Nos tomamos un par de tragos de eso hasta que me di cuenta que estaba realmente borracha. Me apoyé sobre él pesadamente mientras charlábamos y reíamos sobre cosas al azar que realmente no parecían tener sentido para mí. De repente me presionó contra el mostrador de la cocina y presionó su cuerpo contra el mío. El pánico familiar comenzó a levantarse mientras mi corazón se aceleraba, él acercaba su cabeza lentamente hacia la mía. Sentí mi boca secarse. Santa mierda.
¡Iba a besarme! ¿Quería eso? ¿Qué pasaría si ponía sus manos sobre mí o algo? Mi mente estaba girando de un pensamiento a otro tan rápido que no podía seguirles el ritmo.
Di un grito ahogado y retiré mi cabeza para atrás, golpeándome con el gabinete detrás de mí lo suficientemente fuerte como para hacer que mis ojos se llenaran de lágrimas, él negó con la cabeza mirándome un poco desconcertado y luego chocó sus labios contra los míos.
Gemí y empujé su pecho, tratando de alejarlo de mí pero sus manos estaban sujetando la parte de atrás de mi cuello sosteniéndome en el lugar mientras lo sentía lamiendo mi labio inferior. Apreté mi boca tan cerrada como pude pero él no se movió, empecé a volverme loca, literalmente podía sentir el ataque de pánico tomando lugar mientras mi corazón se estrellaba en mis oídos.
La siguiente cosa que sé, es que se ha alejado, levanté la mirada desconcertada para ver a Juliana recargada sobre la pared, su brazo cruzando sobre su garganta. Se veía tan enojada, que realmente comencé a sentir pena por el chico, quién ahora estaba empezando a cambiar de tono a un rojo de no ser capaz de respirar.
Juls: — ¡No la toques, maldita sea! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si tal cosa y darle un beso a pesar de que ella no quería? —gruñó con enojo.
Comencé a sentirme enferma, literalmente enferma. Me puse de pie y me tambaleé hacia mi baño donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien, no me asusté, podía oler su loción. Sabía que era Juliana.
Juls: — ¿Estás bien? —preguntó con voz simpática. No pude responderle, sólo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Juliana bendita sea, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello; después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
Juls: — ¿Quieres ir a la cama? —preguntó, mirándome preocupada. Asentí con la cabeza.
Val: —Sí, sólo quiero cepillarme los dientes—
Me esforcé por levantarme del piso del baño pero estaba tan descoordinada que no funcionó muy bien. Juliana sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pasara nada.Me senté en la siguiente sección, junto al lavamanos; tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
Juls: — ¿A la cama? —preguntó cuando había terminado. Asentí con la cabeza y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
Val: — ¡Espera! No quiero ir a la cama con esto —murmuré mirando hacia mis shorts y mi top, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos también.
Ella asintió y me puso de pie pero casi no podía mantenerme y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose, Juliana puso un brazo alrededor de mi cintura, sosteniendo y me quitó los collares.
Quité el botón de mi top y lo comencé a sacar por mi cabeza pero me enredé en el proceso y empecé a reír. La oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama y me quitó el top.
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LA CHICA QUE SE ESCAPA POR MI VENTANA
FanficSinopsis: Esta es la historia de Valentina, quien simplemente no puede dormir, ni estar sin Juliana, que pareciera vivir una doble vida: durante el día es fanfarrona, exasperante y mujeriega, mientras que por las noches es dulce y comprensiva. Julia...