Desilusión

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Mi desesperación aumentaba conforme las horas transcurrían, limpiaba con mucha fuerza cada una de las sillas de la cafetería.

Sen observaba todo detrás del mostrador, se notaba que estaba intentando darme mi espacio. Yo sólo tenía en la mente la imagen del rostro de Shota, su completa decepción eran punzadas constantes en el pecho.

No tenía idea de cómo llegar a resolver esta situación, daba vueltas mi cabeza repasando cada posibilidad y sus tristes consecuencias.

Las lágrimas amenazaban en salir a cada momento, necesitaba parar en ciertos momentos debido a que me encontraba bastante mal.

Me dirigí al baño pero sentí como una mano se posaba en mi hombro. Voltee y vi el rostro consternado de Sen.

-Que quieres?- Dije bastante molesta, no quería que nadie me hablara.

-Cariño tenemos que hablar. ¿Qué sucedió?- Comenzó a acariciar mi cabello para tranquilizarme un poco.

-No tengo nada que decirte- Aparté su brazo y continué mi camino, pero ella me llevó a la fuerza hacia el callejón trasero de la cafetería.

-Chica necesitamos hablar, se nota a leguas que no te encuentra bien- Me acorraló contra la pared, así que mis únicas opciones eran decir la verdad o en su defecto utilizar la fuerza.

Aparté la mirada y poco a poco sentí la humedad por mi rostro, Sen me abrazó y no hice nada más que corresponder, aferrarme a ella como si fuera lo único que podía salvarme.

Después de un rato me aparté y decidí hablar, escupi cada palabra, las frases cargadas de odio y dolor.

-Shota no quiere dirigirme la palabra, Shoto me besó a la fuerza y él lo vio todo. Quise hacerle entender, pero no me escuchó, me evade y no responde de ninguna forma- El mundo se me venía encima, él era lo único que yo tenía, aquella persona que me hizo sentir valiosa y amada.

-Ok entiendo todo, pero creo que necesitas darle tiempo. Verás, en ese tipo de situaciones las personas necesitan tiempo para procesar.- Limpió mis lágrimas poco a poco intentando calmar mi desesperación.

-Shota está nublado debido a su rabia, así que mejor espera un poco y después intenta hablar con él- A pesar de todo lo que sentía estaba consciente de que ella tenía toda la razón.

-Si, es cierto. Creo que me costará pero haré lo mejor que pueda- La abracé de nuevo.

-Muchas gracias en serio- Comenté entre lágrimas, no podía permitir que esto terminara con todo lo que construimos juntos.

Tomamos un café y ella me ofreció salir a compar algo de ropa para distraerme, yo acepté debido a que necesitaba entretener mi mente en algo.

Estábamos caminando por el centro comercial, cada escaparate mostraba cosa muy lindas que nunca antes había considerado usar. Estuvimos un rato riendo de unas historias que contaba hasta que decidimos sentarnos en un banco junto a una fuente.

-Estaba pensando en comprar un árbol para gatos, debido a todo el tiempo que estoy fuera de casa siento que Howl se aburre mucho.- Subí la mirada hacia la tienda de mascotas, noté algo que hizo que el color se fuera de mi rostro.

Después de un rato enfocando la mirada noté un figura completamente vestida de negro junto con una chica de cabello verdoso. Realmente no quise pensar mal ni hacer conclusiones erróneas.

-Sen espérame aquí, ya vengo- Dejé todo y me aproxime.

Una vez estando lo suficientemente cerca un peso en el pecho me invadió, sentí una rabia subiendo como nunca.

Era Shota, se encontraba junto con una chica peli verde muy risueña, él no se veía muy interesado en seguir su positividad pero aún así el dolor surgió.

Una fuerza interna hizo que entrara a la tienda, comencé a ver los árboles de gatos mientras intentaba escuchar la conversación del pasillo de al lado.

-JAJAJAJA Eres muy gracioso enserio, no puedo entender cómo esa chica te hizo eso- Era una voz sumamente chillona, me pareció  incómoda y con una actitud muy molesta.

-No tengo idea, realmente no creí que fuera capaz de eso- Respondió Shota con tristeza, un dolor en el corazón surgió como un puñal.

-Yo creo que puedes encontrar alguien mejor, DIGO TAL VEZ JAJAJAJAJA- Su insoportable risa provocó que me tapara los oídos.

-Sinceramente no quiero hablar de eso ahora- Me sentía muy confundida, se notaba el sufrimiento en las palabras del hombre que tanto amaba.

Intenté asomarme sin que se notara, la chica verde se acercó a Shota y lo abrazó, después plantó un beso en su mejilla. El corazón casi se me sale del pecho, el dolor fue tan fuerte que caí al suelo.

Pensar nunca fue una opción [Shota Aizawa X Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora