedazos es porque estoy enamorado de él.

-No.

-¿Qué? -Entiendo la sorpresa en su voz, el desconcierto en sus ojos miel cuando me observa con la boca abierta, entiendo que no pueda procesar mi respuesta porque definitivamente no la esperaba.

-Él no me forzó.

-Erick...por favor...

-Chris, no quiero hablar de eso. No me obligó, no me violó, yo también quise pero ya, ya no más, nunca más y de verdad no quiero hablarlo, no quiero recordar lo que hicimos.

-¿Tan malo fue?

Mis ojos se alzan casi en cámara lenta, analizando cada movimiento minúsculo de sus pupilas, desvistiendo la crueldad de un sentimiento que consume sin piedad el interior del casacarón vacío que rodea mi alma. Lo miro tan lento, tan jodidamente lento que yo mismo siento el peso de mi mirada. No estoy listo para expresarlo, no estoy listo para enfrentarlo y sin embargo debo hacerlo, debo hablarlo en voz alta para que duela, para que sea real, para que que queme la piel y destroce el espíritu, debo liberar las vocales y consonantes que forman las palabras que invocan la podredumbre de lo más puro que he sentido.

-Estoy enamorado de él.

No es necesario que algo más sea dicho, no es necesario que repita mi noticia como tampoco es necesario que pregunte si me ha creido. Lo conzco demasiado bien como para entender que su silencio es la completa y viva imagen de la confirmación de que entiende perfectamente lo que digo. Sus pasos torpes se apresuran hacia mí y permito que me envuelva en el abrazo que necesito justo ahora porque se a ciencia cierta que voy a desplomarme si no tengo un sustento, si no se apiada de mí y me sostiene como la frágil masa temblorosa que soy. Permito que haga conmigo lo que hizo años atrás, cuando el cáncer de un recuerdo perenne y atormentado, me consumía vivo, permito que me conozca como casi nadie hace porque es mi mejor amigo y se que puedo confiarle mis dolores más reales.

La cama nos recibe mientras me acomoda en su pecho, mientras las lágrimas huyen despavoridas de mis ojos cerrados, mientras la realidad golpea con puños de acero las paredes más gruesas que se encargaron siempre de mantenerme aislado, de mantenerme vivo, de mantenerme cuerdo. Cuando el cuerpo es profanado por manos sucias y partes decadentes, cuando el ADN no interfiere a la hora de atacar al vencido, el espíritu se rompe, se rompe y se fragmenta en partículas de polvo impuro que no se eleva en el viento y se expande al aire libre, cuando el ADN no basta para socabar al herido y ese que te trajo a la vida se encarga de quitártela, el resto de tu alma convertida en esas partículas trémulas de suciedad y óxido, de podredumbre y carencias, vuelve al origen de todo y se instala tan adentro que jamás van a permitir que olvides que ya estás muerto, que moriste en el justo instante en que ese ADN compatible, violó a su descendencia.

Entonces es ahí, cuando te entregas por completo, cuando brindas tu poca luz y la separas de tus sombras, es ahí en una cama ajena, con un cuerpo ansiado más no elegido, es ahí que entiendes que te han arrebatado todo, que las noches posteriores al fatídico hecho, solo fueron una burla que inventaste para seguir viviendo. Cada cuerpo que siguió, cada orgasmo provocado, cada caricia insensible, cada climax fingido, no fueron más que la muralla que levantaste sin quererlo, no fue más que la defensa de un subconsciente pobre y carente de valor, no fue más que repetir en bucle y acto físico y gastado para no caer en la cuenta de cuan dañado estabas, de cuan vacío quedaste sin embargo al caer sin meditarlo en una cama ajena, bajo ese cuerpo majestuoso y violento, bajo la mirada terrible del sentimiento mútuo, entiendes que por primera vez y aunque ninguno de los dos fue consciente, esos vestigios sucios del alma corroída y fragmentada, se unieron nuevamente dando paso al más puro y limpio gesto, el gesto de hacer el amor con la persona que amas aunque el Universo conspire en medidas de tiempo cortas para gritarle al mundo que es muy pronto.

Lo peor de todo es que lo se, se que estoy jodidamente atrapado por él, por el odio permanente en su mirada cuando me ve, por las palabras groseras que dirige a mi persona, por el sarcasmo profundo que son sus vocablos pero sobre todo por ese miedo despiadado que lo cubrió por completo cuando me hizo suyo. Él tenía miedo, miedo de descubrir que al igual que yo...estaba perdiendo la batalla contra la razón y lo siento en mi pecho como si estuviera tatuado en sangre, como si una conexión invisible se hubiese forjado en nuestro momento, como si las huellas del pasado individual se hubiesen esfumado en el instante en que nos convertimos en un uno.

-Bebé. -De vuelta a la realidad, Chris acaricia mi cabello buscando confortarme, sabiendo en silencio lo que rompe mi alma.

-Yo...solo...

-Entiendo... está bien.

Nada está bien.

No soy tan fuerte como quiero demostrar, no soy ese cuerpo que se entregaba a la noche bajo toneladas de alcohol para alcanzar un orgasmo medianamente satisfactorio, no soy quien digo ser para alejarme del mundo y las catástrofes que vienen consigo. Soy un ser humano minúsculo que acaba de dar su alma sin posibilidad de retorno y no lo lamenta, no lamenta ni por un segundo haber brindado su pureza, esa pureza que le fue arrebatada en un pasado lejano pero presente. Soy un ser humano que entiende que ha encontrado a la persona que aún cuando no lo sabe, tiene el poder en sus manos para destruirlo, porque Joel tiene la única arma que puede salvarnos o mandarnos de cabeza al infierno, Joel tiene en sus hombros...el peso de mi amor.

Walls ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora