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Alexander Cross.

¿Cintia te preocupará tu imágen?, ¿O estás muerta de celos?

No voy a mentir me sorprendió mucho que se apareciera aquí. Está mujer me va a volver loco. No puede llegar así y darme semejante beso, porque me dan deseo de arrancar ese tonto vestido y follarla aquí mismo frente a todos.

Alexander por favor ¡Controlate! No pienses en Cintia ahora mismo, está sobre ti y tu hermana y tu mejor amigo están presentes.

Me removí incómodo —¿Te quedas conmigo… o te vas?

— Solo me quedaré un rato —se levantó y tomo asiento a mi lado—, quiero buscar empleo y necesito descansar.

— Sobre eso Cintia debemos hablar.

— Voy a trabajar Alexander quieras o no.

— Hablamos luego —me incliné y besé la piel desnuda de su hombro—. No es el momento. 

Eran más de la cinco cuando Max decidió irse con una chica rubia para su departamento. Cintia estaba un poco contenta para no decir que se pasó un poco de tragos y Ale, pues ella está bien, con su ego por los cielos y su mirada inquebrantable.

— Ya no voy a trabajar hoy —me comentó Max antes de irse.

— Tranquilo yo tampoco voy a ir.

Max se marchó y Alejandra habló por primera vez.

— Ya quiero irme a casa, hermano —se levantó cruzando los brazos.

— Ale no sabes cuánto siento que tuvieras que ver…

— Hermano, estoy bien —rodó los ojos—, te espero en el auto. —se marchó dejándome solo en el sofá con Cintia.

— Yo no quieeeero irme —habló Cintia haciendo un millón de gestos. Graciosos.

— Te pasastes de trago, mujer —me burlé intentado ponerla de pie.

— Fue tu culpa —me dió pequeños toques en el pecho—. ¡Mierda Cross que bueeeeno essstas!

No pude evitar soltar una carcajada, mientras Cintia tocaba mi cuerpo.— Me caes mejor borracha.—comenté.

— Estás muy bueeeno Cross —volvió hablar—, lastima que seas todo un egocéntrico, un immmmmmbécil, un mujeriego pero no te voy a quitar el mérito, Estás muuuuy bueno.

— Vamos a casa Cintia.

— Deberías ser un tiiiiin más romántico —balbuceó—. Llévame en brazos como un princesa, o no, mejor, como tú reina.

Mi teléfono comenzó a notificar en en los bolsillos delanteros de mi pantalón.

Elena
Tu esposa está muy borracha Alexander, debería tomar menos y follarte más.

Te veo tenso, pero ese traje negro te queda de maravilla. Fue verte y ya se me mojaron las bragas.

¿Quieres comprobarlo Alexander?

Alexander
Ni te imaginas todo lo que me hace está mujer en la cama y lo que no es en la cama también. Piénsalo de no ser así nunca me hubiera casado. Tú mejor que nadie me conoces

Por cierto deja de buscarme.

Apagué el móvil, porque sabía que iba a seguir molestando. No me apatecía caer de nuevo en las garras de semejante loca.

Cargué en brazos a Cintia y caminé hasta el auto donde Ale me esperaba. La deposité en el asiento de copiloto, mi hermana se sentó en la parte trasera.

Amor Por Contrato✓ [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora