El peso de existir

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Ambos cruzamos miradas, él me dedicó una sonrisa de "todo estará bien". Yo confiaba plenamente en aquel hombre, además todo fue de parte mutua, ambos estuvimos de acuerdo en todo.

-Y bueno, el ADN en cuestión te pertenece a ti Aizawa Shota- A pesar de conocer la respuesta no pude evitar impresionarme al momento de escucharlo de sus palabras. Me incomode un poco, era una situación algo desagradable que se enteraran así.

-Debido a esto necesitamos iniciar una investigación como debes suponer. Necesito que te retires, un agente te espera afuera.- Yo quise ir con él, no solté su mano, pero se devolvió y retiró un mechón de mi rostro con delicadeza.

-Tranquila, todo estará bien, saldremos de esta- Me dió un beso en la mejilla ignorando la presencia del otro hombre y salió lentamente.

-Bueno necesito realizar otro interrogatorio debido a los nuevos resultados- El gran hombre tomó asiento en una pequeña silla a los pies de la enorme cama. Sacó un bolígrafo y un pequeño cuadernillo de notas.

-Desgraciadamente el principal ADN no coincide con alguno registrado en la base de datos, de igual forma con tu descripción y debido a acontecimientos pasados pudimos deducir la procedencia del mismo.- No me estaba diciendo nada nuevo, ese chico ya había salido en algún momento en televisión e incluso periódicos. Se había concluido hace unos días que él estaba involucrado con la banda que atacó hace tiempo en el USJ.

-Comprenderás que ésta evidencia ata a Shota a la investigación. Tomaré tu palabra como testigo en caso de que se le tenga que llevar a juicio- Comencé a alterarme, no deseaba por nada del mundo que Shota terminara en la cárcel.

-Él no me hizo nada. Llevamos saliendo varios meses y hace un tiempo tuvimos relaciones sexuales de manera consensuada. Me imagino que sus investigadores pudieron notar la antigüedad de los restos.- lo miré de una forma tan voraz que casi era retadora.

-No lo encandena a los acontecimientos de hace unos días, pero entenderás que no es legal el hecho de mantener relaciones con un menor de edad.- Ya sabía, siempre intentaban meter sus estupidas lagunas fiscales y cualquier estupidez para empeorar una situación ya de por si mala.

-Todo fue consensuado como le dije, no estaba bajo efecto de nada, no consumi alcohol y él nunca me obligó. Tal vez piense que soy una niña estupida que reacciona solo porque se ilusiona con lindas palabras, pero yo amo a Aizawa Shota al igual que él a mi. Soy consciente de mis acciones y asumo las consecuencias. Si amarlo fue un error pienso cargar la misma culpa que él.- Cada palabra salió con una seguridad tal que hasta el hombre frente a mí quedó boquiabierto. Se quedó mirando sus papeles un rato y luego soltó.

-Mira, hablé con tus tutores antes de venir, ellos dieron su voto de fe con Aizawa. A pesar de no conocer de su situación hasta ahora ellos dieron su testimonio y recalcan el excelente estado en el que te encontrabas. Podría haber una excepción, los resultados de las pruebas todavía no salen del laboratorio, se pueden mantener ahí.-

Se acercó mucho hacia mí, soltó un largo suspiro. -Conozco a Shota y estoy seguro de que no te hizo nada malo. Haré lo posible por cubrir esto, pero necesito que sean cuidadosos hasta que cumplas la mayoría de edad.- Me sorprendió la respuesta del agente, en la UA nos decían que las excepciones no podían existir. Me supongo que siempre había una primera vez para todo.

-S..se lo agradezco- Dije de forma sincera, al final podría estar con él y nada malo le sucedería. Afortunadamente no faltaba mucho, debido a que entré tarde a la UA mi mayoría de edad sería dentro de cuatro meses.

Inclinó su cabeza y se retiró, en ese momento el silencio invadió el cuarto. La ausencia de ruido era tal que inclusive podía percibir mis latidos. Desde que había llegado al hospital solamente me levantaba para ir al baño y ducharme, cosa en la que me apoyaban las enfermeras, Shota se ofreció al principio pero yo le dije que no, esto era para evitar sospechas, al final los únicos nuevos enterados de nuestra relación era la doctora, el agente, Shinji y Yu. Llegamos a un acuerdo de no comentar nada.

Sentía mis piernas débiles, tal vez tardaría en caminar algo de tiempo, de hecho al levantarme dolía bastante debido a mis costillas rotas y todos los moretones. Miré el reloj, marcaba las 4:20 de la tarde, habían pasado veinte minutos desde que Shota salió por la puerta. Era obvio, sin él todo se percibía vacío e insípido.

Entró una doctora, mi psiquiatra específicamente. Lo había olvidado, mi cita siempre era a las cuatro y media pero a ella le encantaba llegar diez minutos antes.

