Narra Juliana
Mierda, esto era malo. La primera cosa que disparó a través de mi cerebro era que necesitaba mantener a Eva bajo control. Claro, yo quería matar a ese imbécil tanto como ella pero en serio necesitábamos tener cuidado. Si literalmente le saltábamos encima tan pronto como entrara, nos seríamos responsables y le había prometido a su mamá que no le permitiría hacer eso. No dejaría que Eva fuera a la cárcel por ese idiota, Ángel necesitaba de su hermana mayor, sobre todo ahora con lo de anemia. La segunda cosa que surgió en mi mente era que necesitaba sacar a mi chica, ahora.
Juls: —Ángel vamos, te llevaré a la mí a casa —declaré agarrando su mano y tirando de ella lejos de Eva. Ella arrancó su mano de la mía y me miró.
Val: — ¡No voy a ninguna parte! No voy a dejarlas hacer esto, a ninguna de las dos. Ustedes no pueden darle una paliza, se meterán en problemas. ¡Estás siendo tan jodidamente estúpida! —gritó. Las lágrimas rodaban por su rostro mientras hablaba.
Juls: —Ángel tiene que salir ahora —ordené. No se iba a quedar aquí cerca de ese hombre de ninguna forma, porque si él la miraba de manera equivocada no sería capaz de contenerme y mucho menos mantener a Eva bajo control.
Sacudió la cabeza con fuerza. Siempre había sido terca, por lo general me encantaba eso de ella pero no en estos momentos, no lo hacía. Bueno, si lo quiere así, entonces al diablo. La tomé, envolviéndola en mis brazos, levantándola en estilo nupcial.
Val: — ¡Juliana no te atrevas! —gritó, su rostro poniéndose rojo de ira mientras luchaba por bajarse. Negué con la cabeza, lidiaría con su enojo después, no estaría enfadada conmigo por mucho tiempo y una noche con la ley del hielo valdría totalmente la pena, solo si sabía que ella estaba completamente a salvo. Comenzó a sollozar y envolver sus brazos alrededor de mi cuello, mientras la cargaba fuera de la casa. ¡Maldita sea me estaba matando! Odiaba verla llorar. Le di un beso al lado de su cabeza.
Juls: —Shh, todo va a estar bien, te lo prometo. Sólo te necesito a salvo para poder concentrarme en mantener tranquila a Eva, ¿de acuerdo? —dije honestamente.
Llegamos a mi casa y abrí la puerta rápidamente en dirección al sofá. Me senté y la mantuve en mi regazo, meciéndola suavemente.
Val: —Por favor no te metas en problemas Juliana, por favor —suplicó abrazándome con más fuerza.
Juls: —No lo haré, necesito ir al lado ahora y tú te quedas aquí, no vengas hasta que venga a buscarte ¿Me entiendes? ¿Puedes hacer eso por mí? —pregunté con desesperación. Ella suspiró y se alejó sin mirarme.
Val: —Sólo ve entonces —espetó enfadada, alejándose de mi regazo para sentarse en el sofá. Esto realmente no le gustaba en lo absoluto. Gruñí, odiando su expresión de enojo.
Juls: —Te amo Ángel, sólo necesito que estés a salvo —expliqué mientras besaba su mejilla. Asintió y cerró los ojos, lágrimas silenciosas estaban aún cayendo por su rostro. Me puse de pie y me volví para irme.
Val: — ¿Juliana? —llamó justo cuando llegué a la puerta. Me di la vuelta con la esperanza de una sonrisa— Te amo demasiado, si te envían a la cárcel por asesinato entonces esperaré por ti —afirmó sin ninguna emoción en su voz en absoluto. No era una broma, realmente pensaba que iba a ir a la cárcel.
No le respondí, sólo me fui; no había respuesta para eso, estaba seriamente enfadada conmigo y tendría mucho que hacer después de esto. Nunca había hecho nada que ella no quisiera antes y que odiaba hacerlo ahora. Corrí de nuevo hacia Eva, a penas entre ella se paseaba en la sala, luciendo mortalmente enojado.
Juls: —Eva tienes que escucharme —dije agarrando su hombro y haciéndola enfrentarme.
Eva: —Lo sé, lo sé.. No puedo hacer nada a menos que él comience, sólo quiero hablar con él y decirle que se largue de nuestras vidas pero si se acerca a mí, juro... —Apretó los dientes. No le hacía falta terminar la frase, ya sabía lo que haría.
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LA CHICA QUE SE ESCAPA POR MI VENTANA
FanfictionSinopsis: Esta es la historia de Valentina, quien simplemente no puede dormir, ni estar sin Juliana, que pareciera vivir una doble vida: durante el día es fanfarrona, exasperante y mujeriega, mientras que por las noches es dulce y comprensiva. Julia...