Me levanté bien temprano y la luz del día no era la luminosa de hace unas semanas, las hojas de los árboles habían caído indicándonos la llegada del invierno
Había pasado una semana desde que Derek y yo casi nos besamos, la cosa se había puesto más tensa entre los dos, y para empeorarlo las pesadillas y los ataques de ansiedad habían empeorado, me ha costado ocultárselo a la manada. Isaac, Liam y Theo estaban preocupados por mí y Stiles sospechaba que algo raro me pasaba, no me extrañaría que lo descubriese ese chico es muy listo.
Fui a ducharme, mientras el agua corría, la marca se estaba poniendo más roja, me vestí y fui a buscar una de las pociones, en cuanto me la tomé la rojez disminuyó y se veía como si fuera una herida de hace años.
Baje y todavía no había nadie levantado, me preparé el desayuno y justo cuando lo puse en la mesa apareció Derek con solo unos pantalones de pijama, por Merlín este hombre está guapísimo.
-Hola- Le dije sin querer mirarle.
-Hola- Me saludó y se preparó un desayuno rápido- ¿Vas a salir a correr?
-Sí, una carrera no me vendrá mal.
-¿Puedo acompañarte?- Me preguntó cuando ambos terminamos de desayunar, había pensado en salir a dar un paseo en escoba pero cualquiera le dice que no a esa cara.
-Claro. Ve a vestirte que yo recojo esto- Le dije mientras recogía los platos del desayuno.
Derek fue a vestirse y cuando ya había terminado de recoger las cosas él ya había bajado.
-Derek ¿a donde vas?- Escuchamos la voz de Braeden detrás nuestra y ambos nos giramos.
-No te interesa- Le dijo cortante a la mercenaria.
-¿Y si preguntan a las niñas?- Le volvió a preguntar.
-Diles que he salido a correr- Se rindió Derek y cogiéndome de la muñeca salimos por la puerta- Indica el camino.
Salí corriendo y Derek enseguida se puso a mi ritmo, estuvimos una hora corriendo hasta que llegamos a mi parte favorita del bosque, donde solía irme a practicar hechizos y a relajarme.
-Vaya, hace mucho que no venía aquí- Me dijo sentándose en el suelo.
-¿Tú venías aquí?- Le pregunté sentándome a su lado.
-Cuando era más pequeño y quería escaparme de mi madre, pero luego me hice más mayor y más estúpido y deje de venir- Me dijo y se quitó la sudadera quedándose en una camiseta de tirantas-¿No tienes calor?
-No todos somos lobos con la temperatura de una estufa- Le dije riéndome y él se unió conmigo, la verdad si tenía calor, pero llevaba debajo una camiseta de manga corta.
-¿Qué pasa?- Me preguntó cuando vio que me había quedado mirándolo.
-Nada, tienes una bonita sonrisa- Le dije avergonzada.
-Gracias- Me dijo él bajando la cabeza pero sonriendo- Y tú ¿tienes algún lugar especial?
-Uno y solo lo saben dos personas, así que no digas nada o tendré que matarte- Nos Empezamos a reír los dos a la vez- En mi antigua escuela, hay un bosque, inmenso, pero está prohibido entrar sobre todo para los alumnos, pero yo solía escaparme a una pequeña cueva en la cual hay un estanque, es precioso, todo lleno de plantas y animales.
-Parece un buen sitio- Ambos nos quedamos callados viendo el paisaje.
-Lo es- Le dije sonriendo- Me encantaban los animales que allí habían.
-¿Te gustan mucho?
-Me encanta, siempre quise tener una mascota, pero mi padre nunca me dejó hasta que tuve los 11 años- Le dije acordándome del enfado de mi padre al tener una lechuza y le enseñé una foto que tenía en el móvil- Esta es Lucy.
-Es preciosa, pero ¿por qué no la tienes aquí?
-En realidad si está- Di un silbido y llegó volando y se me posó en la rodilla- Vive en estos bosques no sabía si podía quedarse en la mansión.
-Puede quedarse, es decir, no creo que le moleste a nadie- Dijo acariciándole la cabeza- ¿Por qué se llama Lucy?
-Mi padre y yo no tenemos buena relación y desde pequeña siempre me divertía hacer rabiar a mis padres, así que en cuanto la compre supe que ese sería su nombre- Le expliqué a Derek, pero seguía sin entender nada- El nombre de mi padre es Lucius, así que decidí acortarle el nombre.
Nos quedamos allí viendo el agua, mientras acariciaba a Lucy.
-Oye...-Dijimos los dos a la vez y nos reímos, pero le di palabra a él- Tú primero.
-Respecto a lo del otro día, ya sabes el casi beso- Me dijo Derek un poco avergonzado.
-Ah, si- Le dije yo de la misma manera- Lo mejor sería dejarlo estar.
-¿Es lo que quieres?
-No- Le dije con total sinceridad y su cara pasó a una de alegría- Pero sería lo mejor.
-¿Por qué?- Me preguntó confundido- Tu me gustas y creo poder adivinar que yo a ti también así que no lo entiendo y encima...
-Sí Derek tu también me gustas, joder creo que me estoy enamorando de ti- Le dije y se ilusionó y al ver esa cara desearía poder darle lo que el quiere- Pero no puede ser, Derek estoy destruida, no sabéis quien soy en realidad, todos pensáis que mi vida a sido fácil, pero es todo lo contrario.
-Pero tú sola no puedes decidir sobre nosotros sin darme una sola oportunidad a opinar sobre ello- Me dijo Derek levantándose enfadado.
-Derek es lo mejor, créeme- Le dije poniéndome de pie- No podemos estar juntos y es mi última palabra.
Derek me miró enfadado y transformándose en lobo se fue aquí.
Yo me quedé allí llorando, de verdad quería estar con él, pero no puedo.
Sentí un picotazo en mi mano y era Lucy intentando consolarme.
Saqué mi escoba, la cual se encontraba guardada entre la maleza y montándome en ella ascendí a los cielos perdiéndome entre las nubes y alejada de la vista de los muggles.
Lucy se elevó juntó a mi y emprendimos el vuelo.
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Valiente
RandomCarina Malfoy se muda a Beacon Hills para poder distanciarse del mundo mágico y poder superar sus traumas, pero lo que no esperaba era enamorarse del lobo gruñón de la manada, ¿podrá superar su pasado y por fin poder ser feliz o personas de su pasad...