Capítulo 31

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𝕰𝖗𝖎𝖈𝖐

-Está todo bien. -Le dije aunque ni yo mismo me lo podía creer, nada estaba bien, yo no estaba bien.

-Tienes que decirle.

-No, no tengo que decirle.

-Tienes que hacerlo, no es como que lo puedas esconder más. -Chris tenía razón, en breve ya no habría forma humana de ocultar mi embarazo pero definitivamente no estaba listo para decirle, no a él.

-No quiero, no es necesario.

-Erick, mírame. -Chris estaba sentado a mi lado, su rostro preocupado, era constante verlo así, desde que supimos que estaba esperando un bebé, nunca más sonreí y él como mejor amigo, es quien ha tenido que cargar conmigo. -No podemos seguir así, Zabdiel me tiene loco preguntando por tí, Joel...

-No me interesa Joel, Christopher, no quiero saber nada de ese hombre. -Habían pasado tres meses desde que me fui de Miami, tres jodidos meses en los que a penas he podido respirar como corresponde, tres meses en los que la vida me ha pateado la cara con fuerza, burlándose de mí.

-Mira, tu madre tampoco está bien, al menos ella tiene que saberlo, no es justo que cargues tú solo con esto, ahora más que nunca necesitas apoyo, no mereces pasar por esto sin nadie que esté a tu lado, tu mamá no estaría bien si pasas un embarazo sin decirle.

-Chris, si le digo a mamá, ella le dirá a Rob y Rob le dirá a Joel y yo no quiero...

-Es el padre, a menos que te hayas dejado embarazar por otra persona, es el padre y tiene que saberlo.

-¡Christopher! ¿De qué lado estás?

-Del tuyo siempre pero también de la razón. Joel no es mi persona favorita del mundo pero eso no quita que sepa lo que siente por tí, se que no te importa, según dices y se que te fue infiel, no voy a justificar eso jamás  pero...

-¿Pero qué? -Yo ya estaba enojado, no quería saber de él, no quería que me dijeran nada.

-Pero él tampoco está bien. -Lo vi pasarse la mano por la cara de forma frustrada, algo me decía que tenía información que yo desconocía.

-¿De qué hablas?

-Joel vino Erick, ha venido tres veces desde que estás acá.

-¿Qué? -Toda mi piel se puso de gallina, no podía creer lo que estaba diciendo, no podía ser cierto.

-Ha venido, no tienes idea de lo difícil que ha sido, me ha amenazado y dicho cosas horribles, esconderte de él no ha sido fácil pero no lo he visto bien. La última vez tú estabas en el médico con mi mamá y yo... bueno...prácticamente tuve que decirle que ya tenías a otra persona. No sabes lo difícil que fue y no tienes idea de lo mal que se puso pero...

-¿Por...por qué hiciste eso?

-Por tí, tú no querías verlo y yo no quería que te lastimara pero entre lo que he visto y lo que Zabdiel me cuenta, él está prácticamente muerto en vida.

Saber esto no hizo nada por aliviarme, contrario a eso, el dolor y la angustia se afianzaron a mi pecho, no podía engañarme a mí mismo fingiendo que estaba bien, yo seguía enamorado de él como el primer día y con el embarazo era aún peor, mi cuerpo lo necesitaba, yo lo necesitaba pero no podía perdonarlo, no cuando había sido infiel.

-Yo no quiero verlo.

-Lo se pero necesitan hablar, ya no puedo seguir escondiendo esto, Erick. Tu mamá tampoco está bien, lo sabes, está preocupada por tí y no es justo tampoco para ella. Mira...yo...antes de que vinieras, le dije a Zab que me hiría con él, teníamos todo listo para mudarnos juntos pero decidimos no hacerlo porque le pedí un tiempo. Él no sabe que estás esperando un bebé pero no es bobo y trata de ayudar a su amigo. No te estoy diciendo que voy a dejarte solo, eso nunca pero entiende por favor que no solo se trata de tí, ahora tienes un pequeño en tu interior que también sufre contigo y no estás bien. Te veo día tras día llorar, lo llamas en sueños y aunque yo también quiero matarlo por lo que hizo, tal vez estaría bien una conversación.

-Yo estoy bien. -Hablo sabiendo que miento y mi pecho se aprieta porque se que tiene razón. Se que es necesario hablarle a Joel, a fin de cuentas es el padre del bebé y se que no puedo solo, Chris me apoya en todo pero es injusto que no pueda disfrutar de un amor que le hace falta, solo porque no quiero hacer lo que me corresponde sin embargo, no estoy listo para eso, no quiero verlo porque me hace daño, aún lo amo y estoy enamorado, sería capaz de perdonarlo tan solo viéndolo después de tanto tiempo y no quiero eso.

-No lo estás, a mí no me engañas, Erick. Toma el tiempo que necesites hasta que te des cuenta pero no voy a dejar que te pongas peor, estás en los huesos y el bebé es quien va a terminar por enfermarse.

-¡Chris! No diga eso.

-Es la verdad y lo sabes, a penas vas a cumplir los cuatro meses en una semana, es un período aún crucial y no lo estás haciendo bien.

-He ido al doctor, me tomo las vitaminas, he...

-No comes, vomitas todo el tiempo, lloras todos los días, estás en una depresión y aunque no te juzgo, tengo que decirte que lo estás haciendo mal. Tienes que hablar con Joel, no puedes esconderle un hijo que sabes siempre ha querido.

-Pero me engañó...

-Y no es necesario que le perdones eso pero antes de hacerlo, ya estabas embarazado y sabes bien lo mucho que lo buscó. No quiero sonar cruel pero no le quites su derecho a ser padre, es egoista de tu parte.

Él se va de la habitación y me deja solo, se que no está enojado pero un poco molesto si, es normal, lo entiendo, llevo tres meses viviendo en su casa y he sido algo así como un muerto viviente. El embarazo me ha llevado recio, los malestares son constantes y es cierto que vomito más de lo que como pero no puedo más, estoy sufriendo amargamente por haber sido engañado, no puedo solo olvidar ese día cuando corrí a sus brazos, desesperado por sentirlo, deseando que me tomara y llenara el vacío que dejó su ausencia durante aquella semana pero el muy idiota portaba en su cuello un chupetón que no tenía más explicación que la de haber sido infiel.

Me acomodé en la cama para llorar como corresponde y durante mucho tiempo dejé que las lágrimas fueran mis compañeras, estaba dolido, triste, incompleto pero saber de parte de Chris que Joel estaba mal, por algún motivo me hacía sentir peor. No podía negar que lo extrañaba, lo había hecho cada maldito día durante estos largos meses y conocer que había venido cuando yo creía que solo se había olvidado de mí, me rompió en mil pedazos.

Con mamá y Rob fue muy difícil, ambos quedaron sorprendidos y cada día que llamaban intentantaba averiguar la verdadera razón de mi partida, Rob había sido quien peor lo tomó, supe mediante mi mamá, que había discutido muy fuerte con Joel, yo no dije que me engañó pero para ellos fue fácil descubrirlo, nadie se separa del amor de su vida días antes de su boda por nada. Pensé en lo que dijo Chris, realmente no podía enfrentar un embarazo solo, pronto la panza crecería mucho y el poco trabajo que estaba consiguiendo, sería imposible de cumplir, necesitaba ayuda aunque me jodiera admitirlo y Joel tenía que saber que iba a ser padre aunque nunca más estuviéramos juntos. Limpié mis ojos llorosos y encendí mi celular, la decisión estaba tomada, solo esperaba que no fuera un error.

-Erick... mi vida. ¿Cómo estás?

-Hola mami, yo...viajaré mañana a Miami, hay algo que debo decirles. -El silencio del otro lado me hizo dudar, tal vez mamá no quería verme, tal vez estaba enojada, tal vez...

-Claro que si mi pequeño príncipe. Todos tenemos deseos de verte. -Por su tono supe que incluía a Joel en su respuesta, mi piel se puso de gallina y suspiré, esto sería un desastre.

-Mamá...

-No importa que no hayas querido contarlo, te he respetado el silencio pero lo siento, Joel también es como un hijo y realmente no puedo describir lo mal que está.

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Walls ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora