JoelYa el Sol ha salido cuando me escabullo de ese cuarto de hotel, dejando atrás a quien quiera que sea la morena con la que llegué anoche. Estuvo bien, supongo pero no es de mi interés quedarme a averiguarlo, llevaba unas siete copas de más y no recuerdo realmente como llegamos acá pero si estoy seguro de que no vine en mi auto porque nunca que salgo a beber, conduzco. Pido el primer taxi que se me cruza y doy la dirección de casa, no me sorprende que el señor que conduce me mire con los ojos muy abiertos, se que me ha reconocido y eso no me hace mucha gracia ahora mismo porque debo lucir como el quinto infierno pero no me importa en realidad, así que mientras él emprende rumbo a casa, yo hago una llamada.
-No se quien es la morena. -Es lo primero que escucho cuando mi amigo responde el teléfono al tercer timbre.
-Buenos días, Richard. -Hablo en cambio porque realmente no se de donde salió la chica y mucho menos entiendo por que es morena, no me gustan las morenas.
-No te hagas el educado conmigo ahora, estoy molesto contigo y me debes una disculpa. -Su tono es serio, por lo tanto supongo que no miente y eso llama mi atención.
-¿Qué pasó?
-Sucede que ayer estabas de un humor de perros, normalmente lo estás y se lidiar con eso pero anoche realmente estabas insoportable. Bebiste demasiado y hartaste mencionando a tu hermanastro, ni siquiera sabía que tenías uno.
-¿Qué?
-¿No lo recuerdas? -Algo me dice que después de eso, no voy a tener una sonrisa en los próximos días pero lo animo a seguir.
-Habla ya, hombre.
-Pues resulta, pedazo de idiota que desde que llegaste venías con cara de no haber follado en años. Zabdiel y yo no entendíamos que pasaba porque estabas arisco y comenzaste a tomar como si te fueran a quitar los tragos y no pasó mucho tiempo cuando empezaste a hablar estupideces sobre un supuesto hermastro gay que vive en tu casa.
-¿Qué?
-Eso idiota, eso. Ni siquiera se quien diablos es ese hermanastro, si es que existe.
-Richard, no...
-Mira Joel, me da igual si tienes nuevo integrante en la familia, si al tipo le gustan los rabos o no pero hiciste un show y ofendiste a Zab. Él es gay, lo sabes y lo que dijiste fue horrible.
-Yo no recuerdo...
-No, claro que no lo recuerdas porque ibas más borracho que nunca, muy fuera de tus límites pero eso no es lo peor, lo peor es que cuando te lanzaste a esa morena de ojos verdes, gritaste algo como "Tú...maldita zorra mentirosa, voy a desenmascararte". No entendimos nada, Zab y yo creimos que la conocías porque bueno...te fuiste con ella.
-¿Qué?
-Eso...y ahora tengo que colgar, te sugiero que llames a tu amigo. Le debes una maldita disculpa.
Richard cortó sin darme tiempo a reprochar o al menos preguntar de que carajo estaba hablando, no tengo ni la más mínima idea sobre lo que se supone que hice anoche pero de tan solo pensar que mencioné la existencia de ese idiota gay que vive en mi casa, todos los poros de mi piel se erizan y un escalofrío se apodera de mí, no puedo realmente creer que eso haya salido de mi boca, de hecho...ni siquiera se que jodidos dije. Cierro mis ojos sintiendo un dolor de cabeza comenzar a molestarme y trato por todos los medios de concentrarme en lo que Richard me dijo, tal vez así podré tener algún recuerdo de la noche anterior.
Recapitulando...
Llegué al bar de siempre, eso si lo recuerdo, ahí estaban Richard y Zab, yo llevaba un mal humor que no podía evitar, dado los eventos anteriormente sucedidos en casa. Vale, hasta ahí no hay nada fuera de lo normal pero según Rich, comencé a beber muy de prisa y me enojé. Se que tomé pero hasta donde me alcanza la memoria, no hice nada fuera de lo que normalmente haría, jamás ofendería a Zabdiel por su sexualidad. Resoplo a punto de frustrarme pero el taxi se detiene frente a la reja que separa mi casa del resto del mundo y sin mucho que decir, pago la carrera y me salgo de ahí.
Voy resoplando todo el camino hasta la entrada principal, no se si ese maldito bastardo está en casa pero solo pensar en que ayer supuestamente lo mencioné, hace que tenga deseos de golpearlo. Hace un día soleado, por lo general prefiero más bien esos donde el Sol es ligero y no quema la piel pero tengo que admitir que justo ahora, lo agradezco porque ya bastante gris estoy por dentro sintiendo una necesidad de romper algo que solo hace aumentar mientras saco las llaves para abrir la puerta.
Suelto todo el aire que contienen mis pulmones mientras doy un paso al interior, según Rich, debo llamar a Zabdiel pero ni siquiera se por que, no se que diablos pude haber hecho tan mal como para que se sienta ofendido y enojado conmigo sin embargo la forma en que mi amigo me cortó la llamada, me indica que efectivamente hice alguna cagada gigante. Miro a mi alrededor para asegurarme de que nadie me observa llegar y siento un alivio incríble cuando puedo respirar en silencio sin rastros de ningún alma vagando. Subo directamente a mi habitación, estoy deseando ducharme para sacarme los restos de la mala noche pero al pasar por el ventanal que conecta mi habitación con la de él, me dentengo en seco, ese jodido niñato de mierda se encuentra tomando el Sol a pierna suelta en el borde de la piscina pero no es ese el problema, el problema es que está usando un traje de baño tan diminuto que no se como diablos pudo meterse ahí.
-Puto marica. -Resoplo enojado, me molesta que sea tan jodidamente gay y que tenga el descaro de exhibirse de esa forma, no soporto ver como es de resbaloso y fácil porque eso es lo que es, sabe que en esta jodida casa trabajan mujeres y hombres y sin embargo le importa medio pepino estar ahí.
-Señorito Joel...no lo sentí llegar, estaba limpiando su habitación. ¿Desea que le sirva algo de almuerzo? -Rita casi me hace saltar del susto, no la sentí acercarse y ahora tengo más rabia porque me siento atrapado, como si hubiese hecho algo malo pero ella no tiene la culpa de la poca vergüenza de ese niñato presumido y trato de responder de forma casual.
-Hola, no es necesario, voy a ducharme y descansar.
-¿Larga noche? -Sonríe cariñosamente, por lo general es muy medida y no se inmiscuye en nada pero ahora me siento incómodo, a la mente me vienen las palabras de Richard y siento el estómago revuelto.
-Algo así. -Trato de sonreir para no sonar cortante con ella, no lo merece pero me ha visto crecer y se que no me cree nada sin embargo agradezco que comprenda mi estado y no diga una palabra. -Ahora si me permites, Rita, voy a estar en mi habitación.
-Por supuesto, señorito Joel, si necesita algo, solo avíseme.
Y sin nada más que agregar, se marcha dejándome solo nuevamente y como soy imbécil, vuelvo a mirar hacia la piscina donde para mi sorpresa, el idiota se encuentra de pie, haciendo una serie de estiramientos que solo lo hacen ver como una necesitada de primera. La ira crece en mí y decido que es mejor ducharme para llamar a Zabdiel y enfrentar lo que sea que tenga que decir pero en el justo instante en que voy a retirarme del ventanal, la pequeña mierda voltea en mi dirección y por lo que pudieron ser milenios, ambos permanecemos mirándonos sin poder evitarlo. No se que carajos significa eso, desde acá no logro identificar su expresión pero debido a la creciente y burbujeante sensación incómoda que se arremolina en mi estómago, rompo el contacto visual y me meto a mi habitación con mucha más frustración. Este pendejo de mierda me tiene al borde de golpearlo y no se si voy a ser capaz de controlarme con la jodida convivencia.
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Walls ll Joerick
FanfictionLas paredes que nos separan de nuestra felicidad, no son solo de ladrillos.