Capitulo 28

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-Me alegra verte mejor Julia -le doy un beso en la mejilla. Ella nos brinda una pequeña sonrisa a Nico, Peter y a mi. Vinimos a primera hora de la mañana y Nicolás antes de irse a cambiar quería saludarla también, algo que me parece tierno de su parte, a veces no sabemos lo que las demás personas hacen por nosotros y estoy segura que si Julia supiera que Nico no durmió, ya lo hubiese botado de acá para que fuese a descansar.

-Estoy bien, no pasa nada -la voz de Julia está exactamente igual a como la recuerdo, llena de vida, aunque su cara aún está un poco pálida.

-Bueno, ya vamos a hablar de cosas más importantes también  -la sonrisa de mi alemán me hace poner los pelos de punta, me da una mirada y luego se dirige a Julia.

-Pronto, muy pronto se viene una gran boda -lo miro. ¿Pero como? Si ni siquiera me lo propuso. Todos mis nervios se desatan, ¿y si me lo va a proponer ya?, mi corazón empieza a latir a mil kilómetros por hora, tanto que solo puedo escuchar mis latidos, trato de calmarme, pero es imposible cuando Peter me está mirando tan profundamente que casi me hace olvidar dónde estamos. Casi, si no fuese por la voz de emoción de Julia.

-¿Cómo se lo pediste? Por Dios ¿Cuando se casan?, Yo sabía que su amor era de esos que se llevan al altar -esta tan emocionada que me da una pena cuando mi alemán se carcajea y la saca de su confusión, y no solo a ella, sino que a mí también.

-No no, Lali y yo no nos vamos a casar. Al menos no por ahora... -y su afirmación me hace entrar en pánico. Ayer en la noche fue tan tierno y me confesó todo lo que sentía, ¿por qué ahora afirma que no nos casaremos por ahora? ¿lo espante?

-Preciosa, ¿estas bien? -es mi alemán quien me saca de mis pensamientos, lo miro a los ojos y los suyos me muestran confusión, bajo la mirada y asiento, el sube mi mentón con sus suaves dedos para que lo mire a los ojos. -La...

-No es nada...es solo que...estaba pensando en...en mi sobrinita, ya te conté Julia, que tengo un hermano y hace poco dió la bienvenida a su hija...a que no sabes ¿que nombre le puso? -trato de cambiar de tema y de alejarme un poco de Peter, no se porqué is palabras me afectaron. Quizás porque ayer me dijo que quería casarse conmigo y hoy de repente dice que por ahora no. Lo quiero, y escucharlo decir eso me saco de la nube de perfección en la que me tuve viviendo últimamente.

-Mmm, no lo sé. Quizá por como decís con tanto orgullo, puedo apostar que le puso tu nombre...

-¡Si, se llama Mariana!, es una belleza mira -le mostré unas todos que le tome y otras que me tomo Peter cuando la bebé nació.

-Es hermosa, no me imagino cuando ustedes tengan hijos, ¡si los dos son hermosos también! -nada más decirlo y no se porqué me nace una pequeña emoción en la boca del estómago, al igual que siento como un calor sube por mis mejillas, miro a mi alemán y está igual que yo. ¿Por qué cambio de opinión sobre nosotros entonces?, ¿Y porque me mira así? -Por cierto, si no son ustedes los que se casarán, ¿entonces de quién es la boda? -la pregunta de Julia me saca de mis pensamientos y la voz de Peter vuelve a llegar a mis oídos.

-El hermano de Lali, y su prometida, los padres de la bebé. Es la próxima semana en España, quería que vengas con nosotros, pero ya el doctor dijo que tenías que tener descanzo, así que No se quedará con vos, siempre, cualquier cosa no dudes en llamarme. -de la nada extraño a todos, no llame a Oli ni a mí hermano.

-¿De que te reís? -Peter me mira divertido. No me di cuenta de que se me escapó una risa al pensar en mi hermano nervioso.

-De lo nervioso que estaba mi hermano cuando le propuso casamiento a Oli -vuelvo a reír, pero está vez conciente de que lo hago, y es que no lo puedo evitar.

-Que mala sos -dice Julia, dandole una mirada cómplice a Nico, y luego este quien está tratando de ocultar una sonrisa, mira a Peter, también con complicidad, ¿que de traerán entre manos? ¿será que me estoy volviendo paranoica?, trato de hacer caso omiso a lo que note.

-Yo...no soy mala es que -trato de calmar mi risa -, de verdad estaba tan nervioso que tuve que ir a calmar al pobre -suspiro- el amor, el amor.

-Esta en todas partes -dice Julia.

-El mío está justo acá -murmura Peter cuando se acerca detras de mi, y pasa sus fuentes brazos por mi cintura abrazándome, deposita un beso en mi mejilla cuando su olor  impregna mis  sentidos. Y ya con eso me derrite nuevamente ante él.

The GermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora