Salimos en la misma camioneta negra con la que me secuestraron aquella noche, así que todos cabíamos.
Camino al hospital, supongo, todo estaba en silencio. Todos estaban metidos en sus pensamientos.
A excepción de la última vez, podía ver de vez en cuando el camino. Y digo de vez en cuando porque los mareos no me dejaban concentrarme mucho en eso, por lo que tampoco podía reconocer alguna calle por las que pasábamos.
Hongjoong conducía, a su lado Seonghwa, en los asientos detrás de ellos, Yeosang, Jongho y Mingi. Y en la última fila, estaba yo con San, Yunho y Wooyoung.
San a mi derecha, Yunho a mi izquierda. Yo estaba en el medio, y Wooyoung estaba sentado en un pequeño asiento delante de mí.
Se notaba incómodo pero no sé quejó, lo cual agradecí.
¿Pueden abrir las ventanas, por favor? —Pedí con los ojos cerrados.
Escuché cierto ruido de ambos lados, y pronto entró una ventisca nocturna fría y fresca, haciéndome sonreír levemente.
Gracias... —Dije sintiéndome un poco mejor, todavía sin abrir los ojos.
¿Aún te arden las manos? —Preguntó Mingi.
Si. —Respondí manteniendo mi posición.
Pero qué raro... —Dijo Yeosang con tono pensativo.
¿Se Rim? —Llamó Jongho y yo hice un sonido indicando que lo escuchaba— ¿Te pasó algo cuando tocaste esa placa? ¿Sentiste algo? —Preguntó y yo me puse un poco seria.
Me ardieron un poco más las manos al mencionar esa placa.
Cuando... vino esa ola de recuerdos confusos luego de lo que dijo Wooyoung... Me dolió la cabeza y solté la placa. Sentí que me quemaba. —Conté intentando concentrarme en el frescor de la noche.
Me parece que esa placa es lo que estaba buscando. —Habló Hongjoong— El objeto especial del que les hablé. Lo que haría recuperar sus recuerdos a Se Rim. Lo que no entiendo es por qué ocurrió esto... ¿Recuerdas algo de lo que vino a tu mente en ese momento, Se Rim? —Negué.
Nada. Me atacaron tan rápido que no los pude asimilar. —Las manos me seguían ardiendo.
La brisa fría calmaba un poco el ardor, pero aún lo sentía. Tenía las manos, palmas hacia arriba, sobre mis muslos para que el aire las enfriara un poco.
Me parece que tendrás que encontrarte con Hwall más pronto de lo que pensaba. —Suspiré— Lo llamaré una vez estemos en el hospital. Ahora no puedo, estoy conduciendo.
No, hyung. —Dijo Jongho— ¿Qué tal si cuando lo llames te dice que lo peor que pudimos hacer es llevar a Se Rim, con síntomas totalmente anormales, a un hospital lleno de personas normales? —Propuso.
Todos pronunciaron un "Oh..." Y le dieron la razón a Jongho, incluida yo.
Bueno, llámalo tú. Aquí tienes mi celular. —Dijo Hongjoong, y segundos después pude escuchar el tono del celular intentando comunicarse.
××××××××
Llegamos a la casa de Hwall, según lo que informó Hongjoong antes de bajar de la camioneta.
Jongho y San me sostuvieron nuevamente.
Volvieron los mareos ya que no había brisa fría, ni nada frío que pudiera calmar mis mareos, ni el calor, ni el ardor en mis manos.
No sé muy bien en qué momento nos desviamos hacia la casa del amigo de Hongjoong, pero aún era de noche.
Era una cabaña, marrón oscuro que tenía una vista, algo lejana, de la ciudad.
Un chico pelinegro de ojos rasgados salió de la cabaña y saludó a Hongjoong.
Los chicos y yo seguimos caminando hasta llegar a la entrada.
Ella es Se Rim. —Dijo Hongjoong señalandome con su mano y el chico me miró.
Hola Se Rim, mi nombre es Hwall. —Saludó sin sonreír.
Yo asentí como saludo, también seria.
No me sentía bien, y ser cortés en estos momentos no me importaba mucho. A él pareció darle igual, o entendió mi situación, no lo sé.
Pasen y déjenla en el sillón. —Dijo apartándose de la puerta para que San y Jongho pudieran ayudarme a entrar.
Hicieron lo que les ordenó Hwall.
Tengo mucho calor. —Dije con el ceño fruncido viendo la fogata frente a mí.
Incesante llama que sentía, sin tocarme, que me quemaba.
¿Abrimos las ventanas? —Preguntó Seonghwa a Hwall y este asintió mientras se dirigía a la fogata y la apagaba con agua de una tetera.
Sentí el ambiente más fresco.
Luego de que Hwall apagara el fuego, se fue a algún lugar de la cabaña saliendo de mi campo de visión.
Volvió minutos después con un bolígrafo y una hoja blanca de papel.
Lo miré inevitablemente confundida, al igual que los demás.
Escribe lo que te llamó más la atención de toda esta situación. —Dijo serio colocando ambas cosas a mi lado.
Tomé el bolígrafo como pude, y puse la hoja sobre la mesa de madera frente a mí para comenzar a escribir.
Una placa de metal extraña me quemó.
Empecé a sentir calor.
Esa placa estaba enterrada en una casa que yo no había visto nunca.
Mareos leves.
Esa placa tenía mi nombre, el de Onda, y el de mis padres... Y mi fecha de nacimiento. 180500
Las manos de nuevo me ardieron y sentí el bolígrafo más blando.
Lo miré y estaba semi derretido.
¿Pero qué es esto? —Pregunté con miedo dejandolo sobre la mesa, y miré mis manos.
Estaban un poco rojas.
Hwall tomó en bolígrafo y lo examinó.
Luego tomó el papel y lo leyó.
Definitivamente ese es el elemento en común. —Dijo mirando a Hongjoong y luego a mí— Algo en tu memoria no termina de desbloquearse. Y esa información que está en la placa es importante. ¿La trajeron? —Miró a los chicos y ellos negaron— Lástima. Hubiese sido muy útil. —Me miró— Creo que las manos te arden por esos recuerdos no decodificados correctamente. Al tocar ese elemento en común tu sistema activó un mecanismo de defensa muy extraño. Tu cuerpo se desordenó y reaccionó de esta manera. —Miró el suelo pensativo— No estoy seguro, pero si Se Rim encontró la placa, y le pasó todo esto... A Onda también debería estarle ocurriendo algo. No ha tenido contacto directo pero lo más probable es que busque la manera de encontrar la fuente. Y siendo una vampira, no debería resultarle tan difícil, sus sentidos son más fuertes. —Todos asentimos.
Se Rim se sintió bien antes de mencionar la placa luego de su desmayo. —Comentó Seonghwa— Bueno, a excepción de un dolor de cabeza leve. —Me miró y yo asentí confirmandolo.
Parece que el mencionar la placa... —Dijo Hwall y me miró, pero yo miré rápidamente mis manos, ardieron nuevamente— Tus manos arden.
Si, de hecho, cada vez que hablamos de eso no es tan bueno para mí. —Sonreí incómoda.
Pero el frío del ambiente calma un poco tu temperatura y tu estabilidad. —Dijo Hwall y yo asentí.
Pero no te pasó nada cuando tocaste la placa una vez que la sacaste de la tierra. —Habló San mirándome y yo fruncí el ceño— Ni siquiera cuando Hongjoong leyó lo que decía. Solo cuando Wooyoung propuso que esa podía haber sido tu casa te desmayaste y te ardieron las manos. —Caminó hacia mí y levantó uno de mis brazos para observar más de cerca mi mano.
¿Y por qué no... —Dijo Yeosang— vuelve a tocar la placa? —Propuso y todos volteamos a verlo sorprendidos.
¿Qué?
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¿Ella? o... ¿Ella? //Imagina con Choi San//
Fanfiction//EN PROCESO// CAPÍTULOS HECHOS: 24 Jo Se Rim era una chica normal, que desde pequeña vivió con toda su familia (padre, madre y hermana). [ Å l g ō l ė p å s ó å s û f å m î l î å ] Pero hubo un lapso de su vida que fue olvidado.. Que ella olvi...