-Hola linda! Cómo te encuentras hoy?- Dijo de forma alegre, me sorprendía la forma en la que su semblante siempre era así, para mi requeriría mucho esfuerzo.

-Creo que estoy tranquila- Dije mirando mi mano, con el goteo intravenoso conectado.

-Eso me alegra. Bueno, empecemos- Y así surgió una larga plática como solíamos hacer en sus visitas. Sorprendentemente me sentía muy ansiosa y lo atribuía al hecho de que no sabía nada de Shota.

Una vez concluida mi sesión ella tomó su maletín, pero antes de cerrar la puerta detrás de ella dijo -Aizawa está en la cafetería cenando, así que puedes estar tranquila- Me dedicó una sonrisa y salió. Me sentí bastante aliviada, esperaba con ansias que los problemas se detuvieran de una vez.

Decidí encender la televisión, trataba inútilmente de buscar un canal con algo que no fueran noticias. Una vez que estaba variando me llamó la atención un anuncio de un noticiero. Decía que en dos meses se llevaría a cabo el examen para que los estudiantes de diversas escuelas obtuvieran su licencia de héroe profesional.

Era curioso, a pesar de no llevar mucho tiempo ausente el hecho de asistir a la escuela y llevar mi vida normal se veía muy lejano. Me sentía algo triste, siempre me veía involucrada en algo negativo que afectara a Shota. Tal vez sería mejor estar alejada de él, por mi culpa está ausente de su trabajo, arriesgó su vida, además si él no hubiera tenido un interés amoroso no lo hubieran chantajeado tan fácilmente.

Era una culpa constante que me carcomia por dentro, lloraba en los momentos que Shota salía a tomar aire, pensaba en ello todo el tiempo, un peso sofocante y susurros de voces diversas diciendo lo inútil que era, lo poca cosa y el favor que le hubieran hecho al mundo si ellos llegasen a matarme en su momento.

Lloré de nuevo, estaba cansada, me dolía la cabeza por hacerlo todo el tiempo, mis ojos hinchados de tanto líquido que derramaba. Todo se me venía encima, absolutamente todo. Daría lo que fuera por un abrazo de mis padres en este momento, que llegaran, me dijeran que todo estaría bien, que era una buena chica y una persona linda. Pero nada de eso pasaría, yo los asesiné y no estaban aquí por mi culpa.

Quería dejar de existir, acabar con todo, que este peso se fuera. Miré mi mesita de noche junto a la cama, lo dudé bastante, mi corazón acelerado, cada centímetro de mí retumbando.

Tomé la mayor cantidad de pastillas que pude, quería asegurarlo de alguna forma u otra. Miré las pequeñas píldoras durante un rato, las voces hicieron prescencia. "Vaya mierda, no tiene el valor de hacerlo, ni para esto sirves" "Simplemente tragalas, le harías un favor a todos" "Shota estaría mejor sin ti" "Siendo sincera ¿alguna vez has hecho algo bien en tu mísera existencia?" "Mereces todo lo que pasó, es el castigo por matar a tus padres" " Eres como dijo Dabi, sólo un juguete"

Levanté el brazo decidida a ingerir todas y cada una de las píldoras, pero un fuerte brazo me detuvo. Lo miré, el hombre frente a mi tan hermoso como siempre, no tengo idea de qué magia poseía que siempre se veía espectacular. Le sonreí, fue un reflejo, las lágrimas se colaban a mi boca.

-Por favor no lo hagas, yo te necesito, no puedo seguir sin ti- Dijo con desesperación, sus ojos siempre tan calmos ahora se notaban llenos de dolor.

-Tal vez si yo no estoy te puedas librar de todo- Cargaba mi dolor en cada palabra. El mundo se sumergía en un negro que me arrastraba.

-Mi amor, si tu no estás yo perdería mi voluntad de existir. Tu eres mi mundo, en este tiempo te convertiste en la razón de mis sonrisas, eres en lo único que pienso mi día a día. Podemos salir de esto, puedes salir de esto, eres muy fuerte. Has pasado por mucho, pero puedo ayudarte, créeme que podemos asegurar un futuro juntos. Fui un completo imbecil, te alejé de mi y además no te pude proteger, te puse en peligro y no me hice responsable.- Ahí me di cuenta de toda la culpa que cargaba, no sólo era yo la que sufría, él también sentía el peso del mundo en sus hombros.

Yo también quería ayudarlo, fui muy egoísta al intentar dejarlo aquí solo. Era muy difícil, pero tal vez juntos podríamos librarnos de las cadenas de la culpa y aceptar las sombras del pasado... para, por fin, intentar encontrar una luz.

Pensar nunca fue una opción [Shota Aizawa X Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora