Capítulo 5

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Me desperté a las seis en punto como siempre para apagar mi alarma, la silencié e intenté sin éxito moverme lejos de Juliana. Tenía mí cabeza en su pecho y mí pierna encima de su entrepierna  ella tenía su mano en mi rodilla, fijando mi pierna ahí y su otro brazo envuelto tensamente alrededor de mi cintura; cuando traté de moverla, apretó su agarre murmurando algo en sueño sobre ya no querer ir más a la universidad, moví mi brazo y toqué su estómago.

Val: —Seis en punto —murmuré tocándola de nuevo cuando no abrió sus ojos.

Ella gruñó y apretó su agarre, moviéndome así que quedé completamente encima de ella; Jadeé con la sensación, era extraño pero en verdad se sintió bien. ¿Qué demonios está mal conmigo? ¡Esta es Juliana por amor de Dios! Traté de liberarme pero eso sólo nos hizo rozarnos en lugares en los que preferiría no pensar en la amiga mujeriega de mi hermana. Mi cuerpo comenzó a cosquillear y no pude evitar que un pequeño gemido se me escapara de los labios ¡Oh Dios mío! ¡Eso en verdad se siente bien!

Val: —¿Juls? —le susurré/grité.

Ella abrió sus ojos de golpe y me miró impactada. Su expresión rápidamente cambió a su sonrisa de marca, la cual quería golpear fuera de su rostro.

Juls: —Bueno, buenos días ángel.. Wow esto es una primera vez —ronroneó, alzando sus cejas, su sonrisa de asombro.

Val: — ¿Me soltarías por amor de Dios? —le susurré grité. Ella alzó sus manos a modo de rendición y rápidamente rodé encima de ella.

Val: —Son las seis —refunfuñé, frunciendo el ceño. Ella se volteó de lado para mirarme.

Juls: —Está bien, no estés enojada conmigo todo el día de hoy por favor, no sabía que había hecho eso, lo siento Ángel, ¿está bien? —susurró besando mi frente antes de salir rápidamente de la cama para ponerse su ropa.

Val: —Está bien, lo que sea —murmuré, posicionándome en su lugar cálido de la cama donde había estado acostada.

Juls: —Te veré después —Me dirigió un guiño antes de salir por mi ventana.

Dándome la vuelta, enterré mi rostro en su almohada, todavía puedo olerla y eso me hace sentir segura y calmada. Me hundí en un sueño pacífico por otra hora.

Después de vestirme más pacíficamente que ayer, me concentré en mi iPod y estaba bailando felizmente cuando la vi comiendo mi cereal de nuevo ¡Cada jodido día! Suspiré y robé el cereal de sus manos.

Val: — ¡Demonios Juliana, hay como cuatro cereales en las alacenas y sólo comes el mío!.. ¿Por qué? ¿Lo haces sólo para enojarme? —pregunté frunciendo el ceño cuando comencé a masticar mi desayuno.

Juls: —Buenos días para ti también Ángel —dijo educadamente, con una sonrisa de diversión en su rostro.

Val: —Claro, hola. —Me dejé caer y comí mi cereal mientras Eva entraba en la cocina.

Eva: —Hey chicas, ¿están casi listas para irse? —preguntó lanzándonos a cada una, una caja de jugo como siempre.

Ambas asentimos y nos dirigimos al auto de Juliana, mientras me acercaba a la escuela, Sergio me agarró y me llevó para una charla.

Val: — ¿Qué pasa? —pregunté preocupada.

Parecía un poco desesperado; su cabello estaba desorganizado, como si hubiera estado jalándolo o pasando sus manos por él un montón, sus ojos estaban tensos con estrés.

Sergio: —Olvidé que el cumpleaños de Brenda es mañana, ¡y no tengo idea de que darle! —chilló desesperadamente, pasando sus manos por su cabello fuertemente, confirmando mis sospechas sobre el estilo.

LA CHICA QUE SE ESCAPA POR MI VENTANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora