Val: — ¿Por qué sigues haciendo eso? —le pregunté empujándome a mí misma en una posición sentada de nuevo. Podía sentir el hielo comenzar a mojar la parte de atrás de mis jeans haciéndome temblar.
Juls: — ¿Haciendo qué? —preguntó, mirándome con una expresión confusa.
Val: —Cada vez que comienzo a resbalarme, te dejas caer haciéndome aterrizar encima de ti, te vas a lastimar —expliqué frunciendo el ceño. Se encogió de hombros.
Juls: —Mejor que sea yo, a que tú —murmuró en voz baja, levantándome a mis pies otra vez. Me le quedé mirando sorprendida ¿Acababa de decir eso? Tal vez le oí mal—. Estás mejorando, duraste por lo menos un minuto más que la última vez —bromeó con su sonrisa patentada.
OK, eso se parece más a la Juliana que conozco, debí haberla escuchado mal después de todo.
Val: —Ja, ja... Bueno, un minuto está bien para mí, sabes que no puedo hacer esto —me quejé cayendo de nuevo al instante.
Se las arregló para sostenerme sólo agarrando mis caderas, presionando nuestros cuerpos y levantándome del hielo de manera de que pudiera colocar mis pies de nuevo desde el principio. Sentí a mi corazón empezar a latir más rápido pero no era por el temor habitual de que alguien me estuviese tocando, era algo más que no podía entender. Me sonrojé y miré hacía otro lado mientras ella me puso de nuevo sobre mis pies.
Juls: — ¿Por qué te sonrojas? —preguntó frunciendo el ceño pero mirando divertida a la vez.
Val: —No me sonrojo, hace frío eso es todo.. Mi trasero está congelado, creo. —Me di la vuelta para mostrarle mis pantalones mojados, frotando mi trasero para tratar de alejar un poco el frío.
Le oí tomar una respiración profunda y dejar escapar un suspiro, miré hacía atrás para ver que estaba frunciendo el ceño con los ojos cerrados, lucía como si estuviera herida o algo.
Val: — ¿Estás bien? —le pregunté todavía frotándome el trasero.
Ella asintió y se quitó la sudadera, allí parada en sus jeans de corte bajo y su camiseta apretada que dejaba ver el cuerpo bien marcado que tenía debajo. Colocó su sudadera bajo mi cintura y la ató con un nudo en el frente.
Val: — ¿Qué estás haciendo?, te vas a resfriar —la regañé mientras trataba de desatar el nudo que había hecho.
Juls: —No te preocupes, estaré bien.. La próxima vez traeré una sudadera de repuesto para tu muy delicado trasero —respondió agarrando mis manos y empezando a tirar de mí otra vez.
¿La próxima vez? ¿Qué quiere decir con la próxima vez? No es que no esté pasando un buen rato pero estar aquí con Juliana era extraño, se sentía raro. Bueno, eso no era estrictamente cierto ya que en realidad se sentía bien, por lo que se sentía raro.
Juls: — ¡Eso es! Lo estás logrando —susurró —lo que por supuesto me hizo perder el equilibrio de nuevo.
Me presioné contra ella por tercera vez, riendo histéricamente. OK, esto era realmente divertido y no hacía daño; usualmente, cuando venía a patinar con Eva y se cansaba de atraparme, simplemente me dejaba caer sobre mi trasero todo el tiempo. En unos treinta minutos estaba por lo general tan magullada y adolorida que me daba por vencida.
Juls: —Ves, ahora te estás divirtiendo— se rió, sacudiendo los cristales de hielo de su espalda y sosteniéndome otra vez. Nos las arreglamos para patinar tres vueltas enteras a la pista antes de volverme a caer, realmente estaba mejorando.
Después de lo que pareció una eternidad, la pista estaba empezando a estar más llena y mi estómago comenzó a gruñir. Ya me estaba cayendo cada vez menos pero seguía agarrando sus manos con un apretón mortal.
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LA CHICA QUE SE ESCAPA POR MI VENTANA
FanficSinopsis: Esta es la historia de Valentina, quien simplemente no puede dormir, ni estar sin Juliana, que pareciera vivir una doble vida: durante el día es fanfarrona, exasperante y mujeriega, mientras que por las noches es dulce y comprensiva. Julia...