Capítulo 2

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Llegué al bosque y me deje caer en un árbol, no podía parar de llorar, no podía creer que había atacado a Stiles de esa manera, miré mis manos temblorosas y estaban llenas de sangre, intenté limpiármelas en la sudadera pero no se quitaba, cada vez me costaba respirar más y no podía pensar con claridad, cerré los ojos fuertemente e intenté pensar que estaba en otro sitio, pero nada funcionaba.

Había anochecido y ya me encontraba un poco más tranquila, pero no era capaz de volver a la casa, temía lo que pudieran decirme y no me atrevía a verle la cara a Stiles, así que hice lo único que podía hacer, me fui a un bar.

Cuando llegué al bar pedí una botella de whisky y me quedé allí toda la noche.

-Despierta- Empecé a sentir como me movían, cuando me levanté con una resaca de mil demonios y salí fuera del bar.

-Por Merlín, me duele la cabeza. Bueno, va siendo la hora de enfrentarse a la manada.

Llegué a la casa y estuve unos minutos con la mano en el pomo dudando de abrir la puerta.

-¿Dónde estabas?- Me preguntó Derek en cuanto crucé la puerta y para mi mala suerte estaba toda la manada reunida.

-En un bar- Le dije sin ganas de querer hablar.

-¿Vas a explicarnos qué pasó ayer?- Me preguntó Derek cruzándose de brazos.

-No lo sé- Y le decía la verdad, no tenía ni idea de cómo había visto a Barty en vez de a Stiles, subí arriba e hice una mochila, creo que no me vendría mal pasar tiempo con mi tía Andy.

-¿A dónde vas?- Me preguntó Theo al verme con la mochila.

-He pensado que lo mejor es que pase unos días en casa de mi tía- Le dije al chico.

-¿Cuando volverás?- Me preguntó Derek, parecía preocupado pero no estaba segura.

-El lunes, lo más probable- Antes de que alguien dijera algo más salí por la puerta y me adentre en el bosque, para aparecerme en casa de mi tía Andy.

-Carina, cariño- En cuanto mi tía me vio me dio un enorme abrazo.

-Hola tita- Le dije abrazándola más fuerte.

-Cariño, ¿Qué haces aquí?- Me preguntó cogiéndome por las mejillas- No es que me moleste, al contrario me encanta tenerte aquí.

-Yo he tenido un problema y me preguntaba si me podía quedar aquí unos días.

Nos sentamos en el sofá y le conté todo lo que había pasado, desahogándome.

Pasaron los días y la verdad me encontraba muy cómoda en casa de tía Andy.

-Cariño, ¿has sabido algo de tus padres?- Me preguntó mi tía una tarde mientras estábamos tomando un té.

-Desde que los encerraron no.

-Cielo, deberías intentar hablar con tu madre, solucionar las cosas- Me dijo acariciándome la mano-Respecto al idiota de tu padre, eso ya es otra cosa.

-Para qué, ella no me ayudó cuando más la necesitaba, dejó que papá me echara de casa y me borrara del árbol genealógico, en ningún momento me defendió y ni siquiera intentó buscarme cuando me secuestraron, así que no quieras que haga las paces con ellas- Me levanté enfadada y me subí al cuarto.

Al día siguiente escuché voces desde la sala, me vestí y cuando bajé me encontré a Dora, junto con Lupin y el pequeño Teddy.

Al día siguiente escuché voces desde la sala, me vestí y cuando bajé me encontré a Dora, junto con Lupin y el pequeño Teddy

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-¡Nymphadora!- Salude a mi prima llamándola por su nombre completo para picarla y me tiré encima de ella para abrazarla.

-¡Serpens!- Me llamó ella por mi segundo nombre para picarme también, siempre me pareció algo irónico mi segundo nombre significara serpiente, ya que mis padres estaban seguros de que iba a acabar en Slytherin y acabé siendo una leona- ¿Cómo estas primita, que haces aquí?

-Necesitaba un poco de espacio y pensé en pasar unos días aquí.

-Pues me alegra que hayas venido, hacía mucho que no te veo y te echaba de menos- Me dijo separándose de mí.

-Por Merlín, no es ese mi pequeño ahijado- Dije poniéndome de cuclillas al ver al pequeño Teddy.

-¡Nina!- El pequeño metamorfomago se tiró encima mía haciendo que ambos cayéramos al suelo- Te he echado de menos.

-Y yo ti pequeño- Me levanté con él en brazos y me fui a saludar a su padre- Lunático, me alegro de verte.

-Y yo a ti Bagheera- Me dijo dándome un abrazo, aunque era un poco difícil con Teddy en medio. Remus era el único que nos llamaba por nuestros apodos, bueno Sirius también lo hacía pero como para no dejarlos son los Merodeadores originales.

La familia Lupin se quedó a dormir y cuando era ya de noche me llamó el pequeño.

-Nina, ¿me leerás un cuento?- Me preguntó el pequeño ya con su pijama puesto y un peluche de un perro negro.

-Claro ¿Qué quieres que te lea?- Le cogí en brazos y subimos las escaleras hasta su cuarto.

-Invéntatelo, por fi.

Ya en su cuarto, lo metí en la cama y lo arropé bien y me acosté a su lado.

Había una vez una princesa a la que nunca dejaban salir de su torre, pero un día se escapó y fue al bosque al lado de su castillo, pero la princesa se había perdido y se sentó en el suelo esperando que sus padres enviaran a alguien a buscarla, pero de entre los árboles vio unos ojos rojos como la sangre y la princesa asustada, se levantó del suelo y apareció un lobo negro como la noche, pero el lobo se acercó a ella siendo muy cariñoso y la princesa dejando de estar asustada pasó la tarde con el lobo y esté la acompañó hasta la linde del bosque para que la princesa volviera a su castillo y ella le prometió volver todos los días. Durante un tiempo estuvieron así, hasta que una tarde la princesa escuchó a su padre, el rey de que iban a darle caza al lobo, asustada salió detrás de ellos y cuando llegó el lobo tenía una flecha atravesando la pata, de repente una magia salió de la princesa haciendo que todos allí se desmayaron, cuando fue a ayudar a su lobo, ya no estaba sino el cuerpo de un hombre con una flecha atravesándole el brazo, el hombre se fue a acercar a ella pero se echó para atrás con miedo hasta que el hombre le mostró sus ojos rojos y el le explicó que lo habían maldecido y que solo el sacrificio de alguien que le quisiera lo devolvería a su forma humana, y así los dos con el atardecer cayendo se fueron del reino para ser los dos felices.

Cuando me fijé, el pequeño Teddy estaba durmiendo y sin darme cuenta caí rendida junto a él.

Cuando me fijé, el pequeño Teddy estaba durmiendo y sin darme cuenta caí rendida junto a él

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