|Interrogación|

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He... ¿He estado equivocado todo este tiempo? -Pregunté mirando el suelo aún.

Todos se quedaron callados.

Me levanté enojado y me dirigí a la habitación de la única chica que había en esta casa.

¡Espera! ¡¿A dónde vas?! -Dijo Seonghwa.

Toqué su puerta y ella abrió.

¿Qué pas-? -La tomé de la mano y nos dirigimos nuevamente a la sala.

Todos nos miraban sorprendidos y a la expectativa.

Siéntate. -Le ordené mirandola a los ojos.

Ella obedeció y me miró con un poco de miedo.

Los chicos se pusieron alrededor de ella como temiendo que le hiciera daño. No me importó.

Cuéntame sobre tu vida. -Le dije cruzandome de brazos.

¿Qué, exactamente? -Preguntó.

Tu edad, tu nombre, y sobre todo, tu familia. -Respondí mirándola fijamente.

Narra Se Rim

Tengo veintiun años. -Todos abrieron la boca sorprendidos, incluso San- Mi nombre es Jo-

¿Onda? -Dijo el chico de cabello gris entrando por el umbral de la sala y todos me miraron.

No. -Dije firme frunciendo un poco el ceño- Se Rim. Jo Se Rim. -Respondí- Tuve un accidente y.... Creo que no tengo padres, ni hermanos. -Todos me miraron intensamente.

¿Qué tipo de accidente? -Preguntó San acercándose a mí un paso.

No sé. No recuerdo. Todo lo relacionado con ellos me hace doler la cabeza y han llegado puntos donde me he desmayado. -Dije poniendo mi cabello del lado izquierdo de mi cabeza.

¿Al rededor de qué edad te pasa esto? -Preguntó nuevamente.

Dudé en responder.

Desde los cinco. -Él levantó las cejas mientras que los demás se miraron entre sí.

¿Y qué hiciste en todo este tiempo? -Preguntó esta vez Seonghwa.

Mis tíos me cuidaron por el tiempo que me estaba recuperando, y cuando sané -Hice comillas- y cumplí los diecisiete, ellos se fueron, y yo me quedé a vivir en el departamento de una amiga. Luego de terminar la secundaria inmediatamente busqué trabajo. Ella me lo consiguió, en una cafetería, y pude comprarme una casa. ¿La recuerdan? —Los miré— A la que ustedes llegaron esa noche para secuestrarme. —La mayoría de ellos se tensaron y se pusieron incómodos— Esa amiga —Hice comillas— Se estaba aprovechando de haberme conseguido el trabajo, y me hizo quedarme turnos extra, los suyos, cuando yo no debía. Aún así ella seguía ganando su dinero normalmente, como si estuviese trabajando, y yo que era la que me quedaba más horas ahí, no. La jefa, el mismo día que pasó lo que pasó con ustedes, reconoció esa situación, mis resultados y esfuerzos en el trabajo, así que me ayudaría a que eso ya no pasara y que el dinero que le correspondía a esa amiga que no trabajaba y me ponía a hacerlo a mí, bajo excusas baratas, me lo pagara a mí y ella no ganara nada. -Conté y crucé mis brazos— En teoría, mi situación estaba mejorando. —Les lancé a todos una mirada acusatoria, y alcé una ceja— ¿Es suficiente información? -Dije mirándolos y por último a San.

Silencio.

Tú... ¿Te has puesto a pensar en si tienes hermanos? -Preguntó San.

¿Ella? o... ¿Ella? //Imagina con Choi San//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora