Librarse de las cadenas

620 86 14
                                    

-Te agradezco tanto lo que has hecho por él, me preocupaba que se sintiera solo en casa- Comenté mientras acomodaba el pequeño envase de pudín vacío en la mesita de madera.

-Es lo menos que puedo hacer por ti pequeña, me encantaría poder ayudar más- Dijo Sen con un dejo de tristeza en su voz. Me sentía muy mal por ella, su preocupación desde que ocurrió todo se hizo enorme.

-Ya haces más que suficiente, el hecho de que me visites todos los días es de mucha ayuda para mí. De verdad gracias- Tomé su mano y la apreté de forma cariñosa, se notaba que las lágrimas casi salían de sus ojos.

Llevaba tres semanas asistiendo todos los días en su tiempo libre antes de irse a trabajar, desde que permitieron las visitas ella no faltaba ni un día. Era un apoyo increíble ya que mantenía mi mente distraída y me ayudaba para salir adelante.

Shota había retomado su trabajo en la UA desde hace una semana a petición mía, al principio se negó rotundamente, no quería dejarme sola en ningún momento, pero tampoco deseaba que mi estadía en el hospital lo privara de su vida, necesitaba continuar con su trabajo. En cuanto tenía tiempo libre venía a verme e incluso pasaba siempre las noches conmigo. El pobre se veía cansado y bastante desgastado, le insistí que mejor fuera a su casa, pero era muy terco y siempre terminaba haciendo lo que él quería.

Además de Shota, Yu y Shinji me visitaban cada vez que tenían oportunidad, se mantenían al tanto de mi cuidado y salud todo el tiempo. Incluso algunos del salón venían, Jirou y Shoto son los que se encontraban aquí más a menudo. Midnight y Mic acompañaban a Shota cada vez que llegaba al hospital, eran bastante lindos conmigo y la pelinegra siempre me traía algún regalo.

Tengo que admitir que todo el apoyo que me brindaron fue muy fructífero para mi recuperación, despejando el sufrimiento físico, el mental era bastante más pesado, en todo el tiempo que llevaba hospitalizada era lo que mas me había costado recobrar. A partir del incidente tenía pesadillas todos los días, peores que las que sufría hace años ya que combinaban hechos. Me despertaba cada noche empapada en sudor y gritando por ayuda, Shota que dormía junto a mí siempre me abrazaba para consolarme.

En cuanto a lo físico me sentía bastante mejor, ya realizaba todo por mi cuenta y sólo necesitaba apoyo para ciertas cosas. Mi diagnóstico era tan bueno que la Doctora me dijo que en unos días sería dada de alta para poder ir a casa; tendría que estar en reposo pero al menos saldría de aquí. Estaba ansiosa por ver a Howl.

-Te veo algo pensativa ¿Está todo bien?- Dijo Sen cálidamente.

-Si, estoy bien, solo pensaba en lo emocionada que me encuentro por salir de aquí. Espero que el cambio ayude aún más en mi mejora.- La chica frente a mí acarició mi mejilla, amaba ese tipo de gestos de su parte, ella casi era como mi hermana.

-Lo harás, eres muy fuerte, verás que en cuanto menos pienses todo volverá a la normalidad- Mi vida normal... ¿eso si quiera era posible? Al final algo debía de cambiar, las cosas no podían ser exactamente igual que antes, no después de todo lo sucedido. No quería paralizarme por el miedo, sin embargo no podía evitar estar alarmada todo el tiempo, una especie de paranoia de que algo me sucedería a cada segundo.

En eso el sonido de la puerta llamó la atención de ambas.

-Hola buenos días. Veo que te encuentras bastante bien, me alegro por eso- Dijo la doctora de forma alegre, afortunadamente ella era bastante profesional y talentosa, gracias a sus cuidados pude recuperarme antes de lo estimado.

-Vengo a darte una excelente noticia. Estuvimos revisando tu progreso además de los exámenes que te realizamos hace unos días. El día de mañana serás dada de alta.- Me inundó un entusiasmo, por fin podría salir de aquí, estar en casa, ver a Howl de nuevo, retomar mis clases y trabajo.

-De igual manera te recomiendo seguir en reposo, es la segunda vez que sufres una fractura de ese grado así que tu cuerpo necesita un poco más de tiempo para recuperarse. Puedes llevar tu vida de forma normal, solo evita los esfuerzos durante una semana.- Estaba a punto de llorar, pero por primera vez en semanas eran lágrimas de felicidad.

-Muchas gracias de verdad, no puedo expresar con palabras lo feliz que me siento. - Sen me abrazó al igual que la doctora, tal vez, después de mucho tiempo, mi vida estaría mejor.

Después de la noticia continuamos hablando un rato Sen y yo, hasta que llegó Shota y recibió la noticia. Un brillo pasó por sus ojos, la alegría se podía palpar en él, me reconfortaba la idea de que estaba mejor, se notaba que las clases le ayudaban a superar toda la situación.

A la mañana siguiente abandoné el hospital, Shota no asistió a su trabajo para ayudarme a volver a mi departamento. Entramos por la puerta, yo insistí que podía subir sola las escaleras e incluso caminar, pero se puso terco y decidió cargarme todo el trayecto.

-¡Hola pequeño!- En cuanto Shota me dejó en el suelo Howl literalmente se lanzó hacia mí. El pobre maúllaba y ronroneaba como nunca, todo esto mientras se restregaba de forma entusiasta contra mí. 

-Te extrañé mucho mi niño hermoso, lamento mucho dejarte tanto tiempo- Lo llenaba de besos y abrazos, sorpresivamente él no puso resistencia.

-Todos los de la clase insistieron en hacer una fiesta de bienvenida por tu salida del hospital, yo les dije que no, conozco tu desagrado hacia los eventos sociales- Comentó el pelingro mientras me daba un abrazo por detrás y posaba su barbilla en mi hombro. Yo llenaba de besos su mejilla.

-Te agradezco eso, comprendo sus intenciones pero siendo sincera no quiero que esto sea diferente, deseo sentir como si las cosas continuaran normalmente.- No quería negar el pasado, pero tampoco tenía la intención de recordarlo cada cinco segundos.

-Eres demasiado fuerte mi amor, de verdad no entiendo qué hice para merecerte- Dijo mientras tomaba mi cadera para juntarnos, tocó su frente con la mía, ese gesto tan cálido me hizo sentir en casa de nuevo, en un hogar.

Pensar nunca fue una opción [Shota Aizawa X Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora