The German

Capitulo 26

Parece que esperar no es una de las virtudes de Peter, el pobre está desesperado desde que ingresaron a Julia en el hospital, exige que le digan lo que pasa, pero aún no nos dan respuestas, Nico trata de distraerlo hablando sobre otras cosas en alemán y no los entiendo, pero noto que es Nicolás quien busca la conversación, aunque también se lo ve un poco afectado, no deja de hablar con mi alemán. Cuando veo a Peter pensativo me pongo a hablarle de los lugares de España a los que me gustaría que fuéramos,  y que cuando Julia se recupere va a venir con nosotros. Que Julia se recupere, sea lo que sea ya llevan demasiado tiempo sin avisarnos tan siquiera que es lo que tiene, espero que esa promesa escondida que le hice a Peter para darle ánimos se cumpla, sus ojos están tristes y su preocupación hace que se lo vea un poco más mayor de lo que es.

De pronto aparece un hombre alto, vestido con una bata quirúrgica, gorro y tapabocas, se lo saca y dice unas palabras dónde solo logro entender el nombre de Julia. Como no se que hacer, hago lo que me gustaría que el hiciera si yo estuviese en su lugar, le tomo la mano, entrelazó sus dedos con los míos y le doy un leve apretón, el baja su mirada hacia mi y me besa la frente, cuando el médico se va, por fin Peter me habla en español y me saca de mi espera.

-Sufrio un infarto amor, dicen que corrimos con suerte, la intervinieron y está en recuperación -saca un suspiro- por Dios, no se cómo -pasa su mano por su frente -, no se cómo nunca le termino de decir palabras que siempre le quise decir, y tuve que casi perderla para darme cuenta lo tonto que fui...

-Esta bien, ya le vas a poder decir eso que querés -me acerco a él y le acaricio la espalda con una mano tratando de calmarlo.

-Lali, casi se mueren en mis manos...y...y yo sabía que algo no estaba bien...lo sabía.

-Pero no es tu culpa, ya, contame que más te dijo el doctor.

-Dijo que tenemos que dejarla descansar, que se va a poner bien con ayuda de un tratamiento y cuidados.

-Te dije que se iba a poner bien, es que Julia lleva sangre Española, no ves? ¡Nosotras somos guerreras! Bueno, díganme, ¿podemos verla?

-Solo uno, por hoy... -dice Nico.

-Voy a ir yo ¿si? -mi alemán me da un beso en la frente y continúa diciendo -, Nico, no la dejes sola, que todavía no es tan buena con el alemán -se separa de mi, y camina por un pasillo hasta que cruza hacia otro lado y lo pierdo de vista.

-Gracias Señorita -vuelvo la mirada a Nico, sin entender porque lo dice -, por mantener la calma, y darle...darnos fuerzas, fueron horas de angustias y bueno usted ayudo con sus ocurrencias.

-¿Yo? Nico, si el que más hablo fuiste vos...yo...

-Lo que hable fue por nervios, sin embargo cuando usted hablaba de lugares y esas cosas, nos distrajo más, téngalo por seguro.

Después de eso fuegos a la cafetería, y compramos un café para mí, agua para el y para Peter, volvemos a la sala ahora esperando por mi novio, saco el celular y veo las fotos je tomamos casi al empezar el día, y doy un suspiro. Estoy tan cansada que no me doy cuenta que me quedé dormida, con el celular en la mano, hasta que siento unas palabras susurradas en mi odio, y se que es su voz, despierto poco a poco y lo primero que veo son sus hipnotizadores ojos verdes, le brindo una leve sonrisa.

-¿Cómo está? -pasa una de sus manos por mi mejilla y me da un suave beso, luego sonríe.

-Esta viva La, y está cansada no hablo mucho, pero me dijo que te dijera, que te da permiso de casarte conmigo, que no sabe que esperas -me sonrojo y rio, mientras le doy un suave golpe en el hombro, hace un gesto de dolor pero se que es actuado -. Bueno bueno, no menti en eso de que no hablo mucho, pero yo si, y le dije que a partir de ahora, la voy a llamar mamá, porque eso es lo que fue ella para mí, aunque no me gusta verla en una cama de hospital la verdad, pero se está recuperando, ¿o no? -asiento para seguirlo trsnquilizando, le doy un abrazo y le susurro:

-Va a estar mejor, ya vas a ver.

-Eso es todo lo que quiero -me lleva hacia el -, gracias La -ahi vamos de nuevo con las gracias ¿Que tienen los alemanes hoy?, yo no hice nada del otro mundo.

-No me agradezcas nada ¿si?, no hice nada más que comerme tus galletitas porque estuviste un rato ahí dentro.

-Es que es todo un protocolo para entrar, a parte no quería dejarla sola tan rápido, nos pidieron que volvamos mañana y que la dejemos dormir ahí sola, pero no creo que yo pueda irme tranquilo sabiendo que no hay nadie acá por si le vuelve a pasar algo.

-Si quiere yo me quedo acá Señor, usted puede irse con la señorita y vuelven por la mañana, necesitan descansar así Julia los verá con la mejor cara mañana, usted sabe que le importa mucho Señor, y verle agotado nunca le gustó -interviene Nico.

-Pero es que... -dice Peter.

-Pero es que nada, tenes una cara terrible -miento, si alguien tiene buen cara, obviamente es mi alemán. Pero de qué se lo ve candado, se lo ve cansado, y es cierto lo que dice Nico, lo mejor sería que volvamos mañana. -¿Así querés que te vea mañana cuando acepte frente a Julia que me quiero casar con vos? -sus ojos se abren y me mira como si no me creyera lo que acabo de decir, pero es que ni yo sé de dónde salio eso.

-Que...que vos...¿Que vos qué? -sus ojos no dejan de mirarme, siento un calor que se aloja en mis mejillas, y yo miro a otro lado.

-Nada, mejor vayamos, y te repito lo que dije mañana ¿dale?, hasta luego Nico -me acerco y le doy un beso en la mejilla, a mi alemán parece que se le puso una sonrisa postiza, no deja de sonreír.

-Bueno, pago un taxi, cualquier cosa me llamas por favor Nico, voy a estar a las cinco acá -dice Peter, Nico solo asiente y cuando se gira Nico me guiña un ojo, y caigo en cuando de que me doy cuenta en lo que me estoy metiendo, le dije que me quiero casar con el y lo peor es que no me siento nerviosa.

-Ahora vos y yo tenemos algo muy serio que hablar -su tono es muy alegre y jovial, me revuelve el estómago, ahora sí, ahora sí que tengo nervios a flor de piel, solo puedo pensar en ¿qué me va a decir?