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Alexander Cross.

Eres tonto ¿para quién sonríes? Aún con los ojos cerrados estaba sonriendo, pensando en lo que ocurrió anoche con Cinta. Definitivamente eso no fue sexo casual.

Abrí los ojos poco a poco, recorrí el colchón en busca de su tacto pero nada. Solo y desnudo, así que no fue un sueño.

Me di una ducha rápida, tengo una reunión muy importante en la empresa, pero no me pienso  ir sin hablar con Cintia.

Salí de la habitación, me dirigí hasta la cocina donde se encontraba mi padre desayunando.

— Siéntate Alexander —me ordenó —, desayuna un poco debes estar agotado.

Oh padre ni te imaginas lo agotado que estoy.

— ¿Has visto a Cintia? —me senté junto a él. Agarrando una taza de café.

— Si hijo salió temprano pero no dijo a dónde iba. Deberías atender más tu esposa Alexander.

— Padre créeme que lo hago —se me escapó una sonrisa de los labios.

— Ay Alexander por favor respeta que soy tu padre. —se sonrojó enojado por mi comentario—. Quiero decirte algo pero debes tomarlo con calma.

— ¿Qué sucede? —dije mientras me llevaba una tostada a la boca.

— Mandé a revisar tu auto y…

— ¿Y que papá? —tragué en seco.

— Tus frenos fueron cortados Alexander.

— Lo sabía —di contra la mesa.

— ¿Tienes alguna idea de quien pudo ser?

— No tengo ni la menor idea.
—mentí—. Padre debo irme, hoy tenemos la reunión con los representantes de Corea.

Agarré las llaves de otro auto y me fui rumbo al departamento de Cintia, era donde único podía estar.

Debo averiguar quién me quiere muerto. Jonas Parker me lleva odiando todo mi vida, nuestra competencia por el trabajo y ahora me casé con Cintia, motivos le sobra, aunque también está Elena, pero no creo que fuera capaz de hacerme daño, la obsesión no da para tanto.

Bueno eso creo.

Di unos pequeños toques en la puerta, que él de recepción me indicó.

— Buenos días —habló una mujer con una sonrisa en los labios—. Eres el marido de mi hija, creí que nunca ibas a visitarme.

— Buenos días Isabela —recordé su nombre en alguna ocasión Cintia lo mencionó. — ¿Cintia está aquí?

— No, no está pero entra no te quedes en la puerta.

Entré en el diminuto apartamento, tomé asiento junto a Isabel, pero en el momento que iba hablar me interrumpió.

— Mira yo entiendo que tu relación con Cintia no es del todo real —habló en un hilo de voz—, ella me pidió que me mantuviera alejada y es lo que voy hacer, pero yo quiero pedirte que la mantengas alejada de Jonas Parker, ya mi niña ha sufrido demasiado.

— No tengo palabras para describir lo que pasa entre nosotros, pero te prometo que Jonas no se acercará a ella.

— Es bueno escucharlo…

Fue interrumpida por la notificación de su teléfono.

— Oh Alexander querido espera un segundo está notificación es de unos de los canales más cotillas.

Amor Por Contrato✓ [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora