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Goten no podía dejar de sentirse triste por Marron, claramente en parte había sido su culpa que su amiga no pudiera entregar esa libreta, ahora por su culpa posiblemente no pasaría la materia y eso era terrible.

Fue tanta su preocupación que ni siquiera noto que habían llegado a su casa, Trunks sostenía su mano con firmeza y cuando pudo darse cuenta, su interior estaba hecho un desastre, algo en su interior se sintió triste haber desperdiciado su tiempo con Trunks pensando en cosas que no podía arreglar por más que quisiera.

—¿Sigues preocupado por Marron?

—Si— suspiró— de haberlo sabido...

—Goten, tienes que calmarte, está bien, tal vez se equivocaron pero de esto aprenderán algo.

—¿Como que?— entre cerró sus ojos, juzgándolo.

—No lo sé, pero algo aprenderán.— Goten rió y negó con su cabeza, sabía que Trunks diría algo así pero sus palabras se sintieron bien, correctas en ese momento.

Trunks no dejó de mirarlo por un tiempo, muy corto o muy largo, no tenía ni la menor idea, pero se sentía bien, sus manos aún juntas y sus miradas conectadas, todo en ese preciso momento se sentía perfecto, como una pieza que embonaba a la perfección con otra sin dificultad alguna. Los ojos azules inspeccionaron cada parte de su rostro y se detuvieron en sus labios, por un instante que se volvió largo, Goten no lo cuestiono, no quiso hacerlo porque eso le gustaba de alguna u otra forma, pero entonces Trunks tomó su mejilla y acarició con sumo cuidado su piel y ese acto logró derretirlo.

—Quiero besarte...— confesó, su garganta se sintió seca ante la confesión cosa que le impidió decir algo. Mas algo en su interior quería decirlo, decir muchas cosas sin embargo de su garganta solo pudo salir un pequeño y entrecortado:

—Ha-hazlo...

Trunks ni siquiera se lo pensó cuando acercó con rapidez sus rostros, con cada mano del alfa atrapando los costados de su cabeza, haciendo imposible huir del momento, pero la única verdad era que no quería escapar, sentir los labios de Trunks sobre los suyos, los movimientos y el pequeño sonido que generaban sus bocas parecía un sueño, y si lo era, Goten prefería nunca despertar.

Cuando sintió que el alfa lo apegó más a él, intentó sostener las manos del alfa en un intento desesperado de seguirle el paso, pero Goten era tan torpe que ni siquiera podía igualar la rapidez de Trunks. Unos segundos después el alfa se separó, Goten vibró en su interior, una sensación que nunca había sentido pero que le gustó más de lo que creyó.

Los ojos azules lo miraron, y solo se pudo derretir con esa mirada tan dulce y amorosa que le propinó su alfa.

Notas destinadas ┋TruTen [OMEGAVERSE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora