Carina Malfoy se muda a Beacon Hills para poder distanciarse del mundo mágico y poder superar sus traumas, pero lo que no esperaba era enamorarse del lobo gruñón de la manada, ¿podrá superar su pasado y por fin poder ser feliz o personas de su pasad...
- ¿Cuanto tiempo piensas quedarte?- Escuche una voz detrás mía.
- ¿Tan pronto quieres deshacerte de mi Minnie?- Le pregunté a la profesora McGonagall cuando se sentó a mi lado.
-Sabes que no lo digo por eso, por mi puedes quedarte el tiempo que quieras- Me dijo Minerva- Pero sabes que no puedes esconderte.
- Mis padres están libres y le prometí a Lucius que hablaría con ellos- Le dije bajando la mirada-No puedo enfrentarme a eso.
- No te tomaba por una cobarde- Me dijo Minerva y levanté la cabeza indignada- No me mires así, se que lo pasaste mal, pero desde la guerra lo único que has hecho ha sido huir.
- Eso no es verdad- Le dije enfadada.
-¿Ahh no?- Me preguntó y se puso a enumerar- Tras la batalla despareciste, luego en el juicio de tus padres no quedaste para saber el veredicto, te fuiste a ese pueblo para no tener que enfrentarte a la gente y ahora ¿no te vas a enfrentar a tus padres?
- Tal vez tengas razón- Le dije con voz más tímida, Minerva siempre tiene razón.
- Pues claro que la tengo- Dijo Minerva soltando una risa- No te eduque para que fueras una cobarde y antes de que vayas a decir nada, todos los años que estuviste aquí estuviste bajo mi cuidado y mí educación, así que si te eduque.
- No pensaba llevarte la contraria Minnie-Le dije sonriendo, pero luego me volví a poner seria- Siendo sincera contigo, no ha sido la última vez que me he acobardado.
- Oh, querida ¿que ha pasado?- e preguntó preocupada.
- Me he enamorado- Le dije sin quitar la mirada del suelo.
- Cielo eso es genial- Me dijo Minerva alegre- Por que estas tan triste, ¿no siente lo mismo que tú?
- No es eso- La respiración empezó a entrecortarse y me largué a llorar- Estoy arruinada.
- Oh, no cariño ¿por que dices eso?- Me dijo abrazándome.
- Sabes lo que pasó y sabes cómo quedó mi cuerpo- Le dije sin soltarla- Y no solo esos, mi vida es un desastre, tengo ataques de pánico, mis pesadillas no disminuyen, no se que hacer. Tengo miedo de que vuelvan a por mi.
- Tienes que vivir tu vida, no puedes encerrarte en ti, por qué si haces eso acabarás sola- Me dijo Minerva acariciándome el pelo- Tienes que arriesgarte, sé valiente ¿Puede acabar mal? Si, pero tienes las mismas posibilidades de que tengas una gran vida. Después de todo eres una Gryffindor ¿no?
Solo le asentí, las lágrimas me impedían hablar.
- Tengo que irme, tengo que ocuparme de unos asuntos- Me dijo dándome un beso en la cabeza y yéndose, cuando estaba en la puerta se giró- Ah, y espero verte en el baile con ese chico.
Minerva tiene razón no puedo seguir escondiéndome, tal vez si pido ayuda. Necesito tomar un respiro.
Fui a dar un paseo por la escuela, tras la guerra tuvieron que reconstruirla y lo lograron muy bien. A veces echo de menos cuando una de mis mayores preocupaciones era no suspender las clases de adivinación, oh como odiaba esa clase.
Llegue al campo de Quidditch y me senté en las gradas viendo a los alumnos de Gryffindor entrenar.
-Son buenos ¿sabes?- Dijo una voz a mi lado y se sentó a mi lado- Aunque no son igual de buenos de lo que tú eras.
- Tan buena no era- Le dije- Me caí tantas veces de la escoba de las que pueda contar.
- La mitad de las veces te empujaban- Me dijo Neville- Ambos sabemos que los Slytherin eran unos tramposos.
-Oh Profesor Longbottom, no deje que sus alumnos lo escuchen- Le dije sonriendo- Hay que intentar acabar con esa eterna pelea entre los Gryffindor y los Slytherin.
- Eso es lo que estamos intentando, que todas las casas puedan convivir sin las peleas y discusiones que teníamos nosotros- Me dijo Neville recostándose en la grada- Además me refería a los Slytherin de nuestra época, quieras o no eran unos tramposos y no me lo puedes negar.
- Tienes razón, solo esperemos que estas nuevas generaciones no se parezcan a nosotros- Le dije a Neville- Por que quieras o no nosotros también hemos tenido prejuicios contra los Slytherin.
- Esperemos que sean más listos que nosotros- Me dijo y una sonrisa surcó su cara- Se me ha ocurrido una cosas.
- ¿El qué?- Le pregunté curiosa, pero no me dijo nada, me cogió de la mano y nos bajó de las grada para llevarnos hasta el campo- Longbottom, ¿que hacemos aquí abajo? Estamos interrumpiendo un entrenamiento.
-A veces me olvido de que eres una Malfoy, acabas de sonar igual que tu hermano- Me dijo Nev y le sáquela lengua, pero no me hizo caso y se giró a una de las chicas- Te presento a la señorita Sloan, la capitana de Gryffindor, señorita Sloan esta es...
- Carina Malfoy- Dijo interrumpiendo- He escuchado mucho sobre ti, eras la mejor cazadora de tu generación y una de las mejores alumnas junto a Hermione Granger.
- Vaya pareces que tienes una fan-Me susurró Neville al ver la emoción con la que hablaba la chica- Quería preguntarte si podríais dejar que la señorita Malfoy entrene con vosotros.
- Seria un gran honor- Dijo casi chillando y luego señaló a uno de los chicos- Déjale tu escoba y ve a sentarte.
- Me recuerda a Angelina- Le dije a Neville, la chica me pasó la escoba e hizo los equipos, me nombró capitana de mi equipo.
Estuvimos durante un buen rato jugando, hasta que nuestro equipo ganó y nos bajamos de las escobas.
- Buen partido- Le di la mano a la chica- Sigue así, eres una gran capitana.
La chica asintió emocionada y salió corriendo junto a su equipo.
- Gracias Nev, necesitaba esto- Le dije abrazándole- Y me ha ayudado a aclararme las ideas.
-¿Ah sí y que vas hacer?- Me preguntó mientras volvíamos al castillo.
- Mañana volveré a casa y solucionaré todas las cosas por las que he huido- Le dije a mi amigo- O al menos esa es la intención.
Llegamos al castillo y fui a mi cuarto a darme una ducha y cambiarme.
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Le había pedido a los elfos que me trajeran algo de ropa para estos días, así que ya lista baje al comedor para la cena.
Estuve toda la noche hablando con mis antiguos profesores, fue una noche muy agradables, les hice saber qué mañana volvería a casa pero que volvería para el baile.
Después de la cena subí a mi cuarto y me metí en la cama, con el pensamiento de que todo saldría bien me quede dormida.
