Estoy dormiendo mientras escucho unos golpes en la puerta, veo la hora en el despertador y apenas son las 8 de la mañana, debe ser Euge, después de que se fuera Peter la volvió a llamar para ver cómo iban las cosas, y para contarle lo que pasó, dijo que no le mañana vendría para pasar un rato juntas, pero no creí que fuera tan madrugadora, con toda la fiaca del mundo me levanto de la cama. Llevo puestos unos shorts y una blusa de dormir, sin importar la pinta que tengo voy a abrirle la puerta, total es mi mejor amiga.
-Pasa Olivia.
-No soy Olivia, aún así ¿puedo pasar? -esa voz. Ese acento. Abro mis ojos de golpe. ¡No puede ser, que vergüenza!, lo veo mirándome divertido, tiene en sus brazos un peluche, unas rosas y una bolsa roja. No me lo creo. Está acá. Me trajo algo, está hermoso -¿Lali?, sabes me disgustaría un poco que alguien pase por el pasillo y te viera así vestida, si no querés que pase yo puedo irme, está bien -ya su mirada no es divertida, sino triste. ¿Quiero que se vaya?, ¡No!.
-¡Peter! Obvio que podés pasar. Solo que... Yo... No sé que decir... Y mi ropa yo... Estaba ya sabes, dormida -el se voltea y al escucharme ahora muestra tranquilidad en su mirada, entra a la casa mientras yo cierro la puerta.
-Bueno La, disculpa la hora, no podía desperdiciar tantas horas del día. Ayer te dije que iba a venir, y te traje esto, espero que te guste. -se acerca y me entrega todo, yo parezco una tonta sonriendo por todo lo que me acaba de decir, no puedo evitarlo.
-Gracias, no tenías porque hacerlo.
-¿No te gustan las cosas?
-¿Qué? No me gustan, me encantan, que ¿no ves mi sonrisa?
-Como no verla o notarla, si me acaba de alumbrar el día -pero ¡Que cosas dice! No sé vale, yo no sé que decir, en realidad solo el me deja sin palabras.
-¡Las flores están muy lindas! Gracias...
-No son tan lindas como vos. Pero una vez leí El Principito y me acuerdo que una parte decía: "Mi flor embalsamaba el planeta, pero yo no sabía gozar con eso" -sonríe- o algo así, pero la cosa es, que quiero que vos seas mi flor.- me lo como a besos, siento como un calor se aloja en mis mejillas y no dejo de sonreírle.
-Y esto, ¿Qué es? -muevo la bolsa, y el hace un gesto con sus hombros.
-Descúbrelo -no aguanto la curiosidad, pongo el peluche y las flores en una mesita que está cerca, abro la bolsa y está llena de golosinas, gomitas, chocolates, bombones, caramelos, galletas, con tanta azúcar me voy a volver diabética, pero para ser sincera no me importa, el dulce ¡me puede!
-Pero, seguro gastaste mucha plata con esto...esto es...demasiado chocolate.
-Es que no sabia cuál era tu preferido, ni si te gustaban las gomitas, decidí traerte un poco de todo.-Tranquilo que yo me como todo -hasta a vos, ese pensamiento hace que me sonroje más y él parece notarlo.
-¿Qué pensas? -en vos.
-En que es una lastima que sea tan temprano y no pueda comerme esto -señalo emocionada mi bolsa de golosinas, él se ríe y veo como esa luz que tanto me gusta ver en sus ojos aparece.- Pero, ¿cómo es que compraste todo esto tan temprano?
-¿De qué sirve la plata si no la usas? influencias, ya sabes -esta vez la que ríe soy yo.
-Bueno, quedate acá si queres, voy a la cocina a hacer el desayuno.
-Vamos juntos -me sonrie, me derrito otro poco más.
En la cocina ya sin distracciones de peluches ni rosas o dulces, me vuelve a importar la estupenda pinta que llevo. ¿Qué clase de pijamas son estas? Un short y una blusa de estrellas. ¿Estrellas? Apenas me doy cuenta de eso, que bebé. Bueno, ya fue, voy a hacer el desayuno mientras siento como su mirada me sigue de un lado a otro, y de cierta manera no me incomoda, se siente normal.
Estoy haciendo unas tortillas con jamón y tomate y aparte unas tostadas, en ese momento escucho una voz chillona.
-¡Que rico olor Lali! Me hiciste el desa...- Olivia se para en medio de la cocina al notar a Peter sentado a un lado del mesón-...yuno.
-¿Qué pre...pa...ras Lali?- dice mi hermano al llegar tras su futura esposa y mirar en la misma dirección que ella, genial. Ahora no solo tengo una mala pinta, si no que ahora mi hermano tiene la cara de: tenemos que hablar.-¡Ay hola! Yo soy Euge, tu nombre es.... -dice Eugenia toda atrevida, extendiéndole la mano a Peter, él todo un caballero se levanta y toma su mano.
-Peter, Peter Lanzani. Mucho gusto. - su gesto es serio, como cuando estaba en las juntas el día que lo conocí. Ese gesto no lo había visto hace mucho, y creo que serio me encanta.
-Lucas Nicolás Espósito- le extiende la mano a Peter, y encima le dijo su nombre completo - h e r m a n o, de Mariana- se demora en decir hermano más de lo normal, y ¿me dijo Mariana?
-Bueno, ya se conocen, siéntense que voy a servir la comida. -¿Vas a hacer el desayuno así? -¿Así como? -veo a Oli pellizcar a Nicolas.
-Nada, voy a ir a ver la televisión. Vos, ¿cómo era que te llamabas?
-Peter.
-Peter, vamos a ver la tele, dale.Cuando se van, me vuelvo a dedicar a preparar ahora más comida, mientras Euge habla como loca.
-¡Que bueno que está Lali! Pero si parece un actor de película y aparte es todo serio, no viste ¿cómo te miraba?
-¿Cómo? -le dijo sin pensarlo, cuando estoy sirviendo la comida en los platos.
-¡Cómo si no hubiese nada más acá! ¡Que lindo! Y espera. ¿Cómo es que el alemán está acá a estás horas?. Vos vestida así, traidora. Vos si que sos una traidora, no me dijiste que pasaste la noche con el, contame ¿cómo fue?
-Olivia basta, no paso la noche acá. Y si hubiese pasado la
acá no te daría detalles, ya sabes.-Ya sabes porque yo no te cuento. Pero igual sos una mala amiga, la peor -dice riendo y llenándose con ella dos platos, luego yo llevo los otros dos y vamos a la mesa del comedor.
Desayunamos en paz. Por suerte, estaba a mi hermano molesto o haciendo miles de preguntas incómodas. Pero la verdad parece que hasta la cae bien Peter.
-Peter, ¿vas a ir con Lali a mi casamiento, no? -me atragantó, comienzo a toses y Euge me palmea la espalda.
-Si ella quiere, y ustedes lo desean, con gusto voy a ir. -Peter me da una sonrisita y una mirada que me calma.
-Dale, esperaremos por vos en nuestra boda. -dice Oli, yo le sonrió. Me va a hacer ir con Peter y ya siento a mi familia preguntando quién es.
Tampoco es que la idea de estar con el me moleste, de hecho me encanta. Y el parece encantarle también.
Al terminar el desayuno y ordenar todo, Oli y Nico se van, porque tienen que comprarle cosas al bebé, y cuando por fin volvemos a estar solo, Peter dice:
-Entonces...
-Entonces... -le repito.
-Entonces Lali, fue el mejor desayuno que tuve en años. Gracias -su mirada refleja felicidad y nostalgia, algo dentro de mi, siente como sus palabras tocan mi alma, y me hacen desear seguir haciéndolo feliz cada mañana, cara día, porque él, mi alemán, el hombre que quiere que lo ame, lo merece.
ESTÁS LEYENDO
The German
RomancePeter es un exitoso empresario, marcado por su pasado decide viajar a España en busca de un nuevo entorno y nuevos negocios. Peter no sabe que va a conocer a Lali, una chica vivaz y espontánea. Va a empezar a tener sentimientos por ella, pero esas c